Enlace Judío México.-En medio de las luces y sombras que resumen la vida del Estado de Israel en su cumpleaños número 69 (que acaba de cumplir, celebrándolo de acuerdo al calendario hebreo), puede resultar interesante analizar determinadas situaciones a través de los números.

ANA JEROZOLIMSKI

Y en este sentido, resulta significativo hacer referencia a un sondeo publicado hace pocos días sobre cómo los israelíes ven su futuro. El estudio fue realizado conjuntamente por el Instituto Israelí de Democracia y la Universidad de Tel Aviv. Su resultado principal es que el 71% de los ciudadanos, se dijo “muy optimista” o “bastante optimista” respecto al futuro del país.

El desglosamiento de dicho dato es que el 73% de los ciudadanos judíos respondieron de esa forma, y también el 61% de los ciudadanos árabes. Clara mayoría en ambos casos.

Es interesante que tanto judíos como árabes contestaron en casi idénticos porcentajes que sus líderes “no son tan buenos” o “no son buenos en absoluto” en la atención a sus necesidades, pero por otro lado, los judíos fueron mucho más duros que los árabes al analizar si los gobernantes de Israel hacen buen trabajo : sólo el 2% de la población judía considera que hacen “muy buen trabajo” para tomar en cuenta sus requerimientos, mientras que entre los ciudadanos árabes, la respuesta del “muy buen trabajo” fue de casi el 19%.

Algo menos de la mitad de los encuestados, el 47.5%, dijo que la situación actual de Israel es “buena” o “muy buena”. El desglosamiento mostró que mientras así respondió el 44% de los judíos, entre los ciudadanos árabes el porcentaje ascendió al 56%.

Más del 80% de los participantes en el sondeo, dijo que se siente “bastante orgulloso” o “muy orgulloso” de ser israelíes. Era previsible, con la problemática nacional de fondo, que en esta pregunta habría una clara mayoría judía dando una respuesta positiva, concretamente un 86% de los ciudadanos judíos. Aún así, cabe señalar que el 51% de los ciudadanos árabes se dijo “bastante orgulloso” o “muy orgulloso” de ser israelíes.

Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, al celebrar Israel su 69 años de vida independiente, estos son algunos de los números que presentan al país tal cual es hoy:

La población de Israel alcanza aproximadamente los 8.68 millones de habitantes. Esto es once veces más que las 806 mil almas cuando el establecimiento del Estado en 1948.

Cerca del 75% de la población son judíos. Los árabes son un 21% de la ciudadanía israelí (1.800.000, en comparación con algo más de 200 mil cuando la creación del Estado). El resto son un 4.5% de drusos y otras etnias y denominaciones.

Dado que aún hay ignorantes y/o mal intencionados que acusan a Israel de “limpieza étnica” de los árabes, vale la pena tomar conciencia de estos datos de población.

Desde el Día de la Independencia del año pasado, cuando Israel cumplió 68 años, la población aumentó en 159 mil almas, o sea un 1.9%. Nacieron 174 mil bebés, 44 mil personas fallecieron y 30 mil nuevos inmigrantes se radicaron en el país. Probablemente sea el único país del mundo que aún lidia con amenazas de seguridad, que continúa atrayendo inmigración.

La Oficina Central de Estadística calcula que cuando Israel cumpla cien años, en el 2048, la población habrá superado los 15 millones.

Israel es también hoy un variado mosaico de culturas. Se los vio claramente también en el reciente acto ya tradicional en el Día de la Independencia, en el que el Presidente Reuven Rivlin recibió y felicitó a 120 soldados sobresalientes de todas las Fuerzas de Defensa de Israel. En el grupo había judíos, árabes musulmanes, cristianos, beduinos, nativos de Israel e inmigrantes, de origen ashkenazí y sefaradí, llegados de la ex URSS, de Perú y de Etiopía, religiosos y laicos, hombres y mujeres.

Entrevistamos a Sultan Shibli, uno de los 120, un soldado beduino de 21 años, cuya función es enrolar a miembros de minorías no judías que así lo deseen, para que sean parte del ejército israelí. Nos lo contaba con orgullo, convencido de que con ello, aporta al país y a su propia comunidad. Y en pocos días, otra entrevista original, con una joven soldada cuyos padres llegaron de Etiopía siendo ella misma ya nacida en Israel, y que en el ejército, tiene una función educativa: enseñar hebreo a voluntarios árabes que se enrolan y que sienten que deben mejorar aún su dominio del idioma.

Israel, un país de contradicciones ..un verdadero mosaico cuyas piezas, desde afuera, no se captan cabalmente con facilidad.

 

 

Fuente:cciu.org.uy