Enlace Judío México – El pasado martes 2 de mayo en el auditorio de la librería Gandi de Miguel Ángel de Quevedo, se presentó el libro titulado “Tuberías” del escritor israelí Etkar Keret.

El escritor Etkar Keret nació en Israel en 1967, en la ciudad de Ramat Gan. Entre su obra se encuentran colecciones de cuentos cortos, guiones para televisión y cine; además, está considerado como uno de los máximos exponentes de la narrativa moderna israelí por su amplio empleo del lenguaje coloquial con el que teje historias donde la vida cotidiana, el humor negro y el surrealismo conviven con lo grotesco e incluso lo pueril.

Como escritor goza de inmensa popularidad, especialmente entre el público adolescente, ávido lector de sus obras.

Para Keret la literatura es una herramienta más para comprender al mundo. Durante la concurrida presentación de su libro, el prolífico escritor ennumeró un “décalogo” para todo aquel que quiera navegar en el mar de las letras.

1. Asegúrate de que te lo estás pasando bien
A los escritores les encanta presumir de lo duro que es el proceso creativo. Están mintiendo. No quieren admitir que se ganan la vida pasándolo bien. Escribir es una manera de vivir otra vida. Muchas vidas. Las de incontables personas que nunca serás pero que son completamente tú. Cada vez que te sientes y te enfrentes a una página en blanco, da las gracias. Es divertido. Elegante. Chulo. Y no dejes que nadie te diga lo contrario.

2. Ama a tus personajes
Para que un personaje sea real, tiene que existir al menos una persona en este mundo que sea capaz de entenderlo, les guste o no lo que haga y diga el personaje. Eres el padre y la madre de los personajes que creas. Si tú no los quieres, nadie lo hará.

3. No le debas nada a nadie
En la vida real, si no te comportas puedes acabar en la cárcel o en un psiquiátrico, pero en la literatura, todo vale. Si hay un personaje en tu historia que te atrae, bésalo. Si hay una alfombra que odias, métele fuego. Cuando se trata de escribir, puedes destruir planetas enteros y erradicar civilizaciones a golpe de teclado. Aún así tu vecina mayor no te va a retirar el saludo.

4. Empieza siempre desde la mitad
El principio es como el  borde chamuscado que se ha quedado en el molde de una tarta. Quizá lo necesitas pero no es realmente comestible.

5. Intenta no saber el final
La curiosidad es una fuerza poderosa. No te dejes arrastrar por ella. Cuando vayas a escribir un relato o un capítulo, toma el control de la situación y de las motivaciones de los personajes, pero déjate sorprender siempre por los giros de la trama.

6. No hagas algo porque «siempre ha sido así»
Párrafos, comillas, personajes que siempre estarán incluso cuando pases de página. Todo eso son convenciones que están a tu servicio. Si no te sirven, olvídate de eso. El hecho de que cada libro tenga unas reglas no quiere decir que tengan que servir para tu libro.

7. Escribe con tu estilo
Si intentas escribir como Nabokov, siempre habrá por lo menos una persona —cuyo nombre es Vladimir y apellido es Nabokov— que lo hará mejor que tú. Pero cuándo se trata de escribir como tú sabes, siempre serás el campeón del mundo.

8. Asegúrate de que estás solo en la habitación cuando escribes
Aunque escribir en cafeterías suene romántico, tener a gente a tu alrededor te distraerá, aunque no te des cuenta. Cuando no hay nadie a tu alrededor, puedes hablar contigo mismo y tocarte la nariz. Y meterse el dedo en la nariz es una misión menos natural cuando hay gente mirando.

9. Deja que te animen las personas a las que le gusta lo que escribes
E intenta ignorar a los demás. Simplemente, cualquier cosa que escribas no es para ellos. No importa. Hay un montón de escritores en el mundo. Si buscan lo suficiente, encontrarán a uno que cumpla con sus expectativas.

10. Oye a todos pero no escuches a nadie (excepto a mí)
Escribir es uno de los territorios más privados del mundo. De la misma forma que nadie puede enseñarte a hacer café, tampoco nadie te puede enseñar a escribir. Si alguien te da un consejo que suene bien y funcione mejor, úsalo. Si te dan un consejo que suene bien pero que no funciona, no pierdas ni un segundo. A lo mejor le sirve a otro.

Después de una interesante sesión de preguntas y respuestas, Etkar Keret generosamente firmó libros y conversó con el público asistente.