Enlace Judío México.-Las nuevas palabras se crean con las letras que les preexisten. Abren ventanas a realidades no dichas, pensadas pero no comunicadas, sucedidas pero no compartidas, o su nacimiento se debe a la magia de vivir o de sobrevivir, como en los sismo de 1985 y 2017.

RAQUEL SCHLOSSER PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
(Instituto de Estudios Transgeneracionales).

Llegaron ambos en el período de las fiestas sagradas judías. En la noche del Día del Perdón-Yom Kipur, el Rabino Rittner describió cómo la generación de las Selfies, se convirtió en Soulfies. Se lanzó a las calles a construir eslabones humanos y salvar vidas. Nunca seremos iguales después de esta experiencia. Lo que emergió fue nuestra esencia y la dignidad humana.

SISMO 1985 SIN REDES SOCIALES

Cuando vi la magnitud de la tragedia, me prometí que si mi carrera no servía para estar en las calles y ayudar, la dejaba. Sigo apasionada con ella.

Las zonas devastadas

-Tardé diez y seis horas en saber que mi papá y su esposa estaban con vida, y sabía que varios edificios se derrumbaron cerca de su casa en la Condesa

-Todas las líneas de teléfono se cayeron, el país estaba incomunicado y no existían los celulares

-No existían las botellas de agua sino garrafones y estaban escasos. Hervíamos agua en las casas y en tambos la llevábamos a los rescatistas

-Todas las personas se lanzaron a ayudar a los suyos y a los de los otros.

-Formamos un equipo de la Maestría en Psicología Clínica. Corrimos a tomar un curso sobre las rodillas en AMPAG sobre Psicología del desastre y atención en crisis. No había internet, por lo que la literatura e investigación no estaba accesible

-La búsqueda de desaparecidos, perdidos o sin vida era muy difícil. No había una base de datos electrónica en tiempo real. Vagaban de un hospital a otro buscando sus amores o al Parque Delta de Beisbol, donde estaban los cadáveres sin identificar a los que trataban de mantener con hielo.

Psicología en los hospitales, el trabajo y los campamentos en la calle

Estuve a cargo de un hospital privado, una extensión de los grandes hospitales ya rebasados. Se atravesó Yom-Kipur, el día del Perdón, donde hacemos ayuno. Mi decisión fue respetarlo y lo más sagrado de ese día fue mantenerme trabajando en el lugar que me había sido asignado:

– Atendí a familias que esperaban a un ser amado fuera del quirófano, y sabían que le faltaría una o más partes de su cuerpo.

– Tuve que buscar entre todos los sinónimos y antónimos, si existían las palabras para decirle a una joven de diez y seis años, que era la única sobreviviente de su familia, y apoyarla en rearmar su realidad inmediata para buscar los soportes familiares.

– Padecí la presión de los médicos de relajar a un paciente para que permitiera ser operada. Sufría de la culpa del sobreviviente. Una de las pocas enfermeras rescatadas del Centro Médico. Después de intervenciones psicológicas ortodoxas fallidas, intenté una salida paradójica. Su esposo llevó fotos de sus hijitas para que se despidiera. Accedió operarse y salvó su movilidad.

– Con el corazón desgarrado, contuve a madres y padres que se enteraron que sus hijos quedaron atrapados.

Y más situaciones de las que no quiero acordarme porque lloro de nuevo.

– No había información sobre Estrés Post-Traumático. Al volver al trabajo institucional quince días después (que no era clínico), las preguntas del personal me abrumaban: mi hijita de seis años se la pasa barriendo, mi niño tiene pesadillas, estoy muy agresiva, quiero llorar todo el día, me duele el cuerpo, no me concentro, etc. Con la nula experiencia que había en psicología del desastre y trauma, con mi corta edad para la magnitud del problema, hice lo mejor que pude, y en muchos casos ayudó.

– De boca en boca, reuniéndonos en grupos de amigos o por los noticieros investigamos donde más ser útiles, porque no había email

– No había atención psicológica fuera de las instituciones oficiales. Por las tardes acompañamos a los familiares acampados en Tlalpan frente a un edificio que colapsó con las costureras dentro. Ya habían pasado cuatro semanas y los familiares con frecuencia tenían alteraciones emocionales importantes.

– No existía el GPS para orientarme y una de esas largas noches perdí el mío por sobre stress y cansancio. No reconocía donde andaba, perdí mi dirección interna. Me bajé en una estación, le llamé a un amigo del alma de un teléfono público con veintes que me regalaron, no había celulares. Le describí donde estaba con detalle para que pudiera encontrarme. Me rescató, me llevó a mi casa. Estaba drenada de ver tanto dolor. A regañadientes me dieron una incapacidad por tres días. No entendían nada.

Había dos partes mías, como seguramente le pasó a todos los rescatistas: una que ayuda, y otra que sufre pero está bloqueada temporalmente para dar la ayuda.
Con este conocimiento, guardé mis fuerzas para la parte de la Reconstruccción del Bienestar.

SISMO 2017 CON REDES SOCIALES

Con el rugido de la tierra y el grito de los edificios, las personas salieron en desesperación a ayudar. En menos de 72 horas la movilización ciudadana se activó mientras teníamos esperanza de encontrar personas con vida o sin ella.
-En las primeras horas se organizaron costureras, limpiavidrios, empresarios, banqueros, amas de casa, estudiantes, jóvenes, sexoservidoras, musulmanes, heterosexuales, artistas, transexuales, empleados, homosexuales, desempleados, patrones, judíos, plomeros, agnósticos, músicos, ateos, electricistas, cristianos, abogadas, católicos, escritoras, ingenieros, … Cuando necesitaban apoyo se llamaban por su nombre:
Hermana…Hermano, necesito…

-Arrancaron sus motos, guardaron su miedo, manejaron entre la lluvia, el tráfico y los escombros. Transportaron medicamentos, personas, rescatistas, damnificados y otros.

-La intimidad celosa de los celulares se acabó, se los prestaban unos a otros para contactar con sus familiares.

– Las y los ciudadanos-rescatistas aprendieron el lenguaje mudo de la Esperanza. Levantados los puños, se hacía completo silencio para recuperar una vida.

-Las Redes Sociales, hicieron la diferencia en la respuesta y organización de la gente: requerimientos de comidas, albergues, ropa, cobijas en toda la ciudad se anunciaban. Se empacaron despensas, cajas de lunch, suministros médicos. Se activaban en los centros de acopio para pedir suministros específicos y la cola de entrega humanitaria llegó a ser de más de sesenta carros en uno de los centros de acopio cerca de casa.

– Escuelas y gimnasios se acondicionaron como centros médicos itinerantes para las personas evacuadas de los hospitales, se organizaron casas, gimnasios y oficinas privadas como albergues temporales.

-Los hospitales privados abrieron de par en par sus puertas.

-Para la asistencia psicológica, se configuraron de inmediato Chats de Whatsapp de ayuda y consejos de las personas con más experiencia a sus conocidos y amigos.

-Circulaba información profesional de calidad sobre autoayuda en Facebook y aprendimos a distinguir y confirmar la veracidad de mensajes.

– Un grupo de Millennials se reunieron y crearon una página donde dieron respuesta inmediata al nicho de necesidad de conocer en tiempo real información sobre dar y recibir ayuda.

Lo que emergió en este sismo fue nuestra esencia y la dignidad humana.

Frente a lo terrible, apareció la sociedad de la comunidad humana. La queremos mantener en el marco de la Paz.

LA CREATIVIDAD SOCIAL

La inspiración de apoyar al Otro, creó iniciativas que circularon en las Redes Sociales.

Esta es una lista orgánica de la creatividad y el amor social de particulares, que llena de vida y da ilusión. Seguramente hay muchas iniciativas que no están incluidas, y seguirán creciendo. Me encantará conocerlas:
– Una dirección para llevar maletas para que las personas evacuadas pudieran mudarse

– Una casa donde se reúne ropa limpia y que haga juego por talla para así que quienes perdieron todo tengan guardarropa para regresar a trabajar

– Recaudación de donativos para ayudar a una tlapalería, que repartió indiscriminadamente todo su inventario a los ciudadanos rescatistas espontáneos, que seguían saliendo hasta de las alcantarillas

– Se abrieron Comedores Comunitarios de restaurantes y de privados que alimentaban a las y los rescatistas ciudadanos, de las fuerzas armadas y la marina

-Conciertos de grandes artistas mexicanos para recaudar fondos.

– Venta de arte para ayudar a grupos de rescate

-Adoptación de una persona para hacerle todo su proyecto de reconstrucción de vida y vivienda

– Festejar la fiesta de un hijo en un albergue, y que los regalos se llevaran a los niños y niñas

-Acupunturistas, masajistas, terapeutas, homeópatas, meditadores, se dieron cita en los campamentos de personas damnificadas

-Expertos en risoterapia asistieron a los albergues

– Dueña de una cadena de tintorerías sacó las prendas olvidadas y las donó para quienes tiene que regresar a trabajar

– Organización de ropa para infantes por talla para entrega directa

– Camionetas personales cargadas de ayuda para un poblado específico

– Venta por Redes Sociales de la producción de artesanas textiles de un poblado destruido

– Apertura de una cuenta para depósito directo a las artesanas y la responsable lleva la mercancía para entrega

– Grupos de arquitectos que se dedicarán a la reconstrucción de una zona

– Ampliar la red de venta de una mujer productora de embutidos que viene de un pueblo devastado

– Una familia que organiza con su empresa comida caliente para albergues y da el menú a quienes quieran ayudar. La empresa lo transporta. Cientos de desayunos, comidas y cenas diariamente.

También por las Redes Sociales nos enteramos de los políticos de rapiña que deseaban lucrar con el dolor, quienes olvidaron que nosotros pagamos sus salarios; supimos de quienes manipulaban la información para desacreditar y conseguir venganza.

La ciudadanía, lesionada por la corrupción y golpeada por el sismo, aspira a un país mejor, y esta vez las Redes fungirán como la memoria histórica y como actor social. Seguirán manifestándose en tiempo real, reuniendo firmas, fondos de reconstrucción, cartas de denuncia, publicando los abusos, etc.
Lo que tendremos que cuidar, será que el futuro suceda en el contexto de la paz. No permitir que nuestro dolor sea utilizado por quienes desean obtener poder y que lo hagan a través de la violencia.

Lo que emergió de este sismo, fue nuestra esencia y la dignidad humana.
Frente a lo terrible, apareció la sociedad de la comunidad humana. La queremos mantener en el marco de la Paz y la Reconstrucción del Bienestar.

#AyudarAQuienAyuda

Los que estuvieron en la Fase I de Emergencia y continúan en la Fase II de Incertidumbre, hicieron y siguen haciendo un trabajo más allá de sus fuerzas y necesitarán ayuda para recuperarse, como a mí me sucedió en 85. También lo requerirá la ciudadanía asustada de todas las edades.

De manera natural disminuirán los síntomas en muchos de ellos. La Psicoeducación será una herramienta importante y hoy la tenemos accesible, además de que existen grupos especializados que han publicado tanto investigación como manuales de procedimientos.

Igual que muchos y muchas colegas, estoy participando desde mi lugar de fuerza. Repasando los diferentes cursos que he tomado sobre trauma, reuniendo material profesional extraordinario que se ha publicado para ponerlo accesible al público, haciendo mensajes de psico-educación digeribles, difundir técnicas de autoayuda para disminución del estrés y más…

Con un grupo de colegas y con grupos trabajaremos en los siguientes meses en #AyudarAQuienAyuda, para que recuperen su GPS interno quienes lo hayan perdido. Somos ciudadanas (os) que nos sumaremos a la Reconstrucción del Bienestar.

En mi blog estaré para ti el mes de Octubre, enviándote información y respondiendo tus preguntas.