Enlace Judío México. El deseo del Primer Ministro Netanyahu de desmantelar la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, por sus siglas en inglés), aunque comprensible a la luz del flagrante historial de agresión con Hamas, no es una proposición práctica. Israel puede, sin embargo, exigir que la financiación de la UNRWA esté condicionada a la reforma de la agencia en múltiples áreas.

DAVID BEDEIN, MSW

Prácticamente todos los medios de comunicación condenaron a la UNRWA por los túneles de Hamas encontrados bajo una de sus escuela. Sin embargo, ninguno de ellos recordó al mundo que tanto el sindicato de maestros como el sindicato de trabajadores de la agencia en Gaza han estado bajo el estrecho control de Hamas desde 1999, sin una palabra de desaprobación de la misma. Tampoco parece que el organismo de la ONU se oponga al uso de sus instalaciones por parte de Hamas para impartir enseñanzas de violencia y guerra. Este verano, por ejemplo, Hamas hará su campamento anual de entrenamiento militar de verano para capacitar a más de 50.000 estudiantes de la UNRWA, de 9 a 15 años, en el uso de armas en vivo.

La declaración del Primer Ministro de Israel de que este organismo debería ser “desmantelado” indica que el gobierno israelí sostiene que la UNRWA es responsable de la existencia de los túneles de terror de Hamas bajo su escuela. Adi Schwartz, en su artículo “Desmantelar la UNRWA” (BESA Perspectives Paper # 528), coincide con el Primer Ministro en que la organización debería dejar de existir.

Lamentablemente, sin embargo, no está en poder de Israel “desmantelar” la UNRWA. La agencia funciona bajo el mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y sólo ese órgano puede cerrarla. Aunque 30 o 40 naciones votaran para cambiar el mandato de la ONU, la Liga Árabe y la mayoría automática de “naciones no alineadas” votarían contra cualquier decisión percibida como pro-Israel.

Si Israel y las naciones democráticas occidentales recortaran fondos a la UNRWA, probablemente ocurrirían dos situaciones:

  • El estado radical islámico de Qatar, que ha establecido una presencia en Gaza y en Cisjordania, probablemente tomará medidas para reemplazar cualquier pérdida de ingresos.
  • Arabia Saudita, que recientemente aumentó su financiación de la UNRWA para convertirse en su donante número tres, probablemente aumentaría su contribución.
  • Si estos dos países del Golfo se convirtieran en los mayores donantes de la organización, no se podría apalancar a la agencia para que dejara de establecer conexiones con Hamas u otros grupos terroristas.

Entonces, ¿qué puede hacer el gobierno israelí sobre la UNRWA?

Jerusalem puede exigir que las 68 naciones donantes de la UNRWA condicionen la liberación de fondos a las reformas de la agencia en seis áreas:

  • Solicitar una auditoría de los fondos de donantes recibidos por este ente de la ONU. Esto ofrecería informes generalizados y documentados de recursos desperdiciados, duplicación de servicios y flujo no deseado de efectivo a los grupos terroristas basados en Gaza que han controlado las operaciones de la organización allí durante los últimos 18 años.
  • Presentar las normas de ACNUR a la organización para promover el reasentamiento de los refugiados árabes. Los refugiados palestinos han pasado 68 años relegados a la condición de refugiados. La política actual de la UNRWA es que cualquier reasentamiento de refugiados interferiría con el “derecho de retorno” a las localidades árabes anteriores a 1948. Al adoptar una postura política en favor de los maximalistas palestinos, la organización de la ONU se burla de su propio compromiso con el bienestar y el futuro de los refugiados palestinos.
  • Cancelar el currículo de la organización basado en la jihad, el martirio y el “derecho al retorno” por la fuerza de las armas.
  • Cesar la capacitación paramilitar en todas las escuelas de la UNRWA. Es absurdo que una agencia de las Naciones Unidas con un supuesto compromiso con la “educación para la paz”, permita esa capacitación en sus instalaciones.
  • Insistir en que se despida a los empleados afiliados a Hamas, de acuerdo con las leyes de los países occidentales que prohíben la ayuda a cualquier agencia que emplee miembros de una organización terrorista.

La UNRWA contrató recientemente a un “embajador de la juventud”, Muhammad Assaf, para viajar por el mundo y alentar la insurrección y la violencia. Este sería un momento adecuado para exigir que la UNRWA cancele su contrato con un promotor de guerra.

Ahora que el gobierno israelí ha llegado finalmente a la conclusión de que la UNRWA es un impedimento para la paz, debe actuar dentro de los límites de la realidad para frenar la mala conducta de la agencia. Es posible reformar la UNRWA, no desmantelarla.

David Bedein, MSW, quien fundó y dirigió la Agencia de Noticias de Recursos de Israel desde 1987, administra el Centro de Investigación sobre Políticas del Cercano Oriente en Jerusalem. Es autor de Roadblock to Peace – Cómo la ONU perpetúa el conflicto árabe-israelí: las políticas de la UNRWA reconsideradas y Génesis de la Autoridad Palestina.

Fuente: BESA– Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico