Enlace Judío México- Debido a un glaucoma congénito, Manuel Gallardo sufre de ceguera irreversible desde hace 5 años. Gallardo, quien ha apoyado a muchas empresas de la Comunidad en este rubro, considera que los damnificados que tienen seguro gozan hoy de una oportunidad de conseguir una indemnización justa, equitativa y correcta. Sin embargo, aconseja, se necesita tener una estrategia de reclamación y contar con el apoyo de un experto, ya que “la medida de tu experiencia será la medida de tu resultado”.

DESPUÉS DEL SISMO

Enlace Judío: ¿Cuál es la situación ahora después del sismo? 

Manuel Gallardo: En la historia de México no se habían reclamado tantos seguros como los que se van a reclamar por este terremoto. En el terremoto del 85 hubo muchos daños, pero era menos la cantidad de bienes asegurados en relación con la proporción que hoy tenemos.

Tenemos una gran oportunidad de apoyar a las personas que tienen un seguro pero que no tienen experiencia. Porque si no habían reclamado antes seguros contra terremotos, su experiencia es muy poca y solamente van a poder contar con aquello que sus amigos o sus familiares les platican.

Esa platica o comentario no es una sugerencia de expertos. Tú puedes tener una poliza pero no es garantía de que te vayan a pagar. Contar con un seguro no te garantiza una indemnización. Necesitas tener una estrategia de reclamación para que puedas acceder a una indemnización justa, equitativa y correcta

La medida de tu experiencia será la medida de tu resultado. Esto es una regla muy básica. Si tu estrategia es pobre, tu indemnización va a ser muy pobre. Si tienes una buena estrategia, si tienes una buena planeación para reclamar, apoyado por un experto, seguramente tendrás la oportunidad de recibir una indemnización que corresponda al daño que tuviste.

SI NO COBRAS, NO COBRAMOS

EJ: Ustedes llevan 20 años haciendo esto con éxito.

MG: Es correcto. GALLbo surge de la primera reclamación que yo tuve como profesionista. Tenía una poliza de seguro, tuve un robo en casa habitación y la aseguradora solamente me quería indemnizar una parte de esa pérdida.

Consideré que no tenía razón porque me estaba haciendo una interpretación de la póliza que yo no consideraba correcta y yo les hice ver que eso no era lo adecuado. No obstante que les argumenté y les fundamenté pase casi tres meses en esa discusión.

Mientras yo discutía con mi aseguradora hace 20 años, busqué alguien que me ayudara y asesorara para la reclamación, pero no encontré a nadie. No había profesionistas en el noroeste del país que pudieran apoyarme.

Y ahí fue cuando yo dije: “Creo que esta es una oportunidad”. Si yo como abogado, con una reclamación pequeña, estoy viviendo todo este proceso complicado por inexperiencia, imagínate al agricultor, al empresario al comerciante que sufre de un siniestro importante, seguramente le va ir muy mal porque no hay expertise en esta materia.

Así es como surge GALLbo. Gracias a un caso y experiencia propia, y fue donde tuve la visión de que podía trabajar en un nicho de oportunidad. Y desde hace 20 años hasta hoy, hemos desarrollado con el tiempo metodologías propias que se han perfeccionado y que garantizan los resultados de lo que nosotros hacemos.

Ya no es solamente una reclamación sino que es un proceso que hemos instaurado y pulido, y que lo aplicamos para garantizar que en todas las reclamaciones en que lo aplicamos tengan un resultado exitoso.

EJ: ¿Qué es lo que ustedes hacen en este caso?

MG: Cuando tú tienes un siniestro, lo único que tú tienes es una póliza, pero no tienes experiencia para integrar una reclamación. La aseguradora es una experta en pólizas de seguros, su gran expertise está en el sector asegurador y en los instrumentos de aseguramiento. Ellos además de tienen la oportunidad financiera que les permite contratar expertos.

Contratan a varios expertos que están a su servicio, que tienen que atender los siniestros bajo los lineamientos que les marca la aseguradora y todos ellos lo que hacen es revisar tu reclamación, pero ninguno de ellos es tu asesor o amigo. Son profesionistas, técnicos o peritos contratados por las aseguradoras a su servicio para revisar tu expediente.

Cuando tú tienes un siniestro, tienes frente a ti a un gran equipo de expertos que todos los días hacen lo mismo, y tú estás solo, y cuando mucho lo que tú tienes a tu lado es a tu agente de seguros o broker, que no es especialista en reclamaciones de seguros. No les dan cursos sobre reclamar, sobre leyes, reglamentos o los últimos criterios de la Suprema Corte ni de los Tribunales Colegiados.

El agente solo te va a dar servicio y te va a ayudar hasta donde tenga experiencia, pero si este no ha tenido nunca un siniestro de sus clientes, ni dos ni tres ¿de dónde va a tomar experiencia para ayúdate a ti?

Quedas muy vulnerable ante los expertos. Jamás vas a ganar un juego, aunque las reglas sean claras y transparentes.

EJ: Mencionaste que hay dos diferentes tipos de siniestros, los de casa habitación y los de empresas. Obviamente tus clientes son las empresas, pero mencionaste que vas a ayudar a la gente que tiene problemas con los seguros de casa habitación de otra manera.

MG: Sí. Hemos iniciado 2 campañas después de los sismos y tomamos la decisión de ayudar a todas aquellas personas que tienen una casa habitación o un departamento y que tuvo daños por el terremoto.

¿Cómo queremos ayudar en esta reconstrucción? Yo creo que se vale ayudar, porque si te va bien hay que compartir. Y si la experiencia que hemos acumulado a esas personas les va a ser de utilidad, es el momento de dar lo que uno sabe o lo que uno tiene.

Y si lo que tenemos es conocimiento y una serie de procesos y de consejos para ellos, iniciamos la campaña que nosotros le llamamos “Aprovecha tu seguro”. Ya tienes un seguro, bueno, ahora aprovéchalo.

¿Cómo lo vamos a aprovechar? Dándote herramientas para que tú puedas tener oportunidad de conocer de mejor forma los términos y condiciones de tu poliza, las obligaciones que tienes que cumplir y que puedas exigir a tu aseguradora las que a ella le corresponda.

Que conozcas a los actores en esta reclamación. Existe la figura del broker, la del ajustador, la del técnico, la del perito, la del analista de siniestros, del agente de seguros, de las autoridades, Protección Civil, Tribunales, etc.

Tú tienes que saber qué papel juega cada uno de ellos para que sepas cómo moverte adecuadamente en todas y cada una de las fases de la reclamación.

Hemos compartido de una manera desinteresada esos tips y esos consejos. A nosotros nos ha llevado 20 años lo que yo te voy a plasmar en un video de 30 segundos (como el que presentamos aquí. Para ver más videos, haga click acá)

La otra es la campaña para los empresarios. Que sepan que estamos a sus órdenes, para que nos conozcan y que sepan que pueden contar con un aliado al momento de reclamar sus seguros.

Que sepan que somos una firma seria y reconocida. Que lo más valioso de GALLbo es su recomendación, sus clientes y cómo la recomiendan por los resultados que hemos obtenido.

EL PROCESO. LAS CINCO FASES DE UNA RECLAMACIÓN

EJ: Manuel, ¿en qué consiste una reclamación? ¿Cuál es el proceso?

MG: Para que tú tengas una indemnización, primero debes de tener una póliza y un siniestro. Estos son la letra A y la indemnización es la letra Z.

Pero para que llegues de la A a la Z, vas a tener que transitar por 5 grandes fases.

PRIMERA– La primera es la de identificación o determinación de un daño. La cuantificación de ese daño. La reclamación. La conciliación de la pérdida real sufrida. Y el ajuste, que no es otra cosa más que la aplicación de los términos y condiciones de una póliza a tu pérdida.

Una cosa es la pérdida y otra cosa es la indemnización. Son cosas muy diferentes.

¿Qué es la determinación o identificación del daño? Es la actividad por la que tú vas a identificar qué de los daños que tiene tu patrimonio fueron ocasinados por el evento, que en este caso es un terremoto.

Qué daños que tenga tu vivienda pueden haber sido ocasionados el terremoto, porque puede que tengas una humedad con el calor.

Un ejemplo muy clásico: tienes humedad y salitre en tu pared. Viene el terremoto y seguramente tienes la tentación de comprar ese daño.

No te la van a pagar porque no es un daño ocasionado por el terremoto previsto en la póliza.

Puede que tengas alguna puerta rota, algún piso roto de antes del siniestro. Por eso es muy importante identificar o determinar qué daños son estrictamente causados por ese evento.

SEGUNDA– Ya que identificas todos esos daños, lo que sigue es cuantificarlos. ¿Cuánto cuesta repararlos? ¿Cuánto cuesta reponer los bienes?

En esa fase de reclamación, que lleva precedida la determinación y la cuantificación, tienes que apoyarte en expertos, porque hay muchas cosas que están cubiertas como costos en las pólizas pero que si no sabes cómo cobrarlas no te las van a pagar.

La aseguradora no te va a pagar aquello que tú no cobres. Eso es una regla. Aquello que no cuantifiques no te lo van a indemnizar. La cuantificación tiene una estrategia que te obliga a cobrar de una manera muy detallada los materiales, mano de obra, indirectos de la empresa que te hace el trabajo de reparación o reposición, utilidades, etc.

Todos esos costos están cubiertos por la póliza, pero si tu no los pides no te los van a pagar y muchas veces no los pides porque en tu esquema de reclamación ni siquiera consideras a esas figuras.

A partir de nuestros tips y recomendaciones en la fase de cuantificación, te van a permitir alcanzar la mayor indemnización posible.

TERCERA– Una vez que tienes determinado y cuantificado el daño, lo que sigue es que lo reclames. Y reclamarlo no es otra cosa más que clasificar correctamente en cada una de las coberturas y de las secciones amparadas por tu póliza, el tipo de daño tomando en cuenta el tipo de bienes.

Cuando tú clasificas correctamente y reclamas tomando en cuenta los términos y condiciones de tu póliza y las coberturas, vas a tener la oportunidad de que cada una de ellas te de la mayor indemnización.

Si te equivocas en clasificar, puede que algo que está cubierto bajo la cobertura de “edificio”, si tu lo reclamas bajo la cobertura de “contenido”, no te lo vayan a indemnizar.

Si el ajustador no tiene oportunidad por falta de tiempo o por falta de cuidado de reclasificarte esa reclamación, lo más probable es que no te paguen un daño que te pudieron haber pagado si hubieras clasificado correctamente. Esa es la tercera fase.

CUARTA– La cuarta fase es cuando tú ya planteaste tu reclamación y la compañía de seguros la analiza y si existen diferencias vas a tener que llegar con ella a un acuerdo técnico donde esas diferencias tienen que conciliarse. Se tiene que llegar a un acuerdo, no a una negociación, porque esto siempre implica una pérdida.

Es mejor que soportes adecuadamente el número que estás planteando y eso es a través de todo el proceso previo. Y no obstante que hiciste un proceso adecuado, puede que existan diferencias con la aseguradora porque haya diferencia de criterios.

Tú puedes considerar en reemplazar una puerta, pero la aseguradora en repararla. Esa diferencia de criterios hace que ya no coincidamos, entonces hay que conciliar.

QUINTA– Una vez que nos ponemos de acuerdo en si es reparación o si es el reemplazo de la puerta, lo que sigue es el ajuste, la última etapa de una reclamación.

El ajuste es cuando la aseguradora le aplica los términos y condiciones de tu pérdida, tomando en cuenta la póliza que tú tienes contratada. Entonces te va a aplicar deducibles, co aseguros, proporción indemnizable, depreciaciones, exclusiones, etc.

Todos esos conceptos hacen que tu indemnización se vaya hacia abajo, por eso es muy importante de donde tú partes.

Un error muy común es que las personas dicen, “¡Ínflalo! Porque la aseguradora te lo va a bajar”. Cuando tú subes algo y no le pones un soporte, rapidito se va a bajar.

Y entonces como estás enfocado en aquello que inflaste y crees que porque lo inflaste te lo van a pagar, descuidas aquello que sí es reclamable y lo pierdes por estar enfocado en lo que no era.

Esas son las grandes fases de un proceso de reclamación por las que siempre va a transitar la póliza de daños. En el terremoto estamos hablando de una cobertura de daños.

Y siempre vas a transitar por esas 5 fases y de la forma en que lo hagas, una es el antecedente de la que sigue. Si empiezas con la primera mal, vas a llegar con la última muy mal. Ya no lo recuperas.

Por eso es importante lo de la asesoría al principio, porque ya no es factible recuperar muchas cosas cuando estamos en la última fase.

EJ: Antes de contratar una póliza uno debería de tener algún conocimiento ¿no?

MG: Antes de contratar la póliza es muy difícil que tengamos experiencia en todo. Desafortunadamente en materia de seguros uno contrata pólizas con la ilusión de no usarlas. Si alguien te garantizara o tú estuvieras segura que la vas a usar, entonces le pondrías más atención.

Pero como la oportunidad de usarla es aleatoria, uno la contrata con la ilusión de que no la necesites. Y como a lo mejor no la vas a necesitar, no te preocupa mucho si está bien o mal, no tiene un efecto en ti en ese momento.

Hay que fomentar una cultura de la correcta contratación
y no es más que consejos útiles, prácticos. La personas y las empresas no están pensando en contratar, están pensando en reclamar.

MANUEL GALLARDO, UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN

EJ: ¿Cómo le haces con tu problema de la vista?

MG: Tengo 20 años de experiencia en esto, pero solamente 5 que no veo. Durante 15 años yo veía perfectamente todos los siniestros. Los siniestros siempre causan patrones de daño y no siempre son visibles a simple vista, en muchos de esos daños necesitas experiencia para identificarlos porque hay muchos daños ocultos o aparentes.

¿Cómo lo hago? Muy fácil, porque aún y cuando ahorita no veo, yo estuve viendo muchísimos siniestros durante 15 años y hoy en día pues las leyes me las sé de memoria no obstante que van cambiando. El punto de que me las sepa no hace que no tenga que actualizarme.

EJ: ¿Qué te pasó y cómo descubriste esas herramientas?

MG: Yo tengo glaucoma congénito. Nací con ello en ambos ojos. El glaucoma es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo. Somos entre 64 y 70 millones de personas en el mundo que lo padecemos y no tenemos cura.

Debido al glaucoma y de 13 cirugías en ambos ojos, me quedé hace 5 años sin poder ver. En ese entonces no usaba tecnología y siempre traía yo a alguien de mi oficina.

Un día alguien me dijo, “¿Y tú por qué necesitas que alguien que te ayude? Yo tengo una amiga a la que no le ayuda nadie. Karla Herrera, es abogada y es de Chihuahua”.

Esta persona me conecta con Karla por teléfono y platicando me preguntó por el teléfono que estaba usando. Me dijo que me comprara un iPhone y que fuera a Chihuahua para que me enseñara a usarlo.

Ella estudio en Harvard y tuvo acceso a muchos tipos de tecnologías para invidentes hasta que logró acomodarse con la de Apple.

Así fue como di con esas tecnologías, gracias a que en un desayuno se da cuenta de que yo le digo a mi asistente, “Dime qué dice el correo”, y fue ahí que la persona me habló de Karla Herrera.

Y ahora cada que hay una oportunidad de alguien que quiera aprender, yo le enseño.

Tú que ves no sabes que existe esta accesibilidad, porque no la necesitas. Y aquél que no ve, si nadie le dice que existe, no la va a encontrar. Este sistema se llama VoiceOver y lo tienen todos los aparatos de Apple.

Para saber más: https://www.gallbo.com/