Enlace Judío México – El artista judío canadiense da vida al compositor ruso Pior Chaikovski abordando una de las facetas más duras que enfrentó durante su carrera: la de su reprimida homosexualidad.

El músico y dramaturgo judío canadiense, Hershey Felder, nacido en el seno de una familia de habla yidish y cuyo padre sobrevivió a Auschwitz, se enfrentó a una cuestión moral al momento de preparar su actual obra “Nuestro Gran Chaikovksi“. Felder ha dado vida a distintos artistas en su obras, entre ellos a los músicos judíos Irving BerlinLeonard Bernstein o George Gerschwin.

En una carta escrita en 1878, Chaikovski escribió que cuando su tren se detuvo en una estación rusa observó a “la masa de mugrosos judíos, con su atmósfera envenenante que los acompaña a todos lados“.

¿Acaso el talento le quita la culpa a un artista de la talla de Chaikovski de ser un antisemita?

“Es algo muy complicado. Chaikovski era un hombre del siglo XIX, cuando la intelligentsia en Rusia y en otros países europeos era antisemita casi por inercia.

“No podemos corregir o disculparnos por la historia, y no siento que deba de abordar ese aspecto de la vida de Chaikosvki en esa presentación” comentó Felder.

El canadiense remarca por otra parte las acciones que contrarrestan la idea antisemita sobre Tchaikovksy. El compositor ruso le otorgó una beca de su propio dinero al joven violinista judío Samuli Litvinov; era gran amigo de los directores judíos Anton y Nikolai Rubenstein e incluso defendió a Felix Mendelssohn de los vituperios antisemitas de Richard Wagner.

Una de las piezas centrales que Felder desarrolló en el Chaikovski de su obra es lucha personal para enfrentar el problema que le conllevaba ocultar su homosexualidad en la Rusia zarista.

Después de finalizar la gira con esta obra actual por diversos teatros de EEUU, Felder planea meterse de lleno a sus composiciones propias que se encuentra desarrollando, entre ellas el concierto “Aliyá” y la opera “El Arca de Noé“, así como una grabación de canciones románticas del Teatro Yidish.

Fuente: The Times of Israel