Enlace Judío México.- La obesidad y el cáncer de próstata pueden ser una combinación peligrosa. En 2004, los investigadores publicaron un estudio que mostró cómo los pacientes con cáncer de próstata que tenían sobrepeso reportaron más recurrencias después de la cirugía.

Un estudio de seguimiento realizado este año por el mismo equipo, ahora en el Centro Médico Cedars-Sinai, mostró que el mayor riesgo de recurrencia también significaba un mayor riesgo de muerte por cáncer de próstata. Tener más peso no necesariamente causa cáncer de próstata, pero puede hacer que sobrevivir a la enfermedad sea más difícil.

El mensaje es claro para el Dr. Stephen Freedland, director del Centro Cedars-Sinai para la Investigación Integrada en Cáncer y Estilo de Vida (CIRCL). “Los pacientes a menudo se preguntan qué pueden hacer para combatir el cáncer de próstata”, dice. “Lo primero es la pérdida de peso. Entre los factores del estilo de vida, la obesidad es, con mucho, el vínculo más fuerte y en última instancia mortal para esta enfermedad”.

El Dr. Freedland y su equipo están llevando a cabo nuevos estudios para entender mejor cómo la pérdida de peso afecta el crecimiento de los tumores. En un ensayo, los pacientes con cáncer de próstata siguieron una dieta muy baja en azúcar y carbohidratos, lo que resulta en una pérdida media de 15 kg. en seis meses. “La pregunta es: ¿Esto reduce el crecimiento del tumor?”, Dice el Dr. Freedland. “También estamos analizando la metabolómica, o las huellas químicas de los procesos celulares específicos en personas obesas, personas no obesas, pacientes que han seguido dietas, y los que nunca lo han hecho”.

Azúcar y cáncer

Mientras que los investigadores estudian factores de estilo de vida tales como ejercicio y colesterol, el foco terapéutico ahora está recomendando a los pacientes a eliminar los azúcares simples. Cuando comemos azúcar, nuestro cuerpo produce insulina, un factor de crecimiento para las células de cáncer de próstata. Evitar el azúcar y el pico de insulina resultante también ayuda con la pérdida de peso. Así que es un cambio dietético que puede ayudar en dos frentes.

“Es importante saber de dónde provienen los azúcares y comer comidas nutritivas”, comenta el Dr. Freedland. “Los pacientes me dicen que han dejado la carne roja por comer pescado. Resulta que se están absteniendo de la carne de res alimentada con pasto que es razonablemente saludable, y ahora están comiendo tilapia, que no es nada saludable. Y están comiendo helado sin grasa, que está lleno de azúcar. En Estados Unidos hemos desarrollado una fobia a la obesidad a lo largo de 30 años. Yo no recomendaría la ingesta de grasa. Pero cuando se trata de combatir la obesidad, el azúcar es el enemigo público número uno, no la grasa”.

Eso significa evitar los azúcares ocultos en el arroz blanco, la pasta y el pan blanco. No tomar refrescos es importante, pero no es suficiente si todavía estás comiendo azúcares en los carbohidratos tales como papas fritas, galletas, y dulces. “Inclusive una papa cocida al horno tiene muchos carbohidratos”, agrega el Dr. Freedland. “Muchas personas pueden reducir el azúcar en el desayuno, el almuerzo y la cena, pero cuando se trata de una colación, siempre recurren a un dulce. Recomendamos un puñado de nueces o verduras.”

Beneficios del ejercicio

El ejercicio no sólo ayuda a la pérdida de peso, sino que también es una variable en la ecuación del cáncer. Los músculos inicialmente absorben el azúcar, los investigadores creen que la formación muscular adicional del ejercicio puede ayudar a las personas a manejar mejor el azúcar que consumimos. El Dr. Freedland señala que el ejercicio también promueve un flujo sanguíneo más saludable. “El cáncer tiende a aparecer en áreas donde los nutrientes son escasos y las células inmunes tienen menos combustible para hacer su trabajo. Sin ejercicio y buen flujo de sangre, creamos áreas que pueden conducir a daños celulares y cáncer.”

Para la salud de la próstata, los datos indican que el ejercicio vigoroso es el mejor. Si puedes platicar mientras estás haciendo ejercicio, probablemente no te estás esforzando suficiente. No importa si te gusta nadar, andar en bicicleta, trotar, o caminar. Incluso media hora de subir escaleras o hacer ejercicio en la banda 3 veces a la semana. De hecho, hay otro ensayo clínico activo en Cedars Sinai investiga los beneficios para pacientes de cáncer de próstata en estadío avanzado que hacen ejercicio 3 veces por semana.

Optando por la salud

Los niveles altos de colesterol, estrógeno e inflamación relacionan la obesidad al cáncer de próstata. El Dr. Freedland piensa que se puede mejorar la salud al optar por estilos de vida saludables. “La obesidad afecta al corazón la diabetes, y también la salud de la próstata”.

“Recuerden, los genes cargan el arma, pero el estilo de vida tira del gatillo.”

 

 

Fuente:el news semanal