ואלה המשפטים אשר תשים לפניהם
… כי תקנה עבד עברי

La Parashá de esta semana contiene un gran número de Mitsvot, casi todas ellas de la categoría Mishpatim, leyes civiles.

RAB YOSEF BITTON

Vale la pena analizar la primer letra de esta Perashá, la Vav que en hebreo cumple la función de “Y…”, la conjunción copulativa. Los Sabios siempre prestan atención a la presencia de esta letra y explican cuál puede ser la asociación entre el texto anterior a la “y” y el texto que le sigue. Los Sabios del Midrash indican que esta Parashá es la continuación temática de la Parashá anterior, y la “Y…” nos enseña el origen Divino de estas Mitsvot: así como los preceptos de la Parashá anterior, los Diez Mandamientos, fueron encomendados por HaShem en el Monte Sinai, las leyes de esta Parashá son también de origen Divino y fueron dadas en el Monte Sinaí.

Podemos profundizar un poco más el significado de este Midrash. La semana pasada vimos que Moshé juzgaba al pueblo de Israel desde la mañana hasta la noche. Esto ocurría antes de que la Torá fuera entregada. Pregunta: ¿En qué leyes se basaba Moshé para juzgar al pueblo? La palabra que allí utilizaba la Torá es לשפוט, “juzgar”, muy similar a la palabra y a la idea inicial de esta Parashá: Mishpatim, “juicios” (en el sentido de “reglas”, “leyes”). Obviamente antes de que la Torá fuera entregada, Moshé juzgaba al pueblo de acuerdo a su propio criterio, que sin bien (y sin duda) era un criterio de una moral intachable, era en definitiva un criterio humano. Al iniciar esta Parashá HaShem le dice a Moshé: “Y” ahora, una vez que tienes la Torá, éstas son las leyes que pondrás delante de ellos”. ”

Gran lección. El criterio humano, por más integro que sea, no es suficiente. No solo porque puede ser subjetivo sino también porque es “relativo”. Es decir, cambia de acuerdo a los tiempos, las modas, las culturas y muchísimos otros factores sicológicos, sociológicos, etc. Solo una ley Divina puede ser eterna, universal, y con valores morales absolutos.

Un ejemplo más de Ley Divina vs a ley humana.

Las leyes de esta Parashá son consideradas como un código independiente, y como dijimos, contiene más que nada leyes de orden civil. Comparemos un aspecto de este código con otros códigos. La constitución americana, la constitución argentina, y estimo que la mayoría de las constituciones de los países civilizados, comienzan con temas relacionados al Gobierno: el congreso, el senado, el presidente, etc. En la Torá también hay leyes del estado, del Senado, del Rey, etc. Pero, muy significativamente el código de Mishpatim comienza por el más débil: el עבד עברי (la mejor traducción no es la literal “esclavo hebreo” sino “indentured servant”, pero me parece que no existe este término en castellano) que son los hombres o mujeres (אמה עבריה), los hombres o mujeres que debían trabajar como sirvientes para pagar sus deudas. Cuando la Torá menciona a estos individuos no lo hace para hablar de las obligaciones de ellos hacia el patrón, todo lo contrario: se concentra en los derechos de estas persona desposeídas. Y dice más adelante que no pueden ser tratados con violencia, humillados, etc. Mientras que las leyes humanas, escritas por la gente que está en el poder, se refieren primero a los más fuertes, las leyes de la Torá se concentran primero en los más débiles.

Un ejemplo más. De las 53 Mitsvot que se mencionan en esta Parashá ninguna se enfatiza tanto como la prohibición de abusos a los desprotegidos. Shemot 22:21-23 כל אלמנה ויתום לא תענון “No abuses de la viuda o del huérfano. Si los explotas de alguna manera, ellos clamarán a mí, y ten por seguro que oiré su clamor. Y Mi enojo se encenderá contra ti…. “.

Sólo la Ley Divina, la Torá, se preocupa más y primero por el que menos tiene.

 

 

Fuente: halaja.org