LILLY MAIER / El Dr. Josef Mengele, el líder nazi conocido como “Ángel de la Muerte” por sus tormentosos experimentos con prisioneros, sirve ahora para enseñar a estudiantes de medicina en una universidad brasileña.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Mengele murió en Brasil décadas después de huir de Auschwitz. Durante 30 años, su cráneo y sus huesos habían quedado intactos en una bolsa de plástico azul en una estantería del Instituto de Medicina Forense de Sao Paulo.

Luego, la primavera pasada, el Dr. Daniel Romero Muñoz, jefe del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, obtuvo permiso para usar los restos en sus cursos de medicina forense.

“Los huesos serán útiles para enseñar cómo examinar los restos de un individuo y luego combinar esa información con datos en documentos relacionados con la persona”, dijo Muñoz a The Associated Press.

Mengele estuvo huyendo durante décadas, escondiéndose por toda Sudamérica por realizar experimentos en internos de campos de concentración y seleccionar miles de ellos para cámaras de gas.

“No sé lo que siento” sobre los huesos de Mengele que están siendo estudiados, dijo Cyrla Gewertz, una sobreviviente de Auschwitz de 92 años que vivía en una de las ciudades brasileñas de Mengele.

Gewertz, que nació en Polonia, calificó de perversos los experimentos de Mengele. “Estaba sin pelo y desnuda en un cuartel en Auschwitz y me hacía sumergirme en agua hirviendo y luego en agua helada”, dijo a la JTA.

“Ya tengo demasiados recuerdos dolorosos de él y lo que me hizo a mí y a otros en Auschwitz. Son recuerdos que no puedo borrar de mi mente”, dijo a AP.

La vida secreta de Mengele a la fuga es parte de lo que hace que sus huesos sean una herramienta de enseñanza útil, dijo Muñoz a AP.

“Por ejemplo, examinando los restos de Mengele, vimos una fractura de la pelvis izquierda”, dijo a un grupo de estudiantes, agregando que “la información encontrada en su registro del ejército dijo que se fracturó la pelvis en un accidente de motocicleta en Auschwitz”.

Muñoz también explicó que un pequeño agujero en el pómulo izquierdo del cráneo de Mengele era resultado de una larga sinusitis.

Mengele se había escondido en Argentina, Paraguay y Brasil antes de morir nadando en la costa de Sao Paulo. En 1985, las autoridades alemanas interceptaron una carta de una pareja alemana que lo había estado ocultando, informando a su familia de su muerte.

Ellos exhumaron su cuerpo, y un equipo de especialistas forenses – dirigido por el Dr. Muñoz – confirmó que el cuerpo era efectivamente Mengele.

Su familia se negó a que los restos fueran repatriados a Alemania, por lo que quedaron en la morgue brasileña.

Fuente: Forward – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico