Los participantes en la Conferencia Juvenil Latinoamericana del Keren Kayemet Leisrael finalizaron un encuentro de nueve días en Israel con una sensación de inspiración.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

En su último día en Israel (4 de enero), los participantes en la Primera Conferencia Juvenil de América Latina dijeron que volverán a sus casas con un sentido renovado de propósito y una sensación de inspiración para proyectos futuros.

“Me siento parte de algo muy grande y global”, señaló Álvaro Vicuña de Chile. “He visto que el trabajo que hago en mi país tiene impacto aquí en Israel, y también que lo que ocurre aquí en Israel también me sucede a mí”.

El día empezó en el sur, con un paseo en bicicleta por el Bosque de Yatir. Los participantes de México, Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Brasil y Cuba, pudieron plantar sus propios árboles en el Centro de Plantaciones del Bosque de Tzora antes de regresar a la sede del KKL en Tel Aviv para su sesión final.

“Ha sido muy inspirador ver las grandes cosas que se pueden hacer a pesar de todas las dificultades. Ver el florecimiento del desierto es convertir un sueño en realidad”, dijo Lucía Torres, de Ecuador, una vez concluida la plantación de su árbol.

Yonathan Fleitman, voluntario del KKL en México desde mucho tiempo, señaló que la visita había sido muy significativa para él.

“Con todos los años que llevo trabajando con el KKL, al venir aquí veo que esto no sólo es historia, sino algo que puedo sentir con mi propio cuerpo”, señaló. “Puedo entender la realidad mucho mejor. Normalmente sólo hablamos del KKL, pero aquí lo hemos vivido. Cuanto más podamos vivenciar el KKL, más capaces seremos de trabajar para él”.

Esaú Schramm de Brasil, dijo que su participación en la conferencia le hizo entender que, a través de su trabajo con el KKL en su país, trabaja también para afrontar los desafíos ambientales y mejorar el futuro de todas las personas.

“En la Torá, Dios nos dice que seremos ‘una luz para las naciones’ y continuamos haciéndolo al ser un ejemplo para el mundo. Con buena voluntad podemos hacer que esto suceda y dar un buen ejemplo para lograr un mundo mejor, tal como lo estamos haciendo aquí”, agregó. “Vuelvo a mi a casa con muchas ideas y ejemplos de cosas que he visto aquí y que podré aplicar en Brasil”.

“La conferencia de nueve días de duración sobre el liderazgo juvenil del KKL en América Latina (la primera de esta clase), mostró a los participantes una gran cantidad de proyectos promovidos por el KKL en Israel, y les brindó la oportunidad de crear redes de trabajo y compartir ideas en una plataforma más amplia”, explicó Ariel Goldgewicht, director del Departamento para América Latina del KKL.

“Ahora, cuando regresen a sus respectivos países, tendrán una conexión más amplia con el KKL en toda América Latina. Ahora podrán sentirse parte de algo mayor, que puede centrarse en proyectos locales y, al mismo tiempo, ampliar sus horizontes para incluir proyectos conjuntos más grandes”, señaló.

“Al visitar esos proyectos han podido ver cuánta gente en Israel se beneficia realmente con la labor desarrollada por el KKL”, señaló Sofía Dulcini, del KKL en Uruguay.

“Ahora tenemos una conexión más profunda y más amplia con el KKL”, agregó Cynthia Schejtman de México. “Sabemos quiénes son las personas y sabemos cómo hablar entre nosotros. Creo que esta semana de convivencia con el KKL me ha dado más información que todos mis años en el KKL en México. Antes no sabía la magnitud del trabajo del KKL y nunca pensé que iba a enamorarme de esto como lo hice. Ahora tengo una base para decirle a la gente que no se trata sólo de los árboles”.

Julio Gun, director de Ciencia y Educación Ambiental del KKL en Argentina, dijo que la conferencia le ayudó a comprender que necesitan enseñar a la gente en sus países sobre el KKL del presente y no sólo el del pasado.

“En esta conferencia aprendí acerca del KKL del futuro y ahora debemos volver y contar a otros también sobre el KKL del futuro”, afirmó. “Si les enseñamos sobre el futuro, somos los protagonistas de la historia; si les hablamos sólo del pasado, hablamos sobre otras personas. Debemos tener una vocación de grandeza. El KKL no se limita a los árboles y el agua”.

“Con el KKL veo el futuro de Israel”, agregó Aliet Achkienasi de Cuba. “Es increíble lo que el KKL hace en la Aravá, y su trabajo con los niños. Es inspirador”.

Fredel Kajomovitz del KKL en México, que ahora vive en Israel, señaló que el KKL forma parte del éxito de este país.

“Podemos trabajar y también tener influencia en nuestros países. Podemos crear proyectos, no sólo aportar dinero, sino tener un impacto en las cosas. Gracias por invertir en nosotros y utilizarnos. Ahora tenemos también la oportunidad de devolver”, dijo. “No queremos sólo recibir, sino también retribuir”.

Debbie Amiga, del KKL de México, señaló que después de plantar su propio árbol se dio cuenta de lo importante que era ese acto.

“Puedo regresar y decir: ‘Sí, el KKL se ocupa de los árboles, pero permítanme mostrarles que es mucho más que eso’. Más allá de su árbol verán algo más, de lo que podrán enamorarse”, dijo. “El KKL es algo social, económico, ambiental, de alta tecnología; el KKL lo es todo. Ahora podemos ver cómo ayudar en México al KKL y a Israel”.

Después de escuchar a los participantes, el vicepresidente del KKL, Hernán Felman, dijo: “Estamos convencidos de que este congreso es el futuro del KKL. Este encuentro nos permite trabajar con la generación que deberá asumir el quehacer del KKL en el mañana”, puntualizó.