Consejos de Miri Rotkovitz (nutrióloga)

“Tzom Kal” es una expresión de saludo en hebreo que quiere decir “ten un ayuno fácil” y se usa en los días judíos de ayuno. Claro que se dice más fácil de lo que se hace, especialmente en Yom Kipur y Tisha B’Av; los dos ayunos más largos del calendario judío (25 horas) durante los cuales se prohíben ingerir cualquier tipo de bebida o comida.

En ellos puedes esperar sentir pequeñas molestias, como un estómago hambriento, dolor leve de cabeza y boca seca, que juntas nos ayudan a ser más sensibles en nuestros ruegos y nos ayudan a apreciar los regalos que gozamos en el día a día.

Sin embargo, si nos sentimos exacerbadamente inconformes será difícil que nos concentremos en el trabajo espiritual del día. Además, seguido las personas se preguntan ¿cómo ayunar de forma correcta para no afectar su salud? Así que a continuación les traemos 5 consejos de una nutrióloga para ayunar correctamente

1. ¡Hidrátate!

Gran parte de la incomodidad que sentimos al ayunar se debe a que no estamos bien hidratados. Para decirlo de forma simple: nuestra necesidad de agua es mucho mayor a nuestra necesidad de comida. De hecho, se ha comprobado con investigaciones que en muchos momentos confundimos la sed con el hambre. La mejor manera de disfrutar el ayuno es entrar a él bien hidratado, intenta tomar varios vasos de agua al día durante la semana previa al ayuno.

Debes recordar que para el momento que sientes sed ya estás un poco deshidratado. Si sientes sed seguido, es una señal de que debes hidratarte más veces al día.

2. Sepárate de la cafeína

La ausencia repentina de la cafeína es otra de las grandes causantes de incomodo en el ayuno, especialmente ocasiona dolores de cabeza y nausea. Si eres un gran consumidor de café o de refrescos y bebidas energéticas que contienen cafeína, es buena idea reducir tu consumo desde una semana antes del ayuno. Puedes intentar cambiar gradualmente tu consumo de café a bebidas con menos cafeína como té negro o té verde.

3. Come sano y de manera inteligente antes del ayuno

Así como los atletas se preparan para resistir una competencia, tú también necesitas construir tu reserva de glucógenos para que tu cuerpo tenga suficiente energía para usar durante el ayuno. Empieza el día con un desayuno de granos completos y variados.

Toma una colación de alimentos hidratantes y sanos durante el día como frutas jugosas con nueces o pan integral con hummus y pepino en rebanadas. Intenta una sopa baja en sodio o un plato de pasta para la comida.

Trata de no atragantarte en la última comida previa al ayuno

Es muy tentador tratar de evitar el hambre ocasionado por el ayuno comiendo todo lo que se pueda justo antes de comenzar a ayunar. Sin embargo, llenarte de más puede ser igual de incómodo y te dificulta la hidratación. Además si comes demasiado, tu nivel de ázucar se disparara y tu cuerpo responderá inyectando insulina para normalizarlo, lo que hará que te sientas más hambriento. Toma tu tiempo, percibe como te vas sintiendo y come hasta que estés satisfecho pero no reventado.

Escoge comidas ricas en fibra, carbohidratos de calidad, grasas saludables como el aceite de oliva y proteínas vegetales como lentejas, frijoles y pasta de grano completo.

Intenta evitar grandes cantidades de proteína animal que te pueden llevar a la deshidratación. Un huevo duro o un omelet también es una buena opción

Mantén al salero un poco lejos, mucho sodio puede hacer que te sientas sediento durante el ayuno. Al menos que estés en una dieta libre de sal, no debes de evitarla por completo, un poco de ella te puede incluso ayudar a mantenerte hidratado; pero debes recordar que el sodio es un componente de muchos alimentos naturales y se encuentra en grandes proporciones en alimentos procesados, por lo cual no necesariamente debes agregarlo a la comida.

Melones, piñas, manzanas o peras son una buena elección para un postre rico en fibras.

4. Usa un plan B si el ayuno afecta tu salud

La Torá te prohíbe ayunar si por ello vas a poner en riesgo grave tu salud. Mujeres embarazadas, ancianos y enfermos graves suelen no ayunar. Si te encuentras en alguna de estas situaciones y de todas formas deseas ayunar hay técnicas donde el consumo de comida se hace en medidas pequeñas cada 5 o 9 minutos. Puedes consultarlas con tu rabino y asesorarte con un médico.

5. Consejos para la comida tras haber ayunado

Antes de llenarte con pura agua intenta ingerir alimentos que no sólo te hidraten sino que también restauren tus electrolitos. Intenta empezar con un pedazo de melón, algunas uvas, un vaso pequeño de jugo o un té con miel.

Tomate tu tiempo con la comida. Es fácil llenar tu plato de montañas enteras con comida y comértelas rápidamente, pero es mucho más sano y disfrutable calmarte y saborear los alimentos y la compañía. Tus sentidos estarán más sensibles después del ayuno, aprovecha la ocasión para realmente disfrutar a profundidad los sabores, aromas y texturas de la comida. Te darás cuenta que estarás satisfecho antes de lo que creías.

Fuente: The Spruce