La “Torá de la Paz”, una extraordinaria impresión del Antiguo Testamento, cuyo propósito es el dialogo interreligioso, será entregada al Presidente israelí Reuven Rivlin el próximo 27 de abril.

La obra ya ha sido recibida por al Papa Francisco en el Vaticano el pasado dia 23 de febrero; asi como a la Ciudad de Urbino, cuna de Rafaelo Santi, el dia 19 de abril, quedando expuesta en el Palacio Ducal, al lado de la Biblia de Montefeltro, de valor incalculable. Ambas quedaran unidad por su belleza y aporte a la humanidad.

Ayer, 19 de abril, el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, recibió la “Torá de la Paz”.

La ideó un judío mexicano, Dan Tartakovsky; la ilustró un cubano, Baruj Salinas; la prologaron dos argentinos: el curador de los Rollos del Mar Muerto, Adolfo Roitman, y el rabino Abraham Skorka; fue caligrafiado en Jerusalem por el escribano Izzy Pludwinsky y realizado en Italia por la compañía Arte Scritta. Así nació una obra internacional, un precioso Pentateuco, entre la tradición y el futuro.

La Torá, adoptada por el Torah Proyect, nos muestra bajo otra luz este grandioso libro, el Pentateuco, que nuevamente toma su lugar en una época de incertidumbre política,” tratando de enseñarnos”, dice Tartakovsky, “que la función de los libros santos es la comunicación y el diálogo entre las religiones e ideologías, no la destrucción de ellas”.

Se proyecta entregar la ” Torá de la Paz” a los Reyes de España y de Suecia, así como a la canciller Ángela Merkel.

Otros proyectos podrían ser unas ediciones únicas de los Rollos del Mar Muerto , de la Mishná o del Talmud y quizás- ¿ por qué no?-  del Corán.

“El dialogo es la base del respeto” concluye el mexicano.

La “Torá de la Paz”

Este monumental proyecto nació hace 3 años en la FIL Guadalajara, cuando el coleccionista de arte y libros Dan Tartakovski se aproximó al editor español Ricardo de la Fuente con la idea de crear un libro a partir de los textos que componen la Torá, ya que buscaba un Sefer Torá artístico, algo que no existía.

Las reuniones entre ambos fueron poco a poco dando fruto y fueron evolucionando hasta que finalmente tomó esta, su forma final, que es a la vez un libro de arte exquisito y un libro sagrado, además de un diálogo, ya que la Torá une a la religión cristiana y a la judía.

Para lograr esta empresa, los editores reunieron alrededor del proyecto a una serie de personalidades de los mundos religioso y artístico, como Adolfo Roitman, quien es el curador de los Rollos del Mar Muerto, y Sergio Pagano, quien es director del Archivo Secreto Vaticano, además del Rabino Abraham Skorka, director del Seminario Rabínico Latinoamericano.

Las ilustraciones las realizó el artista plástico Baruj Salinas, judío nacido en Cuba quien reside en Miami quien ha expuesto al lado de grandes como Miró y Tapies. El papel con que está hecho este libro procede de una casa papelera italiana que data de 1404, además de que la caligrafía en que está escrito fue diseñada especialmente para él.

Sólo se produjeron 126 ejemplares de esta obra, producto de 18, que simboliza la vida, y de 7, un número cabalístico.