BARAK RAVID

La reubicación de la embajada de Estados Unidos se convierte en el primer desacuerdo público entre la administración de Trump y el gobierno de Netanyahu después de que Tillerson admitiera que el movimiento se percibe como parte de los esfuerzos de paz.

El traslado de la embajada estadounidense a Jerusalem no dañaría el proceso de paz con los palestinos, sino que ayudaría a los esfuerzos de paz, dijo el domingo la Oficina del Primer Ministro. “La reubicación de la embajada estadounidense impulsaría el proceso de paz, al tiempo que corregiría una injusticia histórica y rompería la fantasía palestina de que Jerusalem no es la capital de Israel”.

Un alto funcionario israelí dijo que Netanyahu expresó su deseo de que la embajada sea trasladada a Jerusalem en sus reuniones con Trump y Tillerson durante su última visita a Washington. Netanyahu, señaló el funcionario, incluso planteó el tema en varias llamadas telefónicas con Trump desde que éste último asumió el cargo a la presidencia de Estados Unidos en enero.

Los comentarios de Tillerson, y la respuesta de Netanyahu, se producen una semana antes de la primera visita de Trump a Israel como presidente.

Este domingo, Tillerson dijo que “con justa razón el presidente ha adoptado un enfoque deliberativo para comprender el tema, escuchar los aportes de todas las partes interesadas en la región y entender, en el contexto de una iniciativa de paz, el impacto que tendría esa medida”.

Esta es la primera vez que una figura de alto rango en el gobierno de Trump ha admitido públicamente que la reubicación de la embajada, una promesa de campaña de Trump, se percibe como parte de un esfuerzo más amplio para alcanzar un acuerdo de paz. En una entrevista a “Meet the Press” de NBC, Tillerson indicó que Trump “desea comprender cómo tal decisión afectaría al proceso de paz.” En las últimas semanas, la prensa israelí informó que el gobierno de Trump no planeaba trasladar la embajada.

Hoy mismo, el ministro de Educación Naftali Bennet pidió a Netanyahu aclaarle a Trump que Israel espera que la embajada sea trasladada y que Estados Unidos reconozca a “Jerusalem unida bajo soberanía israelí”.

Bennett agregó que la iniciativa de la embajada fortalecería a Israel y aumentaría las posibilidades de una verdadera paz. “Cualquier acuerdo basado en la división de Jerusalem está condenado al fracaso”, escribió Bennett en su cuenta de Twitter.

El partido del Likud dijo que acepta los comentarios de Bennett, diciendo que “hacen eco de la declaración del primer ministro como si fuesen sus propias demandas.”

El sábado, en respuesta a los informes de que Trump tiene la intención de anunciar su apoyo a la libre determinación de los palestinos durante su visita a Israel, Bennett criticó fuertemente a Netanyahu, llamándolo a vetar la solución de dos Estados para el conflicto con los palestinos.

“Israel debe tomar la iniciativa y establecer su propia visión, de lo contrario, su destino será determinado por otros”, dijo. Bennett condenó el discurso de Netanyahu en la Universidad Bar-Ilan en 2009, en el que el primer ministro reiteró su apoyo a la solución de dos Estados. El ministro criticó la política reflejada en Bar-Ilan como una “fórmula mesiánica fracasada”, que “provocó el derramamiento de sangre, el deterioro diplomático y generará un desastre demográfico”.

Bennett sugiere que Israel anexe las “áreas israelíes en Judea y Samaria”, estimule el “desarrollo económico regional, estabilice la Franja de Gaza y fortalezca a Israel como un ancla de seguridad, inteligencia y economía en la región”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico