Todos los lunes en la mañana, la gente camina apresurada de regreso a sus trabajos tras un fin de semana largo. Es muy difícil levantarse y empezar a correr después de un descanso de dos días, pero eventualmente cada uno de nosotros regresa a la carrera. Los más motivados empiezan a alta velocidad y los que se quedan atrás realmente no pueden continuar hasta que han tomado su segunda taza de café, sin embrago, todos despiertan a la búsqueda de la felicidad. Para muchos, eso significa acumular los “juguetes” con los que a los adultos les gusta jugar. Joyas, carros, casas y vacaciones están a la cabeza de la lista. El dicho dice “aquel con más juguetes sale ganador.”

RAB. RAYMOND BEYDA

Eso es cierto únicamente si te preocupa lo que puedas conseguir para poder representar quién eres. Sin embargo, el trabajo verdadero consiste en esforzarte en quién eres más que en qué tienes; en aprender a controlar la ira o el habla de uno, en volverse más noble y generoso, ser más atento y dedicado a los valores que nos da la Torá; éste es el trabajo verdadero que una persona enfrenta cada día y cada noche de su vida. En este trabajo no hay vacaciones y no hay fines de semana. Uno debe estar en el calor de la batalla todo el tiempo.

Cuando te enredes en el juego de coleccionar “juguetes” materiales, frena un poco para cambiar los engranes y poder trabajar en quién eres realmente que en qué tienes.

Fuente: Raymond Beyda Online
Traducción: Aranza Gleason