Enlace Judío México – El Partido del Pueblo de Nuestra Eslovaquia, liderado por el polémico Marian Kotleba, basa su ideología y trata de emular al partido fascista y aliado de la Alemania Nazi que gobernó el país durante la Segunda Guerra Mundial. 

Cerca del 10% de la población de la localidad de la región eslovaca de Banksa Bystrica en 1940 era judía. Para 1948 solamente eran el 1%. La mayoría de los judíos que restaban hicieron aliyá a Israel, al punto de que la sinagoga local quedó en desuso y terminó por ser destruida en 1983.

Desde el año 2013, la región esta bajo el mandato de Marian Kotleba, un ex maestro de escuela y quien es acusado de ser un neonazi, que sorprendió al ganar la gobernatura con un 55% del voto.

Kotleba en uan sesión en el Consejo Nacional de Eslovaquia.

Kotleba es el líder del ultraderechista Partido del Pueblo Nuestra Eslovaquia (PPNE), al que se le acusa de ser “un movimiento que busca suprimir los derechos básicos y las libertades”, que elevó su número de votantes de solo 3o mil en 2010 hasta más de 200 mil en 2016.

El partido remonta sus orígenes a inicios de la década de los 2000, cuando Kotleba comenzó a liderar un grupo llamado la Hermandad Eslovaca.

 

En 2009, Kotleba fue arrestado por haber gritado el saludo de la Guardia Hlinka de “¡En guardia!” en un evento del aniversario de la fundación del Estado de Eslovaquia.

La Guardia Hlinka, fue el brazo armado del Partido del Pueblo Eslovaco (PPE), un partido ultraderechista con orientación católica fundado por el cura Andrej Hlinka, que gobernó la entonces República Eslovaca que funcionó como un estado cliente de la Alemania Nazi.

Gran parte de la ideología y del programa moderno del PPNE trata de basarse en lo que el PPE estructuró en la década de los años 40 bajo su líder Jozef Tiso, a quien Kotleba admira.

Antes de volverse el gobernador regional, Kotleba apareció en público en el año 2013 con un uniforme de color negro a la usanza de la Guardia Hlinka.

Marian Kotleba (izquierda) con un uniforme a la usanza de la Guardia Hlinka.

Kotleba mencionó en una ocasión que el pequeño lapso de vida de la República Eslovaca de 1939 a 1945 durante el cual fue influenciado por el nazismo “era como vivir en el cielo”.

Uno de los últimos episodios polémicos que Kotleba y su partido de ultraderecha ha vivido se presentó en marzo pasado.

El PPNE publicó una foto en línea de un cheque que donó a una institución de caridad para niños discapacitados por un monto de 1488 euros.

Los números “14/88” son bien conocidos y usados en los círculos neonazis. El 14 representa el número de palabras del eslogan creado por el supremacista norteamericano David Lane: “We Must Secure The Existence Of Our People And A Future For White Children” (Debemos de asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos); y el 88, por ser una abreviación numérica para “Heil Hitler“, debido a que la H es la octava letra del alfabeto.

Un vocero del partido trató de explicar aquello en esa ocasión asegurando que solamente se trataba de una coincidencia, pero la policía local no estuvo tan convencida.

“La comunidad judía está preocupada pero no sorprendida” ha llegado a comentar Michael Szatmary, vocero de la Unión Central de Comunidades Judías de Eslovaquia, que cuenta hoy día solamente con una pequeña población de cerca de 5 mil judíos.

Cerca de 60 mil judíos eslovacos, casi el 75% de la población total judía de la República, fueron trasladados a los campos nazis a donde fueron a encontrar la muerte, por el gobierno fascista del PPE mientras duró su régimen.

A pesar de que los principales objetivos contra los que el PPNE aduce su retórica racista y nacionalista son los gitanos y los inmigrantes musulmanes, la comunidad judía está muy atenta.

De acuerdo a Tomas Cizik, un investigador del Centro para Asuntos Europeos y del Atlántico Norte, la razón por la que el PPNE se ha vuelto muy popular es el arcaico e insuficiente sistema de educación del país que paga salarios muy bajos a los profesores y no hace un recuento certero de la historia nacional moderna.

Cizik se dedica a dar seminarios a estudiantes de niveles medios para que hagan conciencia sobre lo que están aprendiendo en la escuela y a través de las redes sociales.

Un pesimismo se vive en Banska Bystrica sobre las siguientes elecciones regionales a llevarse a cabo en noviembre en las que el PPNE podría volver a salir victorioso, de no ser que los cargos que se han levantado contra Kotleba en las últimas semanas por incitar al extremismo se confirmen y quede fuera de la política.

Fuente: Haaretz