Los yihadistas utilizaban el subterráneo para esconderse y atacar por sorpresa a las posiciones kurdas.

Con el avance de la ofensiva contra el Estado Islámico en Iraq, cientos de metros de túneles subterráneos utilizados por la organización han sido descubiertos por las fuerzas kurdas en diferentes ciudades del norte del país. El reportero de Sin Filtros, Antonio Pampliega, ha estado en uno de ellos.

Guiado por el sargento peshmerga Hasim Yusuf, el reportero se adentra en uno de estos túneles excavados en las montañas rocosas de la ciudad de Bashiqa. Los yihadistas utilizaban el subterráneo para esconderse y atacar por sorpresa a las posiciones kurdas.

Macarrones, garbanzos, té o azúcar son algunos de los productos que se pueden encontrar en el túnel y que los terroristas dejaron tras su huida. Incluso hay una habitación con un televisor donde seguramente pasaban largos períodos de tiempo esperando a que un soldado kurdo se pusiera a tiro. Paracetamol, dátiles, jeringas y un panfleto con los pilares del Islam son algunos de los objetos hallados en la cueva.

Los túneles de roca podrían haber sido excavados a mano por esclavos kurdos porque los yihadistas no tenían tiempo, afirma el reportero.

Fuente: La vanguardia