MARIAN MENDELSOHN

La misión de la Organización Tarjeta Azul es proporcionar asistencia financiera y directa a los supervivientes del Holocausto que tienen grandes necesidades.

¿Quiénes somos y desde cuando existimos?

La Organización Tarjeta Azul fue establecida por la comunidad judía en Alemania en 1934 para ayudar a los judíos que estaban siendo afectados por las restricciones nazis a través de la pérdida de sus puestos de trabajo, sus negocios cerrados por la fuerza y otras formas de opresión.

En 1939, la Tarjeta Azul fue restablecida en los Estados Unidos para continuar ayudando a los refugiados de la persecución nazi que llegaban hasta América.

Después del Holocausto la misión se amplió para ayudar a sobrevivientes de la Shoá de todos los países europeos, y continúa su labor en los Estados Unidos hasta el día de hoy proporcionando:
– Asistencia financiera mensualmente, así como para emergencias, atención médica y dental.
-Vacaciones de una semana en un entorno rural.
-Becas de vacaciones especiales.
-Servicios de prevención de la salud que permite a los sobrevivientes vivir con dignidad en sus propios hogares.
-A medida que disminuye el número de sobrevivientes aún vivos, aumentan sus necesidades de asistencia financiera.

La Blue Card es la única organización nacional en los Estados Unidos cuya única misión es ayudar a los supervivientes del Holocausto necesitados.

Desde su creación, The Blue Card ha proporcionado recursos financieros que mejoran la vida cotidiana de las víctimas de Shoá y les conduce a un futuro más seguro.

El nombre de la organización deriva de las tarjetas de papel azules originales que fueron emitidas a los donantes judíos que trabajaron para recaudar fondos para las personas que habían perdido sus trabajos. Cada vez que se hacía un donativo, se colocaba un sello en la tarjeta para mantener un registro.

Hasta el día de hoy viven aún cerca de 2,500 sobrevivientes del Holocausto. La Blue Card sirve a tres cuartas partes de ellos, ya que estas personas tienen más de 75 años de edad y casi el 70% viven solos. Muchos de los sobrevivientes luchan para pagar sus necesidades básicas, tales como alimentación adecuada y asistencia sanitaria. Más de la mitad de ellos se encuentran hasta el 200% por debajo de la línea de pobreza marcada por la federación, lo que significa que sus ingresos son menores de $ 23,540 dólares anualmente.

Perfil de los pertenecientes a la Organización Tarjeta Azul:

Rango en edad de 73-107 años
El 78% tienen dificultad para realizar actividades diarias como vestir, lavar y cocinar
El 77% son mujeres solas.
El 67% no puede dejar sus hogares sin ayuda.

A medida que estos hombres y mujeres envejecen, están plagados de las consecuencias de haber sobrevivido en condiciones devastadoras, incluyendo la mala nutrición y la falta de atención médica durante su estancia en los campos y actualmente su vejez o sus enfermedades.

Muchos sobrevivientes vinieron a este país después de la Segunda Guerra Mundial y trabajaron en labores mal remuneradas y con minúsculas pensiones o sin seguridad social, por lo que simplemente no pueden mantenerse a la altura de las necesidades financieras de su vulnerabilidad. Con frecuencia están desesperados por los gastos no cubiertos, tales como atención dental, audífonos y transporte a los médicos u hospitalizaciones.

Después de todo lo que han sufrido, estos hombres y mujeres no deberían tener que elegir entre: pagar la comida o pagar su medicina.

Su Dignidad les fue quitada durante el Holocausto, y La Tarjeta Azul asegura que sus socios no la pierdan durante sus últimos años.

Los Maratones en el mundo se llevan a cabo regularmente los sábados, por lo que no se habían tomado en cuenta para una causa judía por tratarse del Shabat, pero hay dos: el de Nueva York y el de Miami que se corren los domingos.

Así es como surgió la idea de unirse a estos y lograr reunir fondos para la Organización en pro de ayuda para los sobrevivientes del Holocausto. Esto se hace tan solo desde hace cuatro años.

Izabella Safiyeva, directora de programa de The Blue Card, dijo que el hecho de que los corredores salgan en una mañana lluviosa y fría, muestra su “perseverancia y compromiso con esta causa”.

“Demuestra que son realmente dedicados y leales y por supuesto, a los sobrevivivientes”. Muchos miembros del equipo tienen una conexión directa con el Holocausto, así que para ellos, no importa el estado del tiempo o la temperatura. Es realmente significativo salir y completar su carrera y para entregar sus respetos.

La persona que organiza el equipo de Miami ses, Marian Mendelsohn. Ella trabaja en el Jewish Community Service de Florida.

El participante de JCS Alliance Team Blue Card en Miami es el Dr. Jacobo Kirsch, quien en una entrevista comunicó a este medio: “Correr el Maratón de Miami siempre es una experiencia maravillosa, no sólo porque la ruta es hermosa, sino que al saber que tiene una función, sobretodo tratándose para una causa tan importante como ésta, la hace mucho más significativa, pues sabes que estás haciendo algo más que correr, -agregó- Realmente estás teniendo un impacto en una sociedad altamente necesitada.”

Kirsch, además señaló que : “Es un hecho que cada judío ha sido directamente afectado por el Holocausto. Todo el mundo tiene hasta cierto punto, un pariente que lo sufrió o un familiar que al pasar por éste, rompió abruptamente su cadena familiar. Por lo tanto, nos pertenece a todos como una parte muy importante de nuestra memoria histórica y todos, sí, todos, tenemos que contribuir, dentro de nuestras limitaciones, al bienestar de aquellos que estuvieron allí y lo dieron todo solo por haber nacido con la misma religión que mi familia y yo profesamos: “el judaísmo”.

La Organización facilita, no solo a los corredores del blue card, sino a todos los maratonistas judíos, todo lo necesario.

La Organización: The Blue Card ha sido mencionada en más de una ocasión por el New York Times y otros diarios de prestigio. También se han dado a conocer historias de familias desaparecidas o aldeas de las que no se conocía nada hasta que familiares o allegados se dieron a la tarea de investigar lo que había sucedido con estas. Posteriormente arqueólogos e investigadores encontraron cadáveres humanos y sitios desvastados.

El Dr. Jacobo Kirsch considera que su participación en estos maratones no radica en el tiempo que le lleve llegar a la meta, sino en terminar el kilometraje marcado para demostrar a quienes lo siguen y poder continuar pidiendo donativos a todos aquellos que el día de hoy ya ayudan a la Blue Card y también que es capaz de llegar hasta el final a pesar de su apretado horario de trabajo, ya que se desempeña como vice chairman del área de radiología y director del área médica del mismo, además de escribir para la revista Nacional de Radiología y ser conferencista nacional e internacionalmente además de secretario de la Asociasión Americana de Radiología Cardíaca.

Su entrenamiento lo inició en el momento en el que se enteró que el maratón de Miami, (ciudad en la que vive), se unía oficialmente a la Blue Card. Más adelante decidió hacer llegar el mensaje a la comunidad de Monterrey y reunir a través de su familia y amistades de la comunidad, una cantidad extra que ayudaría a que su intento fuese mas productivo. Es así como la Comunidad Judía de Monterrey quedó ligada a esta organización que realiza una labor tan significativa y altruista.

Ojalá y todas las comunidades tuviesen alguien que los una y que los anime a participar ayudando a todos estos seres humanos que vivieron los peores horrores que cualquier humano puede imaginar.

 

*Este artículo fue publicado en el Jewish Jewish de Miami y ha sido traducido para Enlace Judío con su permiso.