Prosigue creciendo de manera incontrolable la Ciudad de México

Enlace Judío México.- Percibo que la megalópolis que se ha desarrollado en el área conurbada del Valle de México está próxima a colapsarse, pequeñas ciudades se han construido por todas partes en áreas que integran centros comerciales, edificiones habitacionales, de oficinas y de recreación, principalmente. El parque vehicular se ha incrementado innecesariamente frente a un significativo retraso en la oferta de transportación pública masiva, que además opera con bastantes deficiencias, para muestra el metro. Queda poco espacio para construir nuevas vías de comunicación; las calles están atestadas de vehículos cuya movilidad es limitada. La gente utiliza cualquier espacio para estacionar sus vehículos de día y de noche, ahora también las bicicletas y motocicletas atestan las calles y avenidas, sus conductores son frecuentemente atropellados y estos también “se lanzan” contra peatones en las calles y las banquetas.

LEÓN OPALIN EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Los mantos acuíferos se agotan, desaparecen áreas verdes; la nata de la contaminación ambiental es visible a simple vista. El cableado eléctrico, verdaderos enjambres, deteriora más el paisaje urbano. Los sistemas de drenaje han sido ampliamente rebasados por las tormentas que ahora son frecuentes en el Valle de México, (en buena medida debido al cambio climático mundial) y que junto a su insuficiente mantenimiento y a la basura que se arroja a las coladeras, provocan inundaciones que filtran el agua a viviendas y paralizan el tránsito. En muchas colonias no existe pavimentación, ni drenajes y un sinnúmero de calles tienen baches que lastiman a los vehículos.

El problema de la inseguridad es alarmante; el crimen organizado domina el escenario aquí y en todo el país. Un número creciente de chilangos (nativos de la Ciudad de México) se mudan a otras partes de la República; no obstante, a menor escala, los problemas también se experimentan en otras ciudades, e incluso, en materia de inseguridad los riesgos son más graves.

En este contexto, un número creciente de mexicanos de clase media y alta emigran a otros países donde encuentran mejores condiciones de vida y de trabajo. Yo tengo dos sobrinas y dos sobrinos con sus respectivas familias que viven en EUA e Israel. Varios amigos conocidos tienen hijos viviendo permanentemente en EUA, Israel y en varios países de Europa o incluso en Australia. Creo que en el mundo globalizado en que vivimos, existen más opciones, que considero legítimas, para que la gente radique en los sitios que les ofrecen más oportunidades.

En este sentido, me sorprendió que un matrimonio joven y sus dos hijas, amigo de mi hija menor, encontraran repentinamente una oportunidad de trabajo en una ciudad de Connecticut en EUA. El esposo, médico de profesión, tenía que presentarse en un plazo de 10 días a su nuevo trabajo. El rabino de la comunidad en donde establecerán su hogar le consiguió rápidamente una casa para rentar y una escuela judía para sus hijas. El matrimonio le expresó a mi hija que no tenían pensado regresar a vivir a México y le encargó a su familia de México que le vendiera la casa donde vive. Desafortunadamente la problemática inherente a el gigantismo urbano del Valle de México se extiende y afecta negativamente la convivencia entre las personas y, en general, desarticula el tejido social.

El terrorismo islámico imparable

La matanza terrorista en La Rambla de Barcelona, España, el 17 de agosto pasado, causó 13 muertos y un centenar de heridos, en un atropellamiento masivo en el corazón de la capital catalana, provocada por varios yihadistas en un atentado planificado y bien organizado; “el terrorismo” elige a conciencia a sus enemigos y esta vez ha escogido a una ciudad que representa como ningún otra el espíritu de espacio abierto, democrático y plural que el radicalismo intenta precisamente cercenar. El atentado que ha sacudido a Barcelona, tiene un impacto en toda España, que libra desde el 11 de marzo de 2004 un combate energético y sin tregua contra el terrorismo”.

Al atentado de Barcelona le siguieron otros atropellamientos y acuchillamientos en Finlandia, Alemania y Rusia, reflejan que los terroristas recurren cada vez más a métodos más crueles y letales. La lucha contra el terrorismo enfrenta a un fenómeno nuevo y dinámico utilizando armas arcaicas; empero, los gobiernos no han cambiado sus tácticas de lucha, asimismo los terroristas no actúan solos, la red terrorista de Barcelona tiene ramificaciones internacionales, que operan con otros grupos en Bélgica, Suiza y Europa central; antes el núcleo central y de acción estaba situado dentro de las fronteras nacionales; así la aplicación del modelo antiterrorista que se limitaba a las fronteras nacionales, ya no funciona porque la naturaleza del terrorismo cuya ideología esta globalizada.

Por otra parte, los gobiernos nacionales, especialmente en Europa, “no están dispuestos a delegar un aspecto tan importante como seguridad nacional y del orden público en un trasnacional superpuesta a los nacionales; un órgano ad hoc que esté en condiciones no solo de tener una amplia visión del fenómeno terrorista, sino de actuar a tiempo real; que tenga, en definitiva la autoridad para hacerlo”.
Los yihadistas actúan como las antiguas guerrillas en Centroamérica en los sesentas, pegan y se van a esconder y su captura es imposible. Pega y corre me recuerda el libro de Robert Taber, La Guerra Pulga, editado en 1967, considerado en su tiempo como uno de los mejores analistas de guerra de guerrillas. Taber explica la estrategia de las guerrillas haciendo una analogía con una pulga que actúa para combatir a un perro. Su estrategia es atacar (picar) con agilidad en el cuerpo del enemigo y darse inmediatamente a la fuga. La “guerra” de piquetes de la pulga se prolonga lo suficiente para agotar al perro quien finalmente cede debilitado por la anemia, sin que sus dientes den con nada o sus patas logren algo eficaz al espulgarse.

La gente transita en las calles de Europa con angustia y miedo, porque la muerte accidental, por un ataque terrorista, esta próxima en un café, en el cine, en las plazas o en cualquier espacio público. La lucha contra el terrorismo no debe concentrarse en el encarcelamiento a abatimiento de los radicales islámicos, también es necesario actuar contra los imanes que en las mezquitas adoctrinan de manera intensa, fanática e intolerante a sus fieles, particularmente a los jóvenes. En España hay más de mil centros de oración de los musulmanes, Europa Press, agencia de noticias, estima que en un 6.0% de ellos se profesan mensajes radicales.

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