THE WALL STREET JOURNAL

Ni siquiera los esfuerzos contraterroristas de Inglaterra pueden detener cada ataque.

Las autoridades inglesas han advertido durante años que es “altamente probable” otro ataque terrorista, y se comprobó que tenían razón el miércoles con un ataque sangriento en el centro administrativo de Inglaterra en medio de multitudes de turistas. La violencia y asesinato por su propio nombre son todavía la tarjeta de presentación yihadista.

Mark Rowley, jefe de contraterrorismo de Inglaterra, dijo que un atacante manejó un vehículo hacia transeúntes en el Puente de Westminster, un popular sitio para vistas del Parlamento, apenas a dos cuadras de Downing Street y las oficinas del gobierno junto a Whitehall.

Un hombre armado con un cuchillo dejó el coche y luego trató de entrar al Parlamento y apuñaló a un oficial de policía antes de ser abatido.

Se confirmó que murieron cuatro víctimas y el presunto atacante, además hubo 40 heridos, algunos de gravedad. Uno de los muertos era un oficial de policía, y los heridos incluían a algunos niños franceses en un viaje escolar. La mayoría de las víctimas eran peatones sobre el puente que abarca el Río Támesis.

Poco se supo inmediatamente sobre el atacante o la motivación, aunque es posible sacar conclusiones. El miércoles fue el primer aniversario de un ataque del Estado Islámico (ISIS) contra el aeropuerto y una estación de subterráneo en Bruselas que mató a 32 e hirió a cientos. La utilización de vehículos como armas letales se ha vuelto una marca registrada del ISIS con las locuras de los camiones en Niza en julio y Berlín en diciembre.

El ISIS ha dicho hace mucho que está tomando como blanco a Inglaterra, la Primer Ministra Theresa May denunció “el ataque terrorista enfermo y depravado,” y el Sr. Rowley dijo que los investigadores creen que el atacante fue inspirado por el terrorismo internacional.

Rowley dijo anteriormente este mes que las autoridades han frustrado 13 ataques planificados de escalas variadas desde el año 2013. Considerando que cientos de británicos han viajado al Medio Oriente para unirse al Estado Islámico, la seguridad relativa del Reino Unido a la fecha es un crédito de sus servicios de inteligencia.

Nadie debe olvidar que al Qaeda está todavía también en el negocio y buscando hacer un retorno violento en la escena mundial. Los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos prohibieron esta semana artefactos electrónicos en aviones de algunos países, aparentemente en respuesta a las preocupaciones de que los terroristas podrían estar desarrollando nuevos métodos de bombardeo. Algunos pasajeros están quejándose en los medios de comunicación por la inconveniencia de ir sin una computadora laptop en vuelos largos, pero los libros se publican todavía y están disponibles.

La prohibición de laptops y el ataque británico destacan el alcance de la amenaza terrorista y la necesidad continua de vigilancia, interrogatorios y la ruptura de las redes terroristas en el exterior para mantener a los yihadistas a la defensiva. Los yihadistas pueden atacar desde larga distancia a través de aviones, ellos pueden entrenar y enviar a un agente al país seleccionado, o pueden inspirar y reclutar a un nacional radicalizado para que ataque por su propia cuenta.

La tentación después de un período de calma relativa como la de las últimas semanas puede hacer pensar que ha disminuido la amenaza. Pero los funcionarios de contraterrorismo saben que lo peor puede llegar cuando el ISIS sea expulsado de sus santuarios en Mosul en Irak y Raqqa en Siria. En medio de las recriminaciones políticas en Estados Unidos por intervenciones de líneas telefónicas relativas a la elección, tengan en cuenta que la inteligencia es crucial para la seguridad pública.

 

 

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México