A un mes y medio de que Donald Trump (DT) juró el cargo como presidente de EUA ha llevado al caos a la Casa Blanca; en ese breve lapso su aceptación entre la gente está a un nivel de 50.0%, la menor para un presidente de esa nación. Su actuación ha sido grotesca y llena de soberbia, “ha destituido a un fiscal general, inducido a renunciar a su Consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y humillado a sus servicios de inteligencia”, entre otras medidas insensatas. La falta de coherencia en sus órdenes ejecutivas y la represión a los medios de comunicación, característica típica de un régimen despótico, han creado incertidumbre en EUA y en el mundo entero.

DT de un plumazo ordenó abandonar el Acuerdo Transpacífico, construir un muro con México, (insistiendo en que ese país lo pagaría), expulsar a millones de inmigrantes ilegales y desmantelar el Sistema de Salud Federal (Obamacare), y prohibir la entrada de miles de personas de siete países musulmanes, petición que fue bloqueada por un Tribunal Federal. Asimismo, ha ofendido a los líderes de China, México, Australia, y a todo el que se le pone enfrente. En este contexto, la imagen de su hija Ivanka, sentada en el escritorio de la Oficina Oval de la Casa Blanca y de pie, DT y el Primer Ministro de Canadá, Justin Troudeau, que visitó EUA en febrero pasado, habla del nepotismo reinante en el gobierno de DT.

La personalidad narcisista e intolerante de DT se evidencia con fuerza en el rechazo a quien no piensa como él, especialmente a los medios de comunicación, a los cuales desde su campaña electoral criticó repetidamente, sobre todo a los más populares de EUA y, cuando llegó a la Presidencia se ensañó con ellos, calificándolos de deshonestos y acusando a varios de ellos de ser “enemigos del pueblo”. Su enojo con la prensa se escaló después de que se hiciera público que Michael Flynn proporcionó información incompleta al Vicepresidente Mike Perce sobre las conversaciones que tuvo Flynn con el diplomático ruso Sergey Kislyak. En este ámbito, el diario The New York Times también reveló las oscuras negociaciones que otros miembros del gabinete de DT mantuvieron antes de la elección presidencial con agentes rusos. DT acusó a la prensa y a las fuentes de inteligencia de mentir.

Adicionalmente, la cadena CNN acentuó el enojo de DT cuando publicó que Rusia tenía información comprometedora sobre él. Así, el 23 de febrero la Casa Blanca pidió al FBI “desmentir las historias de los contactos de sus colaboradores con Rusia” y un día después, no permitió el acceso a una sesión informativa del portavoz del Presidente; Sean Spicer, a algunos de los más prestigiados medios de información de EUA: The Washington Post, CNN, The New York Times, Los Ángeles Times, en virtud de ser críticos de las políticas que trata de instrumentar.  Pero sí se les permitió la entrada a medios de orientación conservadora que favorecen a DT: Breitbart, News Fox, America News y el diario The Washington Times, así como a las cadenas ABC, CBS, NBC, Bloomberg y Time AP; estas dos últimas declinaron la invitación. Por otra parte, Sean Spicer, presuntamente ordenó que se revisaran los teléfonos personales y de trabajo del personal de la residencia presidencial “en un esfuerzo por controlar las filtraciones de los medios”.

La euforia de DT contra los medios de comunicación se repitió en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CAPC) que se llevó a cabo del 22 al 25 de febrero en el Gaylord National Resort en Washington. La CAPC que se inició en 1973, es un congreso conservador en el que hablan los líderes “más respetados” por la derecha republicana, a la última asistieron cerca de 10 mil activistas de todo EUA, incluyendo a personas vinculadas con organizaciones que promueven la supremacía de la raza blanca y jóvenes fascistas.

Para no variar, en la CAPC, DT pronunció un discurso violento contra los medios de comunicación, reiterando que las noticias falsas son las enemigas del pueblo, en virtud de que solo utilizan fuentes, “se las inventan cuando no tienen ninguna”. Declaró además que las corporaciones mediáticas tienen su propia agenda y no representan al pueblo y “vamos a hacer algo al respecto”; en la Conferencia, el estratega en Jefe de DT, Stephen Bannon, exdirector del noticiero ultraderechista, Breitbart News, denunció a la prensa “globalista y corporativista”.

En el marco de los medios de comunicación, DT se negó a asistir a la cena anual de corresponsales de la Casa Blanca, del 25 de febrero, rompiendo con una tradición iniciada en 1921 que reúne a lo más selecto de la prensa, la política y a celebridades; uno de los voceros de DT justificó su ausencia en la cena diciendo “que él no fue elegido para pasar el tiempo con reporteros y celebridades”.

De acuerdo a diferentes analistas políticos, DT busca capitalizar la amplia hostilidad que existe hacia los medios corporativos con el fin de avanzar una política derechista y autoritaria: utilizar el poder del Estado para atacar a los medios de comunicación en general y a periodistas individuales. El objetivo de DT es sentar las bases para ataques aún más amplios y violentos contra los derechos democráticos en el marco de una escalada en los conflictos en el extranjero (América Primero) y en la contrarrevolución social dentro del país.

El tenor fascista del gobierno de DT emerge de su ultranacionalismo, cuyo propósito es desviar las tensiones sociales hacia el exterior, de aquí que entre otras iniciativas al Congreso, solicitó recursos adicionales para el Ejército, “estaremos modernizándolo todo, todo el ejército, en ofensiva en defensiva, todo”; DT añadió que será una de las más grandes en la historia estadounidense, “nadie volverá a cuestionar nuestro poderío militar”; también prometió ampliar el arsenal nuclear estadounidense, “si todos los países van a tener armas nucleares, seremos los primeros”.

Detrás de los discursos megalómanos de DT se escucha el eco de Hitler. Inconcebible que en un país de leyes e instituciones como EUA se esté instaurando una dictadura. La filosofía de un personaje grotesco como DT choca contra la democracia. DT la está destruyendo, lo trágico de su barbarie es que no está solo; la legalidad de la elección democrática de DT como presidente de EUA no le da derecho a hacer lo que quiera, confío en que los estadounidenses asuman su responsabilidad frente a un siniestro personaje que los está llevando al abismo. “En EUA se está librando una batalla por la libertad que debe ser del interés de todos”.