Enlace Judío México – La capacidad del cerebro humano de restringir la cantidad de datos que puede recibir y recordar puede ser un valioso modelo para mejorar la inteligencia artificial.

BRIAN BLUM

Una de las principales ventajas de las computadoras es que pueden recordar y acceder rápidamente a toda la información que posee, mientras que el cerebro restringe la cantidad de datos que puede recibir y recordar.

¿Acaso esta aparente desventaja podría ser una ventaja intencional?

Esta es una de las sorprendentes conclusiones de la nueva investigación israelí-estadounidense dirigida por el profesor Arnon Lotem del Departamento de Zoología de la Universidad de Tel Aviv.

Lotem y su equipo sugirieron que el “mecanismo de filtrado de los datos del entorno es un elemento integral del proceso de aprendizaje. Además, una memoria de trabajo limitada puede ser paradójicamente útil para algunas tareas cognitivas como el lenguaje”.

Lotem señala que los chimpancés tienen una mayor memoria de trabajo que los seres humanos, pero la utilizan principalmente para distinguir entre objetos, como los diferentes tipos de árboles en el bosque. Los seres humanos no necesitan tener en mente toda esa información visual porque cuentan con el lenguaje.

Como resultado, el cerebro humano utiliza la mayor parte de sus recursos para la “carga computacional” del lenguaje como un proceso de fondo, en lugar de mantener esos recursos disponibles en la memoria de trabajo.

“Cuando escuchamos una serie de sílabas, necesitamos escanear varias posibles combinaciones para identificar palabras”, dice Lotem.

Lotem desarrolló este nuevo modelo de aprendizaje en colaboración con los profesores Joseph Halpern y Shimon Edelman de la Universidad de Cornell y Oren Kolodny de la Universidad de Stanford (anteriormente estudiante de doctorado en la Universidad de Tel Aviv). La investigación fue publicada recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

La investigación observa cómo las actividades culturales (como el lenguaje y la fabricación de herramientas) han determinado la evolución de la cognición. “Creemos que, durante largos períodos de tiempo, algunos aspectos del cerebro deben haber cambiado para acomodar mejor los parámetros de aprendizaje requeridos para diversas actividades culturales”, explica Lotem.

Lotem considera que su nueva investigación podría ser utilizada algún día para mejorar la inteligencia artificial.

“Actualmente, en el campo de la inteligencia artificial no existe el concepto de limitar la memoria para mejorar la computación, pero puede ser paradójicamente útil en algunos casos, como en el cerebro humano,” concluye.

Fuente: Israel 21c / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico