La famosa foto de los primeros soldados israelíes en el Kotel, consagró al Muro Occidental como el lugar más representativo del pueblo judío. El muro es, sin duda, el lugar más simbólico del judaísmo.

MARCOS GOJMAN

El primer Templo de Jerusalem fue construido por el rey Salomón en el monte Moriah, en los primeros años de su reinado (970 a 931 A.E.C.). Fue destruido por Nabucodonosor, rey de Babilonia en el año 586 A.E.C. El segundo Templo se empezó a construir en el año 538 A.E.C y se terminó 23 años después. Varios siglos después, alrededor del año 20 A.E.C, el segundo Templo fue renovado y expandido por Herodes el Grande (73 – 4 A.E.C.) quien había sido nombrado rey de Judea.

La reconstrucción del templo bajo Herodes comenzó con una expansión masiva del monte Moriah, el cual tenía una meseta en el extremo norte y declinaba abruptamente en la ladera sur. El plan de Herodes era que la montaña entera se convirtiera en una explanada gigante. Para extender la meseta natural del Monte, encerró el área entre cuatro grandes muros de contención y rellenó los huecos. Encima de esa explanada Herodes prácticamente volvió a construir el Templo, usando como obreros exclusivamente a sacerdotes y levitas. El Templo de Herodes fue destruido completamente por los romanos en el año 70 E.C.

Hoy en día en Jerusalem, la mayor parte del muro de contención está oculto detrás de edificios residenciales, con excepción de la parte sur del lado occidental del muro, que sí está visible y es lo que se conoce como el Muro Occidental, en hebreo, el Kotel Hamaarabi. Por lo tanto, en sentido estricto, el Kotel no era parte integral del Templo mismo, sino de la explanada del monte.

El midrash habla del muro occidental del Templo, pero es hasta el siglo XVI, con la conquista otomana de la tierra de Israel y la migración de los judíos españoles a tierras turcas, que se menciona en algunos escritos al Muro Occidental de la explanada del Templo, como un lugar donde los judíos se reunían para rezar. Con la expansión de la población judía en la tierra de Israel a partir del siglo XIX y el aumento de visitantes, la popularidad del muro empezó a crecer entre el pueblo judío. La imagen del muro empezó a aparecer en obras de arte folklórico judío, a ser mencionado en obras literarias y fue cuando empezaron los primeros trabajos arqueológicos.

Algunos filántropos judíos, como Sir Moses Montefiore y el baron Rotchild, trataron de comprar el muro y el barrio adyacente, pero no pudieron por razones que no han quedado claras. El banco Anglo Palestino lo intentó a principios del siglo XX con la misma suerte. Después de la declaración Balfour y con el reconocimiento de una comunidad judía en la Tierra de Israel por el mandato británico, el Muro Occidental empezó a tener un significado nacional además del religioso.

Desde principios del siglo XX, el Muro Occidental fue escenario constante de la pugna entre árabes y judíos. Una comisión de la Liga de las Naciones, en 1930, resolvió que el Muro era propiedad de los musulmanes, pero que los judíos tenían todo el derecho de poder rezar ahí, aunque no podían tocar el shofar. Practicamente, desde 1947 hasta 1967, los judíos no tuvieron acceso al Muro, hasta la guerra de los seis días, cuando la Jerusalem vieja pasó a manos judías. La famosa foto de los primeros soldados israelíes en el Kotel, consagró al Muro Occidental como el lugar más representativo del pueblo judío. El muro es, sin duda, el lugar más simbólico del judaísmo.

 

 

Bibliografía: Encyclopaedia Judaica y otras fuentes.

Fuente:alreguelajat.com