Muchas veces creemos que una lección puede penetrarnos por la sorpresa que nos causa y la profundidad que nos enseña. Sin embargo, nuestra memoria es corta y nuestros hábitos bien arraigados. Rab. Raymond Beyda nos recuerda que los cambios verdaderos, los cambios de carácter sólo los logramos cuando nos esforzamos para ello. Cuando día con día hacemos un esfuerzo para integrarlos a nuestra forma de actuar y a nuestra vida. El rabino nos recuerda que para lograrlo debemos repetirnos las lecciones que hemos aprendido. Esperamos te guste el discurso.

Rab Raymond Beyda. Gota por gota.

Hay un relato que cuenta cómo fue que rabí Akiva tomo la determinación de empezar a mejorar su vida a través de la conexión con la Torá. Un día, mientras estaba afuera pastoreando sus ovejas vio una gota de agua que caía en la piedra. Notó que la caída del agua era constante, una tras otra, tras otra. Notó que las gotas por más pequeñas que eran habían hecho un hoyo atravesando la roca de punta a punta. Las gotas eran casi todas idénticas en tamaño, y todas golpeaban exactamente el mismo punto en la roca, una tras otra.

“Si las gotas de agua pueden hacer un hoyo en la piedra” se dijo, “entonces seguramente se puede crear un hoyo en mi corazón de piedra.” Fue de este punto en adelante que empezó a estudiar y crecer espiritualmente hasta que se convirtió en el gigante de su generación.

Los maestros de musar (una rama del judaísmo que se enfoca en el crecimiento personal y la educación de las emociones), insisten en que una persona debe repetirse un aprendizaje una y otra vez hasta que penetra su forma de ser y se vuelve parte de su comportamiento. No es tan importante aprender cosas nuevas todo el tiempo. Ellos nos enseñan que es mucho más importante que uno entienda a profundidad siquiera el principio más simple.

Por ejemplo, en Mesilat Yesharim (El camino de los justos) el autor nos dice que la base del crecimiento espiritual verdadero es entender cuál es el deber que tiene uno en este mundo de existencia física. Agrega que leer su obra una sola vez no beneficia al lector en absoluto. Remarca que únicamente tras una revisión y repetición constante, uno puede llegar a entender lo que está diciendo, aprenderlo y usarlo para crecimiento personal.

Vivimos en la era de la mercadotecnia y la publicidad, esto nos hace creer que lo nuevo siempre es mejor. Puede ser que un carro nuevo tenga muchas mejores cualidades que uno viejo, o que una pasta de dientes nueva tenga un ingrediente que antes no estaba disponible y que en efecto la mejora. Sin embargo, la búsqueda constante de lo nuevo no es la búsqueda constante de lo mejorado. Una persona debe pasar tiempo con uno mismo, repasando y repitiendo lecciones importantes para que se vuelvan parte de su vida. La siguiente vez que escuches algo que te parece brillante, innovador, inteligente o simplemente verdadero empieza a repetirlo una y otra vez hasta que lo hagas tuyo.

Fuente: Raymond Beyda Online

Traducción Aranza Gleason