DAVID DAOUD

Hezbolá se propone librar su próxima guerra contra Israel desde bien adentro de Siria, según un informe de un sitio noticioso pro-Hezbolá de la semana pasada.

El informe, encontrado en el sitio web Ya Sour, citó a fuentes de Hezbolá diciendo que el grupo tiene intención de disparar proyectiles de largo alcance al estado judío desde la línea de Qalamoun y la Montaña Anti-Líbano, áreas firmemente bajo el control de grupos chiíes tanto a los lados sirio como libanés de la frontera.

Hay razones para sospechar que Hezbolá ha acumulado, de hecho, un arsenal de misiles en esas áreas particularmente, ya que la ciudad de Baalbek, el corazón de su bastión del Valle Baalbek, se encuentra cerca. Los ataques aéreos israelíes contra el grupo en Siria han estado concentrados en Qalamoun. Además, un portavoz del Frente Sirio de Salvación Nacional, llamado Fahd al-Masri, dijo en diciembre del 2016 que Hezbolá estaba acercándose a la finalización de un túnel en el valle Zabadani que vincula estas dos áreas.

Hezbolá busca facilitar la transferencia de armas y “reforzar su presencia en las áreas estratégicamente importantes” en el campo al occidente de Damasco, que incluye a Qalamoun, según al-Masri.

Anteriormente, en el 2016, imágenes satelitales revelaron un depósito de armas de Hezbolá apenas al norte de esa área en Qusayr, en donde el grupo, según se informa, albergaba cohetes Katyusha, morteros y obuses. Los informes afirmaban también que Hezbolá estaba almacenando allí misiles balísticos producidos por Irán, incluidos los Shahab-1, Shahab-2 y Fateh-110/M-600, los que la organización podría usar para atacar a Israel. Los servicios de inteligencia han sospechado hace mucho que Hezbolá posee estos misiles, pero eso no ha sido confirmado.

Las fuentes de Hezbolá dijeron a Ya Sour que el grupo estaba cambiando sus operaciones de misiles a la línea Qalamoun y la Montaña Anti-Líbano porque sería más fácil “camuflar los cohetes y proteger sus almacenes y lanzadores del peligro de los aviones militares israelíes.” Además agregaron que las vastas expansiones de Qalamoun hacían ideal a la región para disparar fácilmente y salvo misiles balísticos de largo alcance a Israel.

Este último informe coincide con otros en relación a que Hezbolá ha transferido sus cohetes de más largo alcance a Siria como parte de una reestructuración de sus fuerzas, ya que ellos requieren plataformas de lanzamiento muy grandes como para ser ocultadas en Líbano de la vigilancia aérea de Israel.

Hezbolá tiene buena razón para preferir colocar sus armas de largo alcance en Siria. Esto colocaría esos proyectiles fuera del alcance de las tropas terrestres de las FDI, y podrían ocultarse en los refugios reforzados del ejército sirio para aislarlas mejor de ataques aéreos. En el segundo día de la Guerra del Líbano del 2006, le tomó 34 minutos a la Fuerza Aérea de Israel destruir la mayoría de los misiles de mediano y largo alcance ocultos en el escabroso terreno libanés.

Dispersando las armas a lo largo de las Montañas Qalamoun, Hezbolá complicaría la tarea de Israel de replicar ese éxito. Los aviones israelíes ahora tendrían que cubrir un área mucho más grande para localizar y destruir estos cohetes, mientras también se preocupa por esquivar las defensas aéreas siria y rusa.

Sin embargo, estas dificultades agregadas no son irremontables para Israel. La concentración de ataques israelíes en la región Qalamoun – 43 a la fecha – demuestra que el arsenal en esa zona se encuentra bien dentro del alcance de la F.A.I.

El tamaño de las plataformas de lanzamiento y misiles de largo alcance, su tiempo de abastecimiento, y su falta de movilidad los harían presa fácil para los aviones israelíes que operan sobre Qalamoun, permitiendo que Israel replique su éxito del 2006. Israel también tiene experiencia en superar las defensas aéreas de fabricación rusa, como hizo durante la Guerra del Líbano de 1982 contra la red de defensa aérea misilística de Siria levantada por los soviéticos en el Valle de Beqaa. El nuevo escuadrón de aviones F-35 de Israel, que se espera entre en servicio para fines del 2017, ayudará a remontar ese reto una vez más en una futura guerra contra Hezbolá.

El número de frentes sobre los cuales Hezbolá intentará combatir es también parte de las “sorpresas” por venir en una guerra futura, “la que está justo a la vuelta de la esquina o más cerca,” dijeron las fuentes de Hezbolá. Ellos afirmaron que ya habían terminado de preparar los Altos del Golán como un frente adicional al sur de Líbano y habían transferido allí armas de alta calidad y especializadas, cumpliendo una promesa de largo tiempo del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Curiosamente las fuentes, según se informa, hicieron esta afirmación dos días antes que Harakat al-Nujaba, una milicia iraquí controlada por Irán – que una vez se describió a sí mismo y a Hezbolá como “mellizos de la resistencia” – anunciara la formación de su “Brigada de Liberación del Golán” para combatir a Israel.

A pesar de las afirmaciones de Hezbolá, combatir a las FDI en múltiples frentes no será suficiente, en sí, para desbordar a Israel. Los israelíes han combatido exitosamente tales guerras en el pasado contra ejércitos convencionales. Es la dependencia de Hezbolá de las tácticas guerrilleras que lo hacen un enemigo más elusivo y formidable. Sin embargo, esas tácticas – que dependen de la topografía más escabrosa de Líbano – será menos eficaz en la parte siria relativamente llana de los Altos, en donde Israel controla el terreno.

Lo más importante, la afirmación de que Israel y Hezbolá están al borde dela guerra, debe ser tomada con pinzas, ya que la organización sigue muy empantanada en Siria como para enfrentar seriamente a las FDI.

 

Fuente: The Long War Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México