El qué, quién, cuándo y dónde usted ya lo conoce. Lo que usted no sabe, querido amigo de Enlace Judío, es que como periodista que soy, aunque malo, voy a escribir no algo profundo, sino más bien muy emotivo.

ELÍAS FASJA TAWIL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Me tocó estar unas horas antes de que empezara el evento en la Sala de Prensa. Ahí vi y sentí el ajetreo de todos los periodistas, técnicos de TV, fotógrafos, etc. Organizándose, checando, preparando, y entonces, de repente, le cuento, aquí entre nos, empezó mi emoción. Todos judíos, todos hermanos a punto de transmitir el evento más importante de la judería mundial.

Déjeme comentarle la extraordinaria emoción que se sintió estar presente en el Estadio Teddy de Yerushalaim en la ceremonia de apertura junto con 50,000 hermanos de 80 diferentes países del mundo y ovacionar juntos, palpitar juntos, gritar juntos, sentir juntos y admirarse juntos.

Fue algo realmente hermoso. La marcha de las banderas de Israel sostenidas por jóvenes, niños del Macabi hazair y ver en sus rostros el orgullo reflejado es algo inolvidable y realmente bello.

¿Sabe usted lo que significa reunir en la capital de Israel a más de 10,000 deportistas judíos que vinieron a hacer honor a la 20 Macabiada? Difícil transmitir esta emoción. Mientras iban desfilando con las banderas correspondientes a sus países de origen, estos jóvenes judíos, aunque había muchos atletas de edad avanzada que también participaron, el público asistente aplaudía, se emocionaba, se alegraba.

Casi todos los Presidentes de los países Europeos, así como algunos de América Latina, como el Presidente Peña Nieto, enviaron un mensaje a los deportistas y al pueblo de Israel a través de un video. Le cuento también que una de las delegaciones más aplaudidas fue la mexicana.

Desde luego dirigieron sus mensajes el Presidente del Estado de Israel Reuben (Ruby) Rivlin así como el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, quienes coincidieron en destacar que esta Macabiada número 20 se realizaba dentro del marco de los 50 años de la liberación de Yerushalaim, la capital eterna del pueblo Judío.

El Alcalde de Yerushalaim, quien también habló, finalizó su mensaje parafraseando un versículo y con el deseo de que las próximas Macabiadas se realicen aquí en “Yerushalaim Habenuya” la construida.

Fuegos artificiales, artistas que se entregaron con el alma, una interpretación extraordinaria de la canción “El Kotel”; en general una producción artística de primera, dieron lucidez y esplendor a esta ceremonia de apertura.

La sorpresa para todos los asistentes fue cuando se realizó una boda de 2 canadienses que tuvieron el privilegio de tener de testigos a 50,000 personas.

La emoción es enorme, la admiración a los organizadores de tan hermoso evento también, el sentimiento de pertenencia y el privilegio de ser parte del pueblo judío es inmenso.