Enlace Judío México.- Glückel tuvo una educación judía tradicional. De sus lecturas personales no sólo obtuvo docenas de relatos y parábolas que incluyó en el texto, sino los fundamentos de su visión del mundo y de su judaísmo.

MARCOS GOJMAN

Glückel de Hameln nació en la ciudad de Hamburgo en 1646. Cuando tenía doce años, sus padres la comprometieron en matrimonio con Haym de Hameln, con quien se casó dos años después. Con el tiempo, Haym llegó a ser un hombre de negocios exitoso en Hamburgo. Tuvieron catorce hijos, de los cuales les sobrevivieron doce. Además de cumplir con sus obligaciones de madre y esposa, Glückel estaba activamente involucrada en el negocio de la familia, al grado que cuando le preguntaron a su marido, en su lecho de muerte, si deseaba dejar alguna instrucción o consejo final, él contestó: “No tengo ninguna instrucción, mi esposa conoce todo sobre el negocio, déjenla que lo siga haciendo como lo ha hecho hasta ahora.” Haym murió en 1689. Once años después, Glückel se casó con Hertz Levy de Metz, ciudad a donde se mudaron. Hertz acabó con la fortuna de la familia y a su muerte, en 1711, Glückel quedó en la total pobreza, teniendo que vivir dependiente de la ayuda de una de sus hijas y de su yerno.

Glückel empezó a escribir sus memorias, en Yidish, dos años después de la muerte de Haym, para “desterrar los pensamientos melancólicos que tenía durante muchas noches que pasó sin dormir, y poder transmitir a sus hijos las historias de la vida de sus padres.” Java Turniansky nos dice: “El primer capítulo es una introducción a su mundo espiritual, una especie de manifiesto de la fe, las creencias, las aspiraciones, los motivos y las opiniones de esta mujer judía piadosa y temerosa de Dios, donde trató temas del campo del Musar, la corriente judía de moral y enseñanzas éticas.” En la introducción del primer capítulo, Glückel escribió la siguiente historia:

“Un pájaro intentó cruzar un mar con sus tres pichones. El mar era tan ancho y el viento tan fuerte que el pájaro padre se vio obligado a cargar a sus pequeños, uno por uno, con sus fuertes garras. Cuando estaba a mitad de camino con el primer pichón, el viento se convirtió en un vendaval y él dijo: “Hijo mío, mira cómo estoy luchando y arriesgando mi vida por ti. Cuando seas mayor, ¿harás lo mismo por mí y me proveerás en mi vejez?” El pichón respondió: “Solo llévame a un lugar seguro y cuando seas viejo haré todo lo que me pidas.” En ese momento el pájaro padre arrojó a su hijo al mar, éste se ahogó y el padre dijo: “Esto es lo que se hace con un mentiroso como tú.”

Entonces el pájaro padre regresó a la orilla, salió con su segundo hijo, le hizo la misma pregunta y al recibir la misma respuesta, ahogó al segundo hijo con el grito: “¡Tú también eres un mentiroso!”. Finalmente, partió con el tercer pichón y cuando hizo la misma pregunta, el tercer y último pichón respondió: “Mi querido padre, es verdad que estás luchando poderosamente y arriesgando tu vida por mí, y estaría equivocado si no te lo devolviera cuando seas viejo, pero no puedo comprometerme. Sin embargo, esto puedo prometerte: cuando sea mayor y tenga hijos, haré tanto por ellos como tú lo hiciste por mí “. Entonces el pájaro padre dijo:” Lo has dicho bien y con sabiduría hijo mío y tu vida perdonaré y te llevaré a la orilla de forma segura”.

De su diario sabemos que Glückel tuvo una educación judía tradicional. De sus lecturas personales no sólo obtuvo docenas de relatos y parábolas que incluyó en el texto, sino los fundamentos de su visión del mundo y de su judaísmo. También es un testimonio histórico de lo que fue el mundo judío de su época. El diario de Glückel de Hameln es más que su historia personal.

 

Bibliografía: Java Turniansky: “Glückel of Hameln”

 

Fuente:alreguelajat.com