THE WALL STREET JOURNAL

El interés del Presidente Trump en mudar la embajada norteamericana en Israel desde Tel Aviv a Jerusalem está provocando controversia.

El Presidente Donald Trump dijo el miércoles que quisiera ver a la embajada norteamericana en Israel mudarse de Tel Aviv a Jerusalem, una medida que reconocería efectivamente a la ciudad antigua como capital de Israel. Pero no dijo si tal medida era un hecho. “Estamos observándolo muy, muy fuertemente. Estamos observándolo con gran cuidado, y veremos qué sucede,” dijo durante una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

La idea ha sido bienvenida por los israelíes, quienes ya ven a Jerusalem como su capital, pero condenada por los palestinos, quienes reclaman Jerusalem oriental como la capital de un futuro estado y argumentan que el estatus de la ciudad debe ser decidido en negociaciones con los israelíes. La comunidad internacional actualmente no reconoce a Jerusalem como capital de Israel, y la diplomacia es conducida desde 87 embajadas en Tel Aviv, a unas 45 millas de distancia. Israel ha administrado la ciudad desde 1967 y muchos edificios gubernamentales israelíes están radicados en Jerusalem, donde judíos, cristianos y musulmanes tienen todos sitios santos.

Explicamos cómo llegamos a este punto:

1947

En 1947, las Naciones Unidas dividieron el área conocida como el Mandato Inglés de Palestina—aproximadamente el área de Israel, la Margen Occidental y la Franja de Gaza—en estados judío y árabe, con Jerusalem como un enclave separado bajo administración internacional. Los judíos aceptaron esta partición, pero fue rechazada por los líderes árabes.

1948

Los judíos declararon un estado israelí en parte de la tierra en 1948. Israel y los árabes de Egipto, Líbano, Siria, Irak, Jordania y del ex Mandato Inglés de Palestina de ese entonces, combatieron una guerra sangrienta por la tierra.
Al final del combate en 1949, las líneas de armisticio dividieron a Jerusalem en dos mitades, con los israelíes en el oeste y los árabes en el este.

1967

Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel capturó Jerusalem oriental de Jordania y después anexó la ciudad entera. En 1980, Israel aprobó una ley declarando a Jerusalem la capital unida del país. La mayoría de los residentes palestinos en Jerusalem oriental no tiene ciudadanía plena en Israel.

1995

En 1995, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley declarando que la embajada estadounidense debería estar radicada en Jerusalem. Una cláusula de la ley permite al presidente de Estados Unidos dilatar la medida firmando una renuncia cada seis meses. Cada presidente ha firmado la renuncia desde entonces.
Los presidentes, incluidos Bill Clinton y George W. Bush, también prometieron mudar la embajada, pero nunca lo hicieron por temor a que la reacción crearía problemas de seguridad nacional para Estados Unidos. Barack Obama firmó la renuncia más reciente en diciembre.

2017

Donald Trump ha dicho que quiere “mudar la embajada norteamericana a la capital eterna del pueblo judío, Jerusalem.” Trump nombró como embajador estadounidense ante Israel a David Friedman, quien posee una casa en Jerusalem y ha dicho que espera trabajar desde una embajada en la ciudad.

Sean Spicer, secretario de prensa de la Casa Blanca, dijo hace poco, “Estamos en las etapas iniciales de discutir este tema.” Fue la primera vez que el nuevo gobierno había comentado sobre la cuestión desde que asumió el cargo.
El gobierno de Israel ha dado la bienvenida a la posibilidad de una mudanza. El alcalde de Jerusalem, Nir Barkat, ha dicho que enviará un mensaje al resto del mundo de que la ciudad es la capital de Israel.

Los funcionarios israelíes esperan que otros países pudieran seguir el ejemplo de Estados Unidos y muden sus embajadas.

Pero el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha advertido que “cualquier intento por legitimar la anexión ilegal israelí de la ciudad destruirá las perspectivas de cualquier proceso político, enterrará las esperanzas de una solución de dos estados y alimentará el extremismo en nuestra región.” Él también ha dicho que los líderes palestinos no serán responsables por cualquier violencia que conlleve como resultado de esta reacción.

El Rey Abdullah II, de Jordania, cuyo país actúa como custodio de algunos de los lugares santos antiguos de Jerusalem, también advirtió contra esta medida.

Aunque los funcionarios del Departamento de Estado no han comentado sobre posibles lugares, Estados Unidos tiene muchas propiedades en la ciudad que son suficientemente grandes para albergar una embajada. Tiene un consulado en Jerusalem occidental que sirve también como una misión diplomática ante el liderazgo palestino.

Los palestinos han aceptado que Jerusalem occidental sería probablemente el asiento de un gobierno israelí en un futuro acuerdo de paz. Estados Unidos tiene también un edificio de servicios consulares cerca de la línea de armisticio de 1949. Otras opciones incluyen una parcela de tierra vacía que Estados Unidos alquila de Israel en el vecindario Talpiot.

 

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México