LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Fundamental mantener la vida cultural

Superando problemas de salud e impulsado por mi esposa hemos reanudado la asistencia a conciertos y cines, entre otras actividades recreativas. Un hecho curioso fue que el sábado pasado nos formamos en la fila de ingreso de los automóviles al estacionamiento de la Cineteca Nacional y tardamos 40 minutos para entrar en virtud de que automovilistas en una segunda fila se infiltraban violentamente a la nuestra, fenómeno similar nos sucedió a la mañana siguiente para entrar al Primer Concierto Dominical de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) en la Sala Netzahualcóyotl en la Ciudad Universitaria. La falta de civilidad de los automovilistas es evidente en las principales ciudades de la República; de acuerdo a un amigo al que le comenté sobre los hechos relacionados para el ingreso al cine y a la sala de conciertos, consideró que la exacerbación de estas conductas quizá esté vinculado al enojo que vive la población por el complejo entorno económico, social y de inseguridad en el país, sobre todo a raíz del “gasolinazo” al inicio del año que aparentemente ha propiciado una espiral inflacionaria que inquieta a la gente porque rápidamente se está deteriorando su poder adquisitivo.

En fin, el evento musical en el que se interpretaron obras de Joannes Brahams (1833-1897); concierto para violín y orquesta en Re mayor op. 77 y, de Gustav Mahler (1860-1911), Sinfonía no. 1 en Re mayor, Titán, fue ovacionado ampliamente por la audiencia. Me sorprendió gratamente el desempeño de los músicos de la Ofunam, que en mi opinión fue mejor al de la Orquesta de Minería que tiene mayor renombre; creo que esto se debe a que la orquesta de la Ofunam ha mejorado notablemente gracias a su Director huésped, Bojan Sudjic, originario de Belgrado, la capital de la antigua Yugoslavia, quien debutó a los 19 años.

Gracias a una beca de la Fundación Lovro von Matacic, estudió con Ilya Mosin en San Peterburgo, Rusia, y con Otmar Suitner en Viena, Austria. Sudjic ha ganado diferentes concursos internacionales y ha estrenado numerosas obras contemporáneas. Ha sido director de varias orquestas de Europa; en el presente es profesor, jefe del departamento de música y director de la Sinfónica de la Facultad de Artes Musicales en Belgrado. En este ámbito, es evidente que tanto la Ofunam como la Orquesta de Minería están muy lejos de la calidad de las orquestas de Berlín, Viena o Moscú, entre otras.

Cabe hacer mención que en el Concierto para violín y Orquesta de Brahams participó como violinista solista el mexicano Sebastián Kwapisz (SK) quien tuvo una destacada actuación que fue largamente aplaudida por el público. SK realizó estudios de violín en México y Bélgica; ha ofrecido recitales solo, acompañado por orquestas y con ensambles de cámara en México, España, Suiza, Alemania, Polonia, Canadá e Italia, entre otros países. Su repertorio incluye los conciertos de varios compositores famosos, entre los que destacan Beethoven, Brahams, Mendelsson y Tchaikovski. Desde el 2006 es concertino de la Ofunam y también es integrante del cuarteto Humboldt. En el 2000 le fue otorgada la Medalla Mozart, es fundador del Instituto Kwapisz, escuela dedicada a la enseñanza de los instrumentos de cuerda. Vislumbro que tiene un futuro halagador, aunque está distante de los grandes violinistas internacionales que he escuchado en México: Philipe Queen y Joshua Bell.

En relación al Concierto de Gustav Mahler, quien nació en Kaliste Bohemia, actualmente la República Checa, percibí en alguna parte del mismo reminiscencias de la música Klezmer, un estilo de música judía que nació en la tradición de los judíos Ashkenasim en el Este Europeo en la época medieval y que se desarrolló rápidamente en las comunidades judías existentes antes de las dos guerras mundiales. La música Klezmer eran melodías de baile y muestras de piezas instrumentadas para bodas y otras celebraciones en sus principios. Hoy día el Klezmer se interpreta en todo el mundo y su esencia y sonido permanecen prácticamente intactos.

Cabe mencionar que Mahler fue uno de los más importantes directores de orquesta y de ópera de su momento llegando en 1897 a la que entonces se consideraba la más notable, la dirección de la Ópera de la Corte de Viena (Hofoper). Durante sus 10 años en la capital austriaca, Mahler sufrió la oposición y hostilidad de la prensa antisemita, de aquí que por ello se mencione como la causa de su conversión del judaísmo al catolicismo.

El Bar Mitzvá de Abraham

Ayer jueves asistí al Bar Mitzvá de Abraham, nieto de mi hermano Pepe, quien falleció en diciembre de 1995. El Bar Mitzvá es la ceremonia religiosa en la que se convoca a los jóvenes judíos que cumplen 13 años a que sean oficiantes de parte de los rezos de la mañana (en este caso ayer), a los 13 años los jóvenes asumen la responsabilidad de sus actos en la vida, generalmente después de la ceremonia se sirve un desayuno en honor de los mismos.

El Bar Mitzvá de Abraham, tuvo un significado emocional especial en virtud de que su madre, Davna, mi sobrina, falleció hace tres años víctima de cáncer, tenía 41 años; dejó en la orfandad a Abraham, el mayor; y a dos hermanos y una hermana. Durante los rezos y en el desayuno percibí en el ambiente un dejo de tristeza por la ausencia de Davna.

Fui el primer invitado en llegar al templo Shaarei Hashamaim ubicado en la colonia de Interlomas, distante aproximadamente a 25 kms. de mi casa en el Sur de la ciudad. Afortunadamente en el trayecto, a la hora temprana de la mañana, había poco tráfico, así que llegué una hora antes de que se iniciara la ceremonia del Bar Mitzvá. Tuve oportunidad de platicar con Uri, el papá de Abraham, con este último y con sus hermanitos. A los niños los vi en el hospital cuando nacieron. Nuestro encuentro en el templo fue emotivo; percibí que los niños tenían un sentimiento de alegría hacia mí por el vínculo de sangre que tengo con ellos, y a mí, me sucedió lo mismo. Me causó una gran ternura verlos retozar por el templo, previo a los rezos.

En el desayuno me senté en la mesa que presidia mi sobrino Víctor, otro hijo de mi hermano Pepe, de 54 años, con el que he mantenido contacto. Tuve oportunidad de platicar brevemente con su hijo e hija, jóvenes universitarios. Casualmente en la mesa estaba la hija de Roberto, hermano de Víctor, que hace ocho años se fue con su familia a vivir a Israel. La joven recién terminó su servicio militar en el Ejército de Israel, dos años y medio; como la mayoría de los jóvenes que lo concluyen, se fue a pasear con una amiga a la Patagonia y estaba de paso en México para ir a San Diego California a visitar a sus abuelos maternos. La joven me causó una impresión muy favorable, su vida en Israel la ha hecho madurar a los 22 años, está muy contenta allá. Le pregunté que si tenía intenciones de regresar a México y me contestó: ¡para nada!; tiene planes para estudiar ingeniera mecatrónica.

La vida en Israel es difícil, empero, llena de oportunidades para quien lucha por superarse. Su hermana, un poco mayor que ella, vive en Australia y recientemente se casó por lo civil con un israelí en ese país y próximamente tendrán una ceremonia religiosa en Israel. Roberto y su esposa fueron a la boda a Australia, como ciudadanos israelíes tuvieron que recorrer medio mundo para llegar a Australia, la ruta corta, por varios países musulmanes, les está vedada, ironías de la vida.

Creo que la próxima reunión con los “Opalín del Norte”, será dentro de un año, cuando el hermano de Abraham celebre su Bar Mitzvá.