El sábado por la noche, a pesar del intenso calor, Guns N ‘Roses cerró su gira europea en el Parque Hayarkon, con un espectáculo que duró más de tres horas.

El espectáculo no tuvo interrupciones. El cantante principal Axl Rose, de 55 años no se detuvo, a pesar de sus tres décadas de vida como estrella de rock.

Una mujer de veintitantos años resultó gravemente herida al intentar subir al escenario en medio del espectáculo, pues se cayó y se lesionó la cabeza.

Unas 65 personas fueron tratadas por deshidratación.

Más de 62.000 personas asistieron al concierto, convirtiéndolo en el mayor concierto del verano y uno los mayores en Israel. Una sola persona llevaba camisa de “Guns N Moses”.

“No cabe duda que ustedes son muchos”, dijo Rose a la multitud al iniciar el concierto.

El show en Tel Aviv tuvo lugar en el marco de un gran despliegue de seguridad, tras el ataque terrorista del viernes por la mañana, en el Monte del Templo de Jerusalén. La banda había planeado viajar a Jerusalén el viernes, pero ese plan fue cancelado después del ataque, informaron medios israelíes.

La gira de Guns N ‘Roses “Not in this Lifetime” es la gira que más ha recaudado fondos este año: 151 millones de dólares en los primeros seis meses de 2017, superando a U2 y Justin Bieber.

Tel Aviv fue la última parada de la banda en la gira europea; más conciertos están programados en los EE.UU. a finales de mes.

En el concierto del sábado, la banda cantó sus épicos éxitos, incluyendo “Welcome to the Jungle” “Sweet Child O ‘Mine” y “November Rain” entre canciones del álbum Chinese Democracy de 2008. Slash y Richard Fortus presentaron un dúo en “Wish You Were Here” de Pink Floyd, mientras que una interpretación entusiasta de “Black Hole Sun” de Soundgarden marcó un emotivo tributo a Chris Cornell, quien se suicidó el 18 de mayo de 2017.

Al igual que el concierto de Britney Spears del 4 de julio, Axl Rose también tuvo una serie de cambios de vestuario durante el show.

La gran mayoría de la audiencia estaba formada por jóvenes de veintitantos años, que aún no habían nacido cuando Guns N ‘Roses lanzó su primer álbum, Appetite for Destruction, en 1987. La temperatura oscilaba alrededor de los 29 grados centígrados, pero la energía de la banda no disminuyó durante el espectáculo entero, hasta el último bis de “Paradise City”.

Fuegos artificiales iluminaron el enorme escenario de 1.000 metros cuadrados, develando a un mar de fans, con los brazos levantados, coreando cada palabra.

Con información de Times of Israel/ Traducción: May Samra