La nadadora judeo-estadounidense, Dara Torres, cumplirá 50 años de vida el siguiente sábado 15 de abril y para festejar su siguiente cumpleaños, hacemos un recuento de la vida de una de las más grandes deportistas judías en la historia.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

La historia de Dara no es ni remotamente parecida a la de varios atletas judíos de los que les hemos contado. A diferencia de muchos, el judaísmo le fue llegando a Dara justo cuando sus logros deportivos se catapultaban.

Dara nace en Los Ángeles California, Estados Unidos, en una familia que tenía de todo; su mamá era una modelo estadounidense que nació católica y su papá era un inmigrante de Cuba que tenía raíces judías y cuando Dara era niña, tanto ella, como sus 5 hermanos, no eran apegados a ninguna religión.

Al ir creciendo, Dara siguió la tradición de la familia y, al igual que sus hermanos, comenzó sus primeros días como nadadora en una escuela para jóvenes, que curiosamente era una organización cristiana.

A los 14 años, Torres, ganó su primera competencia a nivel nacional en la prueba de 50 metros libres. Para sus 17, Dara llegó a las olimpiadas en 1984; en la versión de Los Ángeles, ella y el equipo de natación de Estados Unidos fueron locales, lo cual aprovecharon al máximo y como consecuencia, Dara terminó ganando Oro en la categoría de 4 x 100 junto con su equipo.

Para las olimpiadas de 1988, en Seúl, Corea del Sur, Dara ganó una medalla de plata y otra de bronce. Para su tercera Olimpiada en 1992, en Barcelona, Dara volvió a aganar un oro en equipos; poco después de dicho evento, la múltiple medallista olímpica decidió retirarse y dejar el agua por aparte.

Para el año 2000, el mundo cambiaba de milenio, Dara se encontraba en un momento complicado en su vida y gracias a esto decidió indagar en sus raíces, al explorar en ellas, se dio cuenta que había encontrado una parte de ella que no conocía y que la acercaba más a su espiritualidad; Dara encontró su parte judía y se sintió muy identificada , así que decidió convertirse al judaísmo por completo; por si fuera poco, antes de esto, la atlética rubia, decidió volver al agua.

Su regreso a la natación fue impresionante, en parte por la edad, ya que a los 33 años, ya no era ninguna jovencita en el deporte, y sobre todo por el hecho de que al regresar tuvo un impacto inmediato, debido a que en las Olimpiadas de Sidney, Torres ganó 5 medallas olímpicas. En aquel año, Dara logró algo insólito, ya que fue la atleta más ganadora y la más grande de edad del equipo olímpico estadounidense.

Al terminar los Juegos Olímpicos de Australia, Torres decidió salir nuevamente de la alberca. Al tomar esta decisión, Dara se consagraba como una de las mejores atletas de todos los tiempos, gracias a esto, en 2005, fue inducida en el Salón de la Fama de los Judíos en el Deporte y poco tiempo después se embarazó; para 2006, Dara ya era mamá.
16 meses después de dar a luz a Tesa Grace, Dara sentía que aún tenía un poco más en el tanque, y aunque un segundo regreso parecía imposible, no lo quería desperdiciar , así que decidió tomar su tercer aire y regresar al deporte de sus amores.

Para las Olimpiadas de 2008 en Pekín, Dara regresó con 41 años al equipo olímpico, para disputar su quinta Olimpiada. En esta ocasión Dara tuvo una de las finales más emocionantes en la historia de los 50 metros libres y por un pelo se tuvo que conformar con un valiosísimo segundo lugar. Al finalizar las olimpiadas, Dara se llevó 3 platas a casa.

Al regresar a los Estados Unidos, Dara incluyó una nueva faceta a su vida al escribir el libro Age Is Just A Number (La edad es sólo un número). El libro, que fue publicado en 2009, consiguió ser uno de los 25 más vendidos en sus primeros meses y ahora se le considera un Best Seller. Ese mismo año, Dara ganó un premio ESPY al mejor regreso en materia deportiva.

Después de todos esos éxitos, Dara siguió nadando e incluso intentó ser parte del equipo olímpico de 2012; sin embargo no pudo adueñarse de una plaza olímpica, gracias al alto nivel del equipo americano.

Al día de hoy Dara comparte récord en la natación femenina en Estados Unidos, con 12 medallas olímpicas y hasta la fecha tiene en su poder tres récords olímpicos.