El Congreso de los Estados Unidos aceptó de forma abrumadora la condena de la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU; a la vez, condenó a la administración Obama por dejarla pasar.

El voto de la Cámara de Representantes se realizó el jueves por la noche y la declaración fue aprobada con 342 votos a favor y 80 en contra; argumenta que la abstención de EE.UU en el Consejo de Seguridad de la ONU “socavó la posición de larga data de Estados Unidos de oponerse y vetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que buscan imponer soluciones a los problemas del estatuto final”.

El gobierno de Obama se abstuvo, no ejerció su veto y permitió que la resolución del Consejo de Seguridad fuera aprobada 14-0. EE.UU. se justificó diciendo que no podía respaldar la resolución debido al sesgo anti-Israel, inherente de las Naciones Unidas, pero no quería vetarla porque estaba de acuerdo con su premisa de que la construcción de asentamientos israelíes era ilegal y una obstrucción para avanzar en la paz.

Ed Royce, representante de California, dijo que era importante en el corto plazo advertir al presidente Barack Obama, en sus últimos días en el cargo, que no tomara más acciones dramáticas relacionadas con Israel; se opuso a la eliminación del lenguaje crítico de la administración Obama.