ENRIQUE PRESBURGER PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Pocas veces somos conscientes cuando, durante nuestro tiempo de vida presente, ocurren grandes cambios históricos. Y es que hoy en día los cambios ocurren a una gran velocidad, acelerados por el factor tecnológico, que rompe barreras y protocolos, permitiendo que acciones y reacciones ocurran en minutos, en lugar de en meses de análisis.

El día de ayer, México y Estados Unidos tuvieron su primer enfrentamiento directo. Todo empieza con un discurso del presidente mexicano, en medio de un mensaje a la nación mal logrado y difuso, donde defendía el alza reciente de la gasolina, su credibilidad como presidente, y débilmente sugería que México no pagaría por “el muro”. Mensajes como este, han sido varios durante la presidencia de EPN. Pocos son realmente escuchados o analizados, pues carecen de verdadero contenido o sustancia.

No obstante, esta vez fue diferente. Donald Trump, de alguna manera se tomó el mensaje de manera “personal”, y en un tweet, desechando protocolos diplomáticos, Secretarías de Estado y medios de comunicación oficiales, simplemente atacó directamente a EPN, con un recado que dice: “O me pagas el muro, o no vengas” (…If Mexico is unwilling to pay for the badly needed wall, then it would be better to cancel the upcoming meeting). Dicho tweet, hizo que la palabra “México” registrara el mayor número de menciones en Twitter desde que existe la plataforma.

Empezó la reacción y nació un nuevo paradigma para hacer política. Y es que de pronto se abrió una guerra abierta de amenazas, donde EPN realiza una declaración igual en redes sociales y de manera directa que dice: “He ordenado que la Secretaría de Relaciones Exteriores refuerce las medidas de protección a nuestros connacionales. Los 50 consulados de México en los Estados Unidos se convertirán en auténticas defensorías de los derechos de los migrantes. Nuestras comunidades no están solas”…De pronto, la política rompe matices, y sin ningún tipo de protocolo se rompe una reunión de Estado. La relación de dos naciones que suman casi 500 millones de personas se abstrae en peleas de dos mandatarios por redes sociales, donde acuerdos de más de 20 años como el TLCAN amenazan con ser rotos y se mencionan nuevos impuestos de hasta 20% sobre productos mexicanos. Así de pronto cambió nuestra relación con Estados Unidos. Así de pronto cambia el mundo.

Lo que viene a futuro es una oportunidad para nuestro país. Por primera vez en varios años, EPN tiene respaldo popular. Los medios lo apoyan, y la gente lo sigue. Videgaray pasa a ser nuevamente un referente político y no la persona que volvió a hundir a México en la deuda. De pronto México se une ante un enemigo común y el discurso retórico se unifica. Definitivamente estamos ante una oportunidad de reformar la estrategia mexicana hacia el interior y hacia el mundo. Más nos vale entender la importancia del momento, y no quedarnos en el plano discursivo.