Enlace Judío México – Sucot es en hebreo el plural de Sucá, se le llama así a la festividad judía, porque durante toda la semana que dura salimos de nuestras casas para habitar estructuras temporales construidas por nosotros, a las cuales llamamos Sucá. A continuación explicamos el significado de este mandato.

Ask Moses. ¿Por qué construimos la Sucá?

En Sucot celebramos la protección divina que nuestros ancestros disfrutaron durante cuarenta años de travesía por el desierto. Durante ese tiempo las Nubes de Gloria cuidaban a los Hijos de Israel de las temperaturas extremas del desierto durante el día. Mientras que a la noche se transformaban en pilares de fuego, que los guiaba y los iluminaba en la oscuridad, el midrash (relato talmúdico) además cuenta, que la nube mataba animales peligros y emparejaba el suelo que caminaban.

La Sucá representa las Nubes de Gloria, que por supuesto son una manifestación de la Shejina (Presencia Divina).

La Torá nos ordena habitar la Sucá durante la semana que dura la fiesta. Nuestros sabios explican que habitar la Sucá significa que debemos comer en la Sucá, aprender Torá en la Sucá y hacer la mayor parte de nuestras actividades cotidianas en la Sucá; muchos consideran que también se debe dormir en la Sucá.

Nuestra sola presencia al interior de las paredes de la Sucá es considerada una mitzvá. Cada respiro que damos al interior de la Sucá está lleno de energía divina, ya que estamos rodeados de la santidad de está mitzvá.

Para poder realizar esta acción correctamente, debemos asegurarnos que la Sucá sea kosher (que cumpla con los requerimientos halájicos).

Debe tener al menos 2 paredes completas y una tercera a la mitad. Las paredes deben de ser sólidas, de tal forma que el viento no pueda levantarlas. Paredes permanentes pueden ser usadas en la Sucá incluso considerando que ésta debe ser una morada temporal, ya que es el techo de la estructura lo que la convierte en temporal.

El techo debe ser hecho de materiales naturales que hayan sido cortados como ramas, palmas, bambús, a los que se le llama Sejaj. No debemos colocar la estructura bajo nada más que el mismo cielo. Debemos poder ver el cielo mientras estamos en nuestra Sucá, de tal forma que evitamos llenar el techo de ramas, al punto que no pueda verse a través de ellas. Sin embargo, debe haber la suficiente cubierta para que a medio día haya la suficiente sombra para que sea cómodo estar dentro de ella. La sucá debe ser lo suficientemente larga para que al menos una persona pueda sentarse a comer en ella. Sin embargo, entre más grande sea la sucá lo mejor.

En Sucot también festejamos la última cosecha del año. Por ello mucha gente acostumbra colgar frutas del techo de la Sucá.

La belleza de compartir una comida con amigos familiares, cantando y festejando a D-os bajo una Sucá son de esas cosas indescriptibles que puede hacer a nuestros hijos sentirse orgullosos de ser judíos. Lo recomendamos mucho. Jag Sameaj.

Fuente: Ask Moses