Enlace Judío México.- Horas después del cierre de los comicios es muy posible que Carles Puigdemont, titular de la Generalitat, anuncie un resultado con el triunfo de los sececionistas en la consulta ilegal de ayer. El propósito confirmado de los separatistas es una declaración inmediata de independencia.

JUAN CARLOS ALGAÑARAZ

Horas después del cierre de los comicios es muy posible que Carles Puigdemont, titular de la Generalitat, anuncie un resultado con el triunfo de los secesionistas en la consulta ilegal de ayer. El propósito confirmado de los separatistas es una declaración inmediata de independencia.

Piensan utilizar dos caminos. El favorito es declarar que en el referéndum ha triunfado el voto a favor de la separación y, de acuerdo a la Ley de Referéndum para esa alternativa, proclamar la República Catalana en 48 horas.

Lo más probable es que la efeméride se produzca el 4 de octubre.

El otro recurso es la Declaración Unilateral de la Independencia, DUI, un viejo anhelo de los separatistas más duros desde hace tiempo. Pero, ¡atención! porque acarrea casi con seguridad un procesamiento por sedición, 15 años de cárcel como máximo, y fuertes multas en caso de que los responsables sean altos funcionarios de la Generalitat.

“Esperemos los acontecimientos, todo es muy complicado”, coinciden en advertir en Cataluña y el estado los principales protagonistas de este maremágnum.

Ha transcurrido hoy el Día Más Largo de la Democracia Española, la peor crisis del estado en estos últimos 40 años. Los medios televisivos han transmitido imágenes inimaginables, de heridos y enfrentamientos sucesivos. Una movilización popular extraordinaria. Me quedo con las ancianas en sillas de rueda en los centros de votación. Con las familias entrando a votar, algunas con los hijos en brazos.

Abrumadora cantidad de jóvenes. Y de ancianos que tienen toda clase de recuerdos agraviantes, empezando por Franco, que ahora se atribuyen al voleo, sin distinciones, con la irresponsabilidad del fanatismo nacionalista, a “los españoles”.

Una conclusión: El independentismo ha ganado la batalla de las imágenes o de las apariencias. El estado tiene el poder, la llave mágica, y no ha perdido nada de su robustez.

El referéndum ha sido un rotundo fracaso ya que no ofrece ninguna garantía, nadie lo va a reconocer internacionalmente. Pero, el independentismo prometió muchas veces, y millones de catalanes le han creído a pie juntillas y fervorosos, que ayer llegaba la anhelada República.

¿Alguien imagina que ahora admitan que han fracasado, que encendieron expectativa falsas?. Eso es el final definitivo para los dirigentes separatistas.

Por lo que vuelven a su recurso favorito: la fuga frenética hacia adelante. “Llegado este punto ya no podemos dar marcha atrás”, advierten los más partidarios del “independentazo”.

Algunos ilusos fantasean que Puigdemont proponga un “dialogo urgente” con algún mediador internacional de valía ante el “empate” entre Cataluña y el estado. Es un imposible porque todos los puentes, vías de encuentro, están dinamitados como lo ha afirmado con toda claridad del gobierno.

El ministro portavoz, Iñigo Mendez de Vigo, condenó a una especie de muerte civil a “los responsables de esta situación que tanto daño a hecho. Responderán ante los Tribunales de forma personal y patrimonial. La cárcel y la ruina económica para ellos y sus familias. Proporcionó los nombres de los culpables Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, y los dirigentes de la CUP (radicales alternativos). Aclaró específicamente que Puigdemont “no es un interlocutor válido porque ha sido desleal”. También señaló que “no habrá referéndum porque es un caos organizativo y una improvisación, sin censo ni protección de datos”. Políticos de los liberales de Ciudadanos definieron la consulta ilegal como “un fraude total” O sea que los líderes separatistas ya saben lo que les espera. Todas las especulaciones de “volver a una mesa de diálogo” para el Día después del primero de octubre son una fantasía irrealizable.

El Govern espera, además, que las movilizaciones de hoy tendrán continuidad en los próximos días y es posible que esas protestas ya no se centren tanto en reclamar un referéndum, sino en la independencia. “Antes gritaban ‘queremos votar’ y ahora aclamaran la independencia”, observó una dirigente de la CUP (alternativos).

 

 

Fuente:clarin.com