GEORGE CHAYA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO – En una de sus últimas declaraciones, el Estado Islámico (ISIS) advirtió que España y el Vaticano serían sus próximos objetivos, pero el debate sobre la existencia REAL del grupo yihadista en el Viejo Continente no está zanjado.

Según sus amenazantes comunicados, el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) está ampliando la lista de países que están como objetivos entre sus prioridades.

Sin embargo, el interrogante es si el grupo terrorista tiene la capacidad operativa para continuar con la ejecución de ataques como los de Cataluña o si el desarrollo del sentido de pertenencia ha aumentado los niveles de identificación e incorporación a la causa islámica del Califato en las conductas y decisiones de jóvenes musulmanes en Europa dados los niveles de radicalización nunca antes vistos, mas allá de la “marca” ISIS.

En otras palabras, ¿son realmente muyahidines de ISIS los que ejecutan los ataques terroristas, o son sujetos radicales fanatizados que actuarían del mismo modo a como lo hacen independientemente de si ISIS existiera o no?

La agencia AP recuerda en una publicación del fin de semana después de los ataques terroristas en Francia (2015) y Bélgica (2016), donde ISIS emitió una declaración de que Alemania y Gran Bretaña serían los próximos objetivos, y en pocos meses fue exactamente lo que sucedió: Alemania y el Reino Unido fueron atacados.

En sus declaraciones, ISIS argumenta que para el califato el objetivo principal es asegurar que los cristianos y los judíos no se sientan seguros en ningún estado europeo y mas allá de Europa. De allí que es bastante lógico que luego de sus derrotas militares y la perdida de territorios bajo su control en Medio Oriente esté ampliando su geografía. En una de las últimas declaraciones se mencionó que los próximos objetivos eran España (Al Andalus) y el Vaticano, metas simbólicas de Occidente y la cristiandad.

La región de Al Andalus aparece con frecuencia en la propaganda islámica radical como objetivo simbólico de los terroristas musulmanes tanto para ISIS como antes para Al Qaeda. En esa región, ISIS quiso siempre aumentar su presencia, según las declaraciones de su programa desde 2014.

Sin embargo, no son pocas las personas que plantean ¿hasta donde ISIS existe operativamente? Lo cierto es que ISIS es la “marca” y el punto central ideológico-teológico donde pivotean las ideas supremacistas de los jóvenes nacidos en Europa que conforman las células satelitales de cualquier faceta del terrorismo islámico con prescindencia de la mayor o menor influencia operativa del grupo terrorista.

Muchos colegas, académicos y periodistas, han planteado un interrogante que ha recogido la revista alemana Der Spigel luego del ataque en Niza, Francia; y señalan que ISIS “es una organización que brinda a los jóvenes que se radicalizan en suelo europeo la oportunidad de pertenencia”, y muchas veces resulta en la entelequia a la cual se aferran esos jóvenes que son captados por el imán de su barrio sin que ese imán pertenezca a ISIS, sino que, utilizando “la marca ISIS” se vale para diseminar sus ideas en la interpretación del islam y así para llevar a cabo su yihad personal contra Occidente utilizando como armas a esos jóvenes.

Esto abrió el debate reciente sobre hasta dónde la existencia real de ISIS en suelo europeo es determinante en el perpetramiento de atentados como el de Barcelona luego de sus derrotas militares en Oriente Medio. La respuesta a ese interrogante es que esos ataques no son sino la clara expresión de la expansión del islamismo radical que excede “la marca ISIS” y sucederían de todos modos aunque ISIS fuera neutralizado y vencido completamente. Para evitar esos ataques, en el futuro inmediato se debe enfrentar y derrotar la ideología que los genera y que carga con aspectos culturales y las motivaciones religiosas que los generan, y eso se llama de una sola manera: “yihadismo radical militante”.

En su propaganda, constantemente ISIS dice que “Al Andalus volverá a ser musulmán, y los musulmanes estarán en Roma”. Estos dos objetivos simbólicos de ISIS se han establecido por mucho tiempo, pero han sido postulados de los radicales islámicos desde mucho antes de la existencia del grupo terrorista que refundó el Califato en 2015. La existencia o no de ISIS, en nada modificara esos objetivos yihadistas.

Otro detalle que amerita el análisis como regla general, es que después de cada ataque terrorista, ISIS lo reivindica casi de inmediato como una mas de sus victorias contra los cruzados e infieles ejecutadas por soldados del Califato. No obstante, como señala el periódico árabe As Sharq al-Awsat, “muchas agencias periodísticas, sin saberlo, hacen el juego que los terroristas buscan al publicar noticias dando por sentado que ISIS ordenó y financió los ataques”. Cuando en realidad no conocen el pensamiento sobre la yihad de los de imanes en las cientos de mezquitas europeas donde lo que se difunde claramente es la idea de “la yihad global”, que excede tanto a ISIS como a otros movimientos terroristas que no son más que vehículos o, en algunos casos, marcas menores de la creencia superadora de la supremacía islámica y la yihad mundial.

El ataque a Barcelona y su reivindicación posterior no es un nuevo método para ISIS, aunque es una modalidad cada vez más utilizada por los partidarios del Islam radical, principalmente ISIS, pero también es utilizado por otros extremistas. Y esto sucede, en primer lugar, porque los ataques terroristas son difíciles de prevenir, pero además, desde un punto de vista logístico, un ataque terrorista con un vehículo requiere una preparación significativamente menor que un ataque terrorista con armas de fuego o explosivos. Sin embargo, no requiere ningún conocimiento especial y calificaciones necesarias en la utilización de explosivos de alta potencia o para usar armas de fuego. Así, cualquier grupo de jóvenes radicalizados pueden ejecutarlo sin mas que un presupuesto de dinero menor y con sólo el apoyo del imán (radical) de su vecindario.

La tarea de ISIS es expandir al máximo su zona de influencia como marca. Los últimos ataques terroristas lo han demostrado. En cambio la propaganda de ISIS, está lista para llevar a cabo reivindicaciones de ataques terroristas en cualquier ciudad de Europa sin importar quienes sean los autores. La gama de objetivos sigue siendo muy amplia. Pero los perpetradores son elementos del terror islámico global, que como en su tiempo se identificaban con Al Qaeda, hoy sirven a la marca ISIS y son utilitarios a los postulados del califato, pero exceden a la existencia o no de la marca y seguirán actuando mañana si ISIS desapareciera.

Esa es la “ideología” contra la que Occidente y el mundo libre debe librar el combate por la preservación de la libertad y la democracia. Al Qaeda, ISIS, Hezbollah, Boko Haram, El Talibán y otros actores de la multinacional del terror islámico sólo son “marcas” de su maximalismo ideológico y supremacista.