MORRIS STRAUCH

Mi padre escribió su poema “A las Puertas del Crematorio” originalmente en yidish, tal vez un par de décadas después del Holocausto, como un tributo a sus padres y hermanos que perecieron en la campaña genocida nazi durante el Tercer Reich. Él, Israel Strauch, el menor de 4 hermanos, después de haber sido esclavo en Mittlewerk y de haber estado concentrado en los campos de Mittlebau-Dora y Bergen Belsen, fue liberado por el ejército británico el 15 de abril de 1945. Yakov Strauch, el mayor de los hermanos, también sobrevivió; cuando se reencontraron, el tío Yakov –Jasa– ya era alto funcionario del gobierno comunista polaco de la post guerra.

Un año o dos, antes de morir en 1995, papá se aseguró de que yo me quedara una copia de su poema, al cual le agregó la dedicatoria: ¨… ojalá mis tristes vivencias hayan logrado pavimentar el camino para la felicidad de mis hijos y de la humanidad…: Tu padre.¨

Ésta es la adaptación que hizo al español:

A las Puertas del Crematorio

Larga noche y obscura,
ya mi cuerpo muy cansado
y al borde de la locura,
me traslado al pasado:

A lo lejos se vislumbra
mi pueblito y sus cascadas,
aún distingo en la penumbra
sus callecitas empedradas.

Siento aún la fortaleza
de mi padre bien formado,
desafiando la pobreza
se quedaba encorvado.

Y mi madre tan pequeñita,
no hallaba un descanso
preparando la cenita
engordando al pobre ganso.

A los trece me preparo al Bar-Mitzva,
como hombre empeñado a
vender muy caro
el honor y el buen nombre.

Ya el cielo se ve cargado
de nubes negras y pesadas,
mi destino fue marcado
por la bestia y sus pisadas.

Humillado, masacrado
y por todos perseguido,
sin piedad aniquilado
nuestro pueblo elegido.

Niños, padres y hermanos
sin ninguna moratoria,
agarrados de las manos
perecieron en crematorios.

Desbordados ya los ríos
con el llanto de infantes,
yo, en busca del Dios mío
a salvarnos, cuanto antes.

¿Será posible que no escucha?
¿es tan débil ya mi grito?
dame fuerzas en mi lucha
contra el mal que no es mito.

Sí tú mismo encargaste
a Moisés los mandamientos
¿por qué entonces no paraste
las masacres, sufrimientos?

Aunque ya muy castigado,
tu gran pueblo tan notorio,
te está invocando
a las puertas del crematorio.

Israel Strauch.