GUSTAVO SZPIGIEL

Fue un viaje soñado, planeado con la certeza de realizar algunos trabajos y poder ver los dos partidos de futbol más importantes que se puedan ver en estos momentos en cualquier parte del mundo; Barcelona- Real Madrid en el Nou Camp (Barcelona) y Real Madrid- Barcelona en el estadio Bernabéu (Madrid). Así estaba programado el calendario (y tal vez el ser el primer partido en Barcelona es otra cosa que nos salvó la vida).

Llegamos el 11 de Agosto a Barcelona y nos alojamos a 15 minutos de Las Ramblas, el metro fue nuestro medio de transporte único rumbo al centro turístico por excelencia de esa ciudad y lugar donde todos los turistas del mundo pasean de punta a punta. Nace en Plaza Cataluña y llega hasta el puerto antiguo, donde se encuentra el shopping Maremágnum y caminando por el paseo marítimo se desemboca en las playas. Hago esta descripción porque fue lo que hicimos los tres días que estuvimos junto a mis hijos, con paradas obligadas en restaurantes para almorzar, en la “Boquería” para ver el emblemático mercado de frutas, fiambres y verduras, bromeamos en el “aroma de Istambul” y vimos a los senegaleses tomando los hilos de sus mantas para salir corriendo cuando llega la policía para desalojarlos.

Nos hemos fotografiado a cada paso y le hemos pedido a españoles, japoneses, chinos, hindúes y de distintas nacionalidades que lo hagan además de tomarnos las tradicionales “selfies”.

Caminamos y caminamos esperando el día del primer partido que fue el domingo 13 de agosto. El 14 partimos rumbo a Madrid.

Una decisión de los jefes terroristas que cometieron este criminal atentado, a nosotros nos salvó la vida. Eligieron el 17 de Agosto en vez de elegir el 11, el 12, el 13 o el 14 , cada uno de esos días caminamos a esa hora ida y vuelta por las Ramblas, y cada uno de esos días tal vez nos cruzamos con alguna persona que hoy ya no está entre nosotros, en cada uno de esos días tal vez le pedimos a alguno de ellos que nos sacara una foto. En uno de esos días pudimos haber sido nosotros las nuevas víctimas del atentado.

Algún jefe terrorista y el calendario programado de la Supercopa lo impidieron. Mientras los políticos no entiendan que el terrorismo está ganando la batalla, la de infundir el terror, la que ya no es por credo ni religión, es la de imponer el fundamentalismo, ese que nuevamente dejó familias sin hijos, sin padres, sin esposas o sin amigos. Así estamos de indefensos los ciudadanos en cualquier parte del mundo, como hace 23 años, cuando el mundo entero pensó que los atentados a la Embajada de Israel y a la Amia era solo un ataque a los judíos.

Primero fue en la embajada de Israel y AMIA, tú no hiciste nada

En todas las instituciones judías de la Argentina hubo que poner pilotes para prevenir atentados. Y tu no hiciste nada.

Luego fue en París y tú no hiciste nada,

Más tarde fue en Alemania y tampoco hiciste nada

Hace muy poco sucedió en Londres y Estocolmo y tú, no hiciste nada.

Cuando los terroristas palestinos atacaron civiles israelíes, votaste en la UNESCO condenando a Israel

Ahora atacaron de la misma manera en Las Ramblas, Barcelona.

Ya es tarde: 23 años después vas a tener que poner pilotes. Vos también.

Fuente: Visavis