Enlace Judío México.- Estimada Raquel Keller, amiga de la Yidishe, compañera, representante y vocera de nuestra generación:

En este momento de gran pesar para mí, quisiera agradecer, a través de este medio, a todos y cada uno de ustedes, familia Yidishe Shul, C.I.M. Generación “Jurassic Park 1970”, el apoyo que me brindan ante el fallecimiento de mi mamá, la Sra. Sarita Sarafanov de Rajunov Z’’L, acaecida el  miércoles 27 de Septiembre del 2017.

Mi mamá, a Yidishe Mame, nació el 13 de Julio de 1930 en el Hospital Morelos de la Ciudad de México, hija de Samuel Sarafanov, originario de Hoctuciski, Polonia, y nieta de Leib y Zlate Sarafanov, por una parte, y de Liba Golomb, originaria de Kovne, Lituania, y nieta, mi mamá, de Isaac y Taibe Golomb, ambos campesinos de oficio.

La menor de 3 los hermanos Sarafanov Golomb, siendo el hermano mayor de mi mamá Leib, Z’’L, y su hermana Hilda Sarafanov de Fishbein, (89) que la sobrevive actualmente.

Mi zeide, Samuel Sarafanov, sastre de oficio, y bundista de ideología, desde su natal Polonia, muere prematuramente muy joven en Guadalajara, quedando como tutores de mi mamá, los Sres. Leib y Freidl Brener, con los que estuvo profundamente agradecida, (y hasta la actualidad, continuó y mantuvo una digna relación con los hijos de ellos, Don Pablo, Sarita de Nankin, Z’’L, y Lole Brener) que convivieron en su orfandad con mi mamá, desde una edad muy temprana.

Mi mamá, a sus escasos 12 años, y con una madre enferma, empieza su lucha contra la adversidad, y desde ésta edad, queda marcada de por vida, forjándose una mujer de carácter y temple muy especial, que le permitieron llegar a los 87 años, con una vida plena, llena de najes y muchas berajot.
Trabajó para el Eishel, Casa Hogar de ancianos, haciendo labor social, en compañía de las Sras. Anita Brener, y Bela Fraifeld, así como sus amigas compañeras de la WIZO, Sarita Schejtman, Olguita Wilk, Sra. Hirsch, mamá de nuestro compañero David, la Sra. Garber, Sra. Sirota, Sra.Ida Lerman y otras, y siempre se caracterizó por ayudar al prójimo y al que más necesitara, a veces públicamente, pero la mayoría de las ocasiones, en privado, siempre haciendo mitzvot, sin recordar siempre su pasado y sus orígenes humildes , pero con educación estricta, con normas morales , éticas y religiosas, propias de la educación de antaño(Mi bobe estudió “Gymnasium en Lituania, equivalente a un PHD de la actualidad).

Se casó con Shaia Rajunov, Z”L, mi Papá, con el que procreó 5 hijos, 11 nietos y 6 bisnietos; enterró con mucho pesar, y en contra de las leyes de la naturaleza, a 2 de mis hermanos, Rubén (Cheche Z”L, y Moishe Z”L, el 4o y el 5o, respectivamente), sobreviviéndole actualmente mis hermanos Fermín, Iche, y un servidor, con mucho orgullo de ser el primogénito.

Sarita, toda una Lady, y con mentschlejkait, en toda la extensión de la palabra, estuvo hospitalizada 9 veces en los últimos 2 años, cargando con un concentrador de oxígeno 24/7, víctima de una enfermedad llamada EPOC(Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y en remisión por un cáncer que tuvo de 1997 al 2007 con melanoma maligno que se había expandido a ganglios linfáticos, y del que fue tratada satisfactoriamente, en el M.D. Anderson Cancer Center de Houston , Texas, con cirugías y quimioterapia.

Cultivó siempre muchas y muy buenas amistades, y como pilar de Yidishe Mame, Yidishe Bobe, Yidishe Vaiv, Yidishe Shvester e Yidishe Javerte, tuvo un comportamiento ejemplar, siempre alegre, y le gustaba salir muy bien vestida para ir a Kleins de Polanco a desayunar, aunque fuese en silla de ruedas, y su concentrador de oxígeno, en Kleins, restaurante cafetería de la colonia Polanco, al cual acudió hasta hace una semana antes de fallecer, a diario, durante muchos años, era siempre muy respetada, platicaba y socializaba con mucha gente, para de ahí trasladarse a sus clase de pintura, pasando la tarde con sus nietos y bisnietos.

Recordando la Yidishe Shul, y para terminar, la letra de la canción” a Yidishe Mame”:  volt zi gelofn far ir kind, in vaser un faier, dos is geven der grester matone, mi Mamá fue un regalo y bendición que Hashem me mandó. Crió y educó a sus hijos en fuego y en agua, y la tendré siempre en mi corazón, siempre viva, su neshome siempre presente.

Un abrazo de corazón para mis verdaderos amigos, mis compañeros de la Yidishe, ¡que no sepamos más de penas!

Con profundo agradecimiento:

Sammy Rajunov