Con motivo de la Conmemoración por las Víctimas del Holocausto, el 1º de febrero el Excelentísimo Embajador de Ucrania en México, Ruslán M. Spírin nos concedió una entrevista.

 

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO — “Es la segunda vez que estoy de embajador en México, porque me gusta mucho México, no sólo por las zonas arqueológicas, la comida, el clima, lo más importante: el pueblo mexicano es muy parecido al ucraniano. He visto cambios en la política del gobierno mexicano, son muy importantes las reformas, ya que esto representa que se quiere ir hacia adelante que llevarán a la sociedad hacia una vida mejor”.
“Durante la Segunda Guerra Mundial todo el territorio de Ucrania estuvo ocupada por Alemania, por lo que una gran parte de los judíos murieron. Actualmente los abuelos que vivieron esa época dicen “Todo lo que sea en el mundo menos la guerra”.
Tres de cada cuatro familias fueron afectadas por la guerra. Después recuperamos nuestra tierra, nuestras fronteras.
En el periodo de 1941-1943 los nazis establecieron la mayor maquinaria para la aniquilación de la comunidad judía en la zona. Durante la ocupación nazi, la Gestapo fue la responsable de la muerte de sesenta mil judíos en 18 meses.
“La sociedad ucraniana tuvo un papel muy importante en ayudar a los judíos en esta época, ya que siempre habían tenido una relación de cooperación entre ambas sociedades”.
“En ésta época ocurrió la Matanza de Babi Yar, llamada la trastienda del Holocausto. El 23 de septiembre los nazis decidieron exterminar a la población judía de Kiev. Más de 33 mil personas fueron asesinadas en dos días. Eran llevados al borde del barranco, desnudados y acribillados. Ucrania y otros territorios soviéticos fueron el laboratorio de la Solución Final.
Babi Yar es una herida ucraniana, una hemorragia de hasta cien mil almas que ya no pueden ser vengadas. Fue el primer plato del Holocausto judío, cocinado con macabra eficiencia por los comandos de ejecución nazi en solo dos días, a las afueras de Kiev, la capital de Ucrania. Este será siempre un hoyo silencioso, donde entre hierbas salvajes, el genocidio se alió con la orografía: Todavía se abre el mismo vacío de entonces al borde de este barranco, donde los cuerpos desnudos, recién ametrallados rodaron cuesta abajo con el resto de los infelices. Las víctimas eran obligadas a cavar sus propias tumbas.
En 1939 había en Kiev 175 mil judíos, representaban el veinte por ciento de la población. Cuando llegaron los nazis, muchos de los judíos ya habían huido.
En Ucrania se estudia a todos niveles la historia del Holocausto, no se puede olvidar esta época tan amarga de la humanidad.
La Tumba del Rabino Najman de Breslev se encuentra siempre rodeada de flores y en Rosh Hashana (el año nuevo judío) muchos Tzadikim (judíos ultra religiosos) llegan hasta su tumba a rezar, aun cuando es necesaria la visa de muchos países para entrar a Ucrania, en este caso todos pueden venir.
A México llegaron muchas familias u hombres solos, que al asentarse en el país trajeron a sus familias, entre ellos está Shimshon Feldman, pilar de la Comunidad Judía de México; Boris Rosen, hombre de izquierda, periodista, investigador e historiador del siglo XIX; Raquel Tibol, crítica e historiadora del arte mexicano y conductora de programas de televisión; Marcos Moshinsky, físico mexicano-judío, cuyas investigaciones en el campo de la física nuclear lo hicieron acreedor al Premio Príncipe de Asturias, entre muchos otros.