Un adolescente judío israelí- estadounidense de Ashkelon fue arrestado por realizar amenazas de bomba a los centros comunitarios judíos en EE.UU., Europa, Australia y hasta Nueva Zelanda durante los últimos seis meses

Después de una operación de meses de duración, en cooperación con el FBI y otras agencias extranjeras encargadas de hacer cumplir la ley, la policía israelí arrestó a un judío israelí de 19 años sospechoso de llevar a cabo cientos de amenazas de bomba.

Desde enero, más de 100 centros comunitarios norteamericanos, así como otras instituciones, han recibido amenazas de bomba, lo que llevó a algunos padres a sacar a sus hijos de los programas de dichos centros.

Juan Thompson, un residente de St. Louis, fue acusado de cometer ocho de las amenazas, pero parece haber sido un imitador.

Fuentes indican que la mayoría de los casos de amenazas contra las comunidades y organizaciones judías, aunque no todas, llevaron a los investigadores a Israel; hay una orden de sumario levantada por la Corte del Magistrado Rishon Lezion.

La primera amenaza, que se destacó y fue recogida por los investigadores israelíes, se produjo en Nueva Zelanda hace alrededor de seis meses y condujo a la apertura de la investigación.

Israel ha sido el coordinador principal de la investigación, con varios otros países involucrados.

El sospechoso usó métodos complejos para protegerse de la identificación, y la policía tuvo que usar una variedad de sus propios métodos para encontrarlo.

Las fuerzas del orden finalmente registraron la casa del sospechoso el jueves y sólo ahora pueden reconstruir la amplitud y metodología de sus operaciones.

Todavía hay pocos detalles disponibles sobre el perfil del sospechoso, pero se sabe que no está en las Fuerzas de Defensa Israelíes, ni es ultra-ortodoxo; en algún momento hizo Aliyá y posiblemente tiene problemas psicológicos y sociales.

El padre del sospechoso también ha sido detenido y está siendo interrogado sobre las actividades del joven, incluyendo el uso por su parte de una antena grande y otro tipo de hardware inusual.

Se desconoce cuántos otros pudieron haber trabajado con el sospechoso, pero se cree que era el operador principal de las amenazas y pudo incluso haber actuado totalmente solo.

Todavía no está claro cuáles fueron las motivaciones del sospechoso. A la luz de las amenazas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se enfrentó a acusaciones de que no había hecho lo suficiente en la lucha contra el antisemitismo, pues no condenó de forma inmediata las amenazas, que sucedieron a la par de la profanación de tumbas judías, que presumiblemente no estaban conectadas con el sospechoso.

Israel tiene la intención de acusar al sospechoso en sus propios tribunales, pero se desconoce, este jueves, si otros países como Estados Unidos podrían también tratar de extraditarlo y juzgarlo por sus presuntos crímenes.

El portavoz de la Policía, Mickey Rosenfeld, dijo al Jerusalem Post que “ésta es una de las varias operaciones policiales que se llevan a cabo con otras organizaciones internacionales de seguridad e inteligencia, para intentar encontrar sospechosos”.

“Esta investigación específica fue compleja en términos del sospechoso y su naturaleza y hubo un avance significativo en la investigación que nos llevó a hacer la detención del joven que vive en el sur de Israel”, dijo.

Rosenfeld señaló que “él es el principal sospechoso detrás de las numerosas amenazas que se hicieron a diferentes comunidades y organizaciones judías en todo el mundo”.

Además, dijo que, “como parte de la inversión en curso, estamos tratando de ver si y cómo estaba conectado con las diferentes comunidades judías en los Estados Unidos. Estamos investigando la conexión americana y tratando de ver si hubo un incidente que lo llevó a amenazar a esas comunidades”.

Fuente: Times of Israel y Jerusalem Post/ Traducción: May Samra para Enlace Judío/ Reproducir con la mención ©EnlaceJudíoMéxico