Enlace Judío México – Nuestras colaboradoras Shoshana y Mylen nos invitan a reflexionar sobre esta planeación a futuro con 4 cuestionamientos básicos ¿Qué quieres de ti para ti? ¿Qué quieres en un aspecto familiar y de pareja? ¿Qué quieres en lo laboral y en lo profesional? y ¿Qué vas a hacer en lo social?

Shoshana Turkia: ¿Se acuerdan de esta canción que decía qué vas a hacer cuando seas grande? Lo que está muy divertido es que en nuestra edad nos volvamos a preguntar qué vamos a hacer cuando seamos grandes.

Porque la expectativa de vida se ha incrementado y la calidad de vida también. Gracias a los medicamentos, la tecnología y los estilos de vida más saludables ahora las expectativas de vida son mayores y la calidad e independencia para evitar esos daños también es mayor.

No es un experimento torpe ni poco fértil pensar qué queremos ser en 10 años. Y no importa si tenemos 35, 45, 50, 70, 80, etc. No importa porque lo que nos dicen las estadísticas es que es muy probable que lleguemos a la siguiente década.

Mylen Saadia: Lo que hoy conceptualizamos como nuestra vida en 10 años, puede ser una vuelta de campana de 360 grados o algo parecido. Ni nuestros amigos, ni nuestro trabajo ni nada seguirá igual. Sí es importante visualizarnos en 10 años pero con el cambio que vamos hacer.

ST: Con transmutaciones y transformaciones internas. Es lo que decía Zygmunt Bauman sobre las sociedades líquidas que ya no tienen tiempo ni siquiera de una estructura materializada y sólida. Se va moviendo.

Esta movilidad nos invita a reflexionar. El futuro puede ser dos cosas: o aquello que predijiste, planeaste, ejecutaste y a donde llegaste, o una ola intempestiva que te cayó encima y que no sabes de dónde llegó.

Afortunadamente todos tenemos la opción de elegir qué persona queremos ser, si esa que decide qué va a hacer con su tiempo, con su entorno, con sus recursos y con su talento, o esta persona a la que se la come la ola y si sobrevive es un milagro.

Como no estamos para milagros sino para planeaciones, hoy queremos compartir con ustedes esto que llamamos: para estar en 10 años empecemos a ejecutar 10 primeros segundos.

La primera pregunta es ¿Qué me mueve? En Presente Continuo hablamos de la energía emocional, de la energía en movimiento que se mueve y que aparte hace moverme. En esta figura que tenemos de nosotros mismos en 10 años ¿Qué nos motiva a que tenga ese perfil?

Hay 4 áreas de análisis que nosotras sugerimos:

  1. ¿Qué quieres de ti para ti?
  2. ¿Qué quieres en un aspecto familiar y de pareja?
  3. ¿Qué quieres en lo laboral y en lo profesional?
  4. ¿Qué vas a hacer en lo social?

Lo primero es ¿Qué me mueve en estas cuatro áreas? ¿Cuáles son las promesas que me puedo hacer hoy en 2017 y las que me voy a cumplir en el 2027?

MS: Si pudieran cerrar sus ojos, visualizarlo y ubicarse en cada una de estas 4 áreas, la personal, la familiar, la laboral y en la social ¿cómo se visualizan dentro de 10 años en estas 4 áreas?

ST: Una vez que hacemos esta interiorización del deseo y que ya sabemos cómo me quiero ver, a niveles de detalles de la apariencia, del peinado, del vestido, con qué cosas, etc. Hasta ese nivel de detalle tenemos que dejar que fluya la imaginación.

Y una vez que regresamos al estado consciente, hay que escribirlo y que no sean más de 3 promesas por área. No se vale llenar y llenar de objetivos cada uno de estos aspectos para no cumplirlos. Eso es lo que pasa con los propósitos de año nuevo, todo mundo tiene su lista de sus 12 propósitos que para un año es demasiado.

Vámonos a 10 años por 12 objetivos. Tres en lo personal, tres en lo afectivo o familiar, tres en los profesional y tres en lo social. Cosas que realmente nos muevan desde dentro, desde el corazón. Que si te dicen: para esto tendrías que vivir un gran sacrificio o invertir una gran cantidad de dinero o energía, estés dispuesto porque valga la pena el esfuerzo que tienes que hacer para llegar ahí.

MS: Es muy importante conectarlo con esa emoción, con qué voy a sentir cuando sea o tenga esos 3 objetivos que yo me estoy planteando. Visualizarnos pero desde el sentimiento de cómo me voy a sentir. Porque las emociones son las que nos ponen en movimiento. Cuando lo conectamos con la emoción es cuando nos podemos empezar a activar.

ST: Ya tenemos nuestra tablita, hagan el ejercicio en casa y tómense el tiempo de reflexionar sobre ustedes mismos, creo que es una de las mejores inversiones del tiempo que nosotras consideramos que es el único recurso que sí es limitado en la vida. Todo lo demás hay en abundancia, pero el tiempo sí está contado.

Una vez que tenemos este plano, lo que hay que hacer es ver por cada objetivo qué recursos necesitamos para llegar ahí. Voy a poner un ejemplo quizá banal: una maestría. Para entrar a ciertas maestrías necesitas ciertos años de experiencia laboral. No puedes entrar si no has cumplido con ese requisito. Ir objetivo por objetivo y ver qué recursos, tanto de tiempo como de talento y de dinero necesito para alcanzarlo.

Pueden parecer muchos o pueden parecer pocos, pero primero tener mucha consciencia de cuáles son los elementos materiales. Es decir, la autonomía económica que tú necesitas para ejercer esa realidad que tú estás poniendo en la mesa. No estoy diciendo que no sea alcanzable, lo único que estoy diciendo es que hay que ser muy leales a nuestra propia proyección.

Si medimos en su justa proporcionalidad las cosas que necesitamos para alcanzar estas metas y las tenemos claras, entonces pasamos al siguiente paso que le llamamos los pasitos del bebé o baby steps.

¿Cómo caminan los bebés? Estiran las manitas y van tentando paso a paso lo que están haciendo. Pero los bebés sí planean un poco cómo llegar de un lugar a otro. Cuando estamos estimulando a los niños que empiezan a caminar, generalmente lo que hacemos es que le ponemos el juguete que más quieren frente a ellos a una distancia que fomenta el deseo de llegar, la frustración de no llegar hasta ahí, pero hay un esfuerzo. Lo vamos a ayudar a volverse a parar y caminar los últimos 2 o 3 pasitos que le hacen falta para llegar a ese juguete. Cada vez las distancias que le vamos abriendo al bebé son más grandes para estimular este andar.

MS: Un poco de estos baby steps es lo que nosotras hablamos de 10 segundos por 10 segundos. Los próximos 10 segundos qué vas a hacer. Los próximos 10 minutos qué vas a hacer para llegar a ese objetivo de 10 años. Tengo que dividir esa meta en pequeños pasos, los baby steps, para que esa meta no me parezca imposible.

Entre más grande la meta, más dificil me parece y menos ganas le voy a poner. La meta tiene que ser a muy corto plazo. Tenemos la de largo plazo, pero la de corto plazo es los próximos 10 segundos.

ST: Y empezar hoy. Porque el ya merito, el ahorita, el mañana, este tiempo mágico mexicano como le llamo yo, realmente es un desafío cumplir metas. Está en un futuro próximo que nunca llega por más cercano que parezca. Tenemos que empezar hoy. Qué quiero hacer hoy para llegar a ser esa persona que quiero ser en 10 años.

Si hoy lo que tengo que sentarme es a planear, entonces me tomo el tiempo de sentarme a planear. Si yo lo que quiero hacer es correr un maratón, lo primero que tengo que hacer aparte de comprarme ropa deportiva y encontrarme un buen entrenador, es pararme a los entrenamientos y exponerme.

Generalmente lo primero que pasa es el fracaso. La tolerancia y la frustración en nuestra sociedad cada vez es más pequeña. No hay resilencia, es decir, no hay fuerza de volverse a parar ante un fracaso.

Debemos de entrenarnos mucho en eso. Saber que nos vamos a equivocar una, dos, tres y diez veces, que tenemos que aprender de eso y también aprender del éxito. Pero si no nos presentamos ante el entrenamiento y nos sometemos al rigor y a la disciplina que es el siguiente paso, es muy probable que nunca vayamos a correr el maratón.

MS: Yo tenía un couch que me decía: cuando te echen jitomatazos en tu conferencia, aplaude, porque es la señal de que te paraste a hacer las cosas. Bien o mal pero las hiciste. Es tu primer aprendizaje, lo estás haciendo. El que no recibe jitomatazos es porque está en su casa tirado en la cama.

Es empezar a hacer las cosas y para empezar a hacer las cosas necesito disciplina, que es habitar mi cuerpo, y empezar a hacerlo todos los días rigurosamente, con el compromiso de saber cuáles son los pasos y las cosas que yo necesito.

Dentro de la disciplina es muy importante empezar a meter el gozo, porque parece que la disciplina es esta cosa terrible que nos ponemos como castigo, de que me van a matar porque voy a tener que ser disciplinado.

Yo lo transformo en cómo empezar a tener un poco de gozo dentro de toda esta disciplina usando los baby steps. Me pongo metas muy pequeñas y premios muy pequeños. Hago 10 minutos de ejercicio y entonces al minuto 10 digo, “Ahora sí me voy a dar un minuto de descanso” y es algo que lo gozo.

O si estoy muy concentrada y sé que soy muy distraída mientras hago un escrito, digo, “Voy a trabajar por media hora continua y a la media hora me puedo parar”. Y dar estos pequeños premios como hablar con alguien que me cae bien, checar mis correos o mi Facebook y regreso.

Estos son los pequeños premios que me dan ese gozo de que mi actividad está siendo, al mismo tiempo, enriquecedora porque entro en este estado de gozo ya que estoy haciendo lo que tengo que estar haciendo y lo que me gusta hacer para llegar a mi meta, pero me doy estoy pequeños breaks y estos pequeños premios para que pueda yo seguir adelante porque sino me aturdo, me ofusco en la actividad y pierdo completa concentración, gozo e interés, porque se vuelve tediosa y más de lo mismo.

ST: La disciplina tiene un secreto y es uno que hemos comprendido también a raíz de la creación de Presente Continuo. Cuando tienes consciencia de todo, es decir, autonomía espiritual, y tienes la consciencia de todo lo que estás formando, lo que en las empresas llaman visión global, de conjunto y de largo plazo, entonces el para qué se vuelve motor de lo que estás haciendo.

Si estás haciendo sentadillas, haciendo una novena y dices, “Pero ¿para qué la siguiente?”, y la siguiente sentadilla es para poder escalar el Everest, entonces dices, “Ok, me echo las próximas 10 y las siguientes”.

Pero si estás haciendo la 9na sentadilla y tienes que hacer la décima, y ese para qué no está ahí más que para verme flaca y que me acepten pues…si ese es un suficiente motivador, adelante, pero la mayoría de las personas necesitan motivadores intrínsecos. Es decir, el entorno es suficiente para regular la motivación, la resilencia que se necesita para mantener la constancia.

No basta tener disciplina, sino también hacerla un hábito. Tú puedes ser muy discliplinado con algo 2 semanas, no lo rompes, no corrompes el sistema y lo cumples. Pero si a la semana 3 ya no estás ahí y sin constancia, no se genera ni el hábito ni las fortalezas ni las habilidades que necesitas para llegar a tu proyecto de 10 años.

La pregunta que hay que ponerse en la constancia es ¿qué tan comprometido estás con esa promesa que te hiciste de ti mismo?

MS: En esta constancia nosotras hemos encontrado que hay un motor que nos puede mover, más allá de las justificaciones de querer ser mejor persona, por ética, por la familia, etc. Al final algo te lo puede tumbar. Una de las cosas que a mí me ha funcionado para mantenerme es decir porque síporque puedo y porque quiero.

Y sin tanto pretexto. A veces nos contamos historias tan trágicas, victimizantes, tan sufridas, que perdemos el foco. “Nada más lo hago porque sí” y eso es un motor poderoso, creanme.

Dentro de esa constancia de la que hablaba Shoshana, nos falta un último paso. Ya nos habló del paso de la tolerancia y la frustración que es muy importante, y que lo complementé con esta parte de, “Aguanta los jitomatazos ¿Cuál es el problema?”. Siempre busquen la perla al momento tedioso y aburrido o al fracaso. ¿Qué aprendo de esto para levantarme desde otro lugar? Estaba en el piso 3 y me caí al 2, pero no caí al piso 0, ¿Qué aprendo? Y vuelvo a subir.

Es un poquito de buscar aprendizajes, las perlas, que necesito aprender más, de qué me sirve esta experiencia. Y por último, y lo más importante de todo, lo único que nos va a ayudar a llegar a estos 10 años a futuro es celebrar los éxitos.

ST: Nuestra compañía es una constante celebración. Cada semana hacemos el repaso de las cosas que nos salieron bien esta semana y también hacemos consciencia de las que no salieron tan bien. Pero siempre tenemos un motivo para celebrar.

La primera sociedad que tienes que establecer es contigo mismo, tienes que hacer un pacto entre tu persona en el 2027 y tu persona en el 2017, ese es el primer pacto que tienes que cuidar.

Y como hacemos con todos los socios: revisar quién eres, por qué quieres ser como quieres ser y cuáles son los objetivos de esta sociedad.

Pero además es muy importante hacerte acompañar de buenas compañías. Gente que te facilite el camino, gente que te enseña el camino y gente que te aliente. Y los que no estén en estas categorías, por favor aléjense.

El autosabotaje es el principal elemento de fracaso y de frustración en la vida. Vivimos en una cultura donde nos han enseñado a tenerle mucho más miedo al éxito que al fracaso. En el fracaso somos amados y compadecidos.

Cuando estás en un espacio de vulnerabilidad y de dolor, es muy fácil sentirte apoyado. Pero cuando estás brillando, en tu cenit y estás caminando en tu Everest personal, que es un camino bastante solitario, van a ser pocas las personas que te van a estar acompañando en ese proceso.

Hay que escoger muy bien quienes van a ser nuestros compañeros de viaje para este viaje a 10 años.

MS: Los invitamos a que se comprometan. Disciplina, constancia, baby steps y celebren cada 10 segundos que hayan logrado para este gran plan a 10 años.

ST: Postdata. Cuando ya tengan su hojita con sus tres objetivos por área ¡ábranse una botella de champaña! Porque ya estarán un paso más cerca de quienes se comprometieron ustedes a quien quieren ser.

Para contactar a estas dos extraordinarias mujeres, pueden escribirles a [email protected] y para obtener mayor información, ir a la página www.presentecontinuo.com.mx.