Enlace Judío México – Famoso por su Hagadá de Pesaj ilustrado de 1933, Szyk fue uno de los ilustradores judíos más memorables de la primera mitad del siglo XX.

Sionista militante, nacionalista polaco y patriota americano, es como el crítico J. Hoberman habla del ilustrador judío Arthur Szyk, conocido primordialmente por una colorida Hagadá de Pésaje y por ser uno de los artistas anti fascistas más famosos durante la Segunda Guerra Mundial.

Autorretrato de Szyck ante la escena del libro de Esther del colgamiento de Hamán

Nacido en Lodz en el seno de una familia judía asimilada a la cultura polaca, por su interés por la pintura y los diseños desde muy niño, sus padres le otorgaron educación artística en Paris y en Cracovia.

Pese a no nacer en un entorno religioso, la cultura hebrea siempre le llamó la atención y le gustaba plasmar escenas bíblicas.

Durante la Primera Guerra Mundial, se enlistó al ejército ruso pero terminó por desertar, para después de ello enlistarse en la guerra polaco-soviética de 1919-1920, donde fungió como director de propaganda.

En 1921 se trasladó junto con su familia a París donde vivió hasta 1937. Fue en esta etapa en la que recibió reconocimientos de EE.UU. por su serie de pinturas en honor a la guerra de independencia norteamericana y cuando comenzó a trabajar en las ilustraciones de su famosa Hagadá.

Para cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Szyk se encontraba en Londres, donde publicó por primera vez su Hagadá y comenzó con sus caricaturas satíricas sobre el régimen nazi.

En 1941 se recolocó en Nueva York y para el siguiente año exhibió la muestra “Sátiras de la guerra e iluminaciones”, a la que el diario The New York Times alabó como ideas pictóricas plasmadas “imaginativa y claramente con un distinguido sentido del color y del diseño”.

Durante toda la guerra, así como el Dr. SeussSzyk se empeñó en satirizar mediante sus diseños tanto al régimen nazi como al Imperio de Japón y a la Italia de Mussolini. La revista Time encargó a Szyk su portada tras el ataque a Pearl Harbor.

“Satán lidera el baile” (1942)

Tras el fin de la guerra, Szyk siguió siendo un crítico prolífico a través de su pincel y sus temas viraron hacia la crítica del racismo en los EE.UU. o el imperialismo holandés en Indonesia.

Su viraje hacia un posición crítica de izquierda lo llevó incluso a que en 1951, el mismo año de su muerte, fuera investigado por el infame Comité de Actividades Antiestadounidenses.

Szyk estaba dentro y fuera de su tiempo. No era solo un anti nazi, un propagandista del New Deal o un sionista comprometido. El también fue el más imaginativo escriba de la Torá e ilustrador del Toledo del siglo 12, el genio judío de miniaturas persas que nunca existieron” comenta el crítico J. Hoberman sobre la obra del polaco.

Mucho de la visibilidad y conocimiento actual, sobre todo en EE.UU., de Szyk se debe gracias a Irvin Unger, un rabino y anticuario que pasó años de su vida recolectando el material producido por Szyk.

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