Enlace Judío México – Elly Gotz, sobreviviente del Holocausto en Lituania y actual ciudadano canadiense, cumplió su sueño de lanzarse desde los cielos a punto de cumplir los 90 años de vida.

La familia Gotz (Elly en medio de la mesa) en su hogar en Lituania.

Nacido en Lituania en 1928, Elly Gotz siempre tuvo un profundo amor por los cielos y deseaba saber, con cierto temor, qué se sentiría lanzarse desde una aeronave. A los 8 años, Gotz construía aviones a escala y a los 13 años quería ser ingeniero.

La Segunda Guerra Mundial acabó de tajó por un momento con sus sueños. En 1941, su familia fue recluida por las fuerzas nazis ocupantes en el gueto de Kovno. Y en 1944 fueron transportados a Alemania: él y su padre al campo de Dachau y su madre a otro.

El gueto de Kovno (o Kaunas), Lituania, donde fue recluido Gotz de niño.

Afortunadamente él y sus padres lograron sobrevivir. Cuando el campo de Dachau fue liberado en abril de 1945 por el ejercito norteamericano, Gotz pesaba solamente 30 kilos.

Terminada la guerra, pasó cerca de medio año en un hospital. Sin haber podido cursar los estudios medios, se preparó para entrar a una universidad en Alemania, pero sus padres tomaron la decisión de mudarse a Noruega.

“Ningún país nos quería. Canadá tenía muchas restricciones para los judíos. EEUU estaba completamente bloqueada para nosotros” recuerda Gotz.

En Noruega, tuvo que aprender el noruego y trabajar como mecánico (habilidad que desarrolló en el campo de concentración) en las mañanas para en las tardes asistir a la escuela.

Un pariente suyo de Sudáfrica logró conseguirle un lugar en una universidad del país y así fue como se mudó al continente africano, donde pudo cursar una carrera en ingeniería y donde conoció también a su esposa Esme con la que tendría tres hijos.

El régimen del apartheid sudafricano no le agradaba en nada y por ello tomó la decisión de mudarse a Canadá en 1964, en donde veía un país totalmente diferente y próspero.

Rauca, el oficial nazi que orquestó el Holocausto en Lituania.

Por infortunios del destino, el oficial nazi que orquestó esa matanza y transporte de los judíos del gueto de Lituania (donde solamente el 5% de la población judía sobrevivió), Helmut Rauca, también terminó viviendo en Canadá como él. Se asentó en el país norteamericano sin problemas desde finales de la década de los años 50 hasta que en la década de los años 80, fue extraditado por Alemania Occidental por crímenes de guerra y murió esperando juicio.

En Canadá pudo desarrollar su carrera como ingeniero, se volvió un hombre de negocios y pudo aprender a pilotear avionetas. Retirado ya de la vida laboral, se ha dedicado a dar conferencias y pláticas sobre su experiencia personal del Holocausto.

Gotz impartiendo una de sus pláticas.

La idea de saltar en paracaídas la planeó junto con su amigo John Syko, un profesor de la Secundaria Católica San Ignacio de Loyola, a quien conoció después de una de sus pláticas.

“Estoy en mi cumpleaños no. 60, y él en su cumpleaños no. 90. Así que una noche jugando ajedrez, decidimos celebrar el aniversario no. 150 de Canadá este año (debido a que tenemos entre los dos 150 años) lanzándonos desde un paracaídas” comentó Syko.

Todo se preparó para el domingo 2 de julio en Cookstwon, Ontario. El clima lluvioso atrasó un poco la hora señalada, pero llegó por fin el momento a media tarde. Tanto él como Syko, ataviados con una prenda de la celebración del aniversario canadiense, se lanzaron a 3500 m. de altura.

Gotz y Syko a punto de realizar el sueño.

“Por un segundo, es algo verdaderamente escalofriante. El aire es frío y choca contra tu rostro, pero no da miedo, es solamente la impresión de ello.

“Pero entonces, sientes algo increíble. Miras alrededor y es la cosa más hermosa del mundo. Estás flotando y es algo tan bello, tan lleno de paz” comentó Gotz después de su hazaña que hizo romper en lágrimas a sus familiares y amigos.

“Ama aprender y tener nuevas experiencias. Ha hecho muchas cosas a lo largo de su vida. Creo que tiene que ver con haber vivido el Holocausto. En verdad te das cuenta de que estás vivo y que no será para siempre. No tiene tanto miedo como yo lo tengo” comentó su hija Julia Gotz.

Elly y Esme en el día de su hazaña.

Fuente: The Star, CBSNews Toronto, The Barrie Examiner