Enlace Judío México – Ir al espacio es el sueño de muchas personas cuando son niños. Sin embargo, muy pocos pueden lograrlo ya que la actividad espacial es extremadamente cara y peligrosa. Y pocas personas tienen la determinación, el compromiso y el carácter para hacer carrera como astronauta. Hoy en día, en la NASA existen únicamente 45 astronautas capacitados para salir al espacio, entre ellos se encuentra Jessica Meir, quien podría convertirse en la cuarta mujer judía que viajó al espacio.

Ella creció en Maine, Estados Unidos, con su madre y desde muy pequeña mostró un gran interés en la ciencia. Sin embargo, antes de hacer carrera como astronauta tuvo un interés particular por la biología y los animales salvajes. Para su tesis doctoral hizo una extensa investigación en la fisiología del pingüino emperador. Sin embargo, fue el ganso “ansar indio” quien la dirigió al espacio.

Este ganso es capaz de volar a alturas similares a las del Himalaya y soportar condiciones extremas. Jessica estudió cómo el pájaro nivela distintos grados de oxidación a los que se enfrenta al habitar espacios poco oxigenados. Es una habilidad que puede aportar muchísimo a las investigaciones que se realizan en la Estación Espacial Internacional a la cual ella deberá viajar en lapso menor a cinco años.

Ella es uno de los pocos astronautas judíos que están capacitados para salir al espacio. Empezó su entrenamiento en la NASA en el 2013, el año en que la estación internacional fue inaugurada. Durante los dos años siguientes recibió entrenamiento intenso con la clase de NASA 21. Tuvo que aprender ruso, ya que en estaciones espaciales el trabajo con astronautas rusos es inevitable. Al igual que aprendió a volar, a usar todo el equipo espacial como brazos mecánicos y a manejar correctamente su traje bajo el agua y otros medios que simulan la falta de gravedad y otras condiciones espaciales.

Aún no se sabe cuándo será enviada al espacio, pero cuando lo haga deberá pasar seis meses en la Estación Espacial Internacional haciendo investigaciones de todo tipo. Se siente emocionada y orgullosa de poder participar en proyecto tan importante que esté cimentado en los valores de la colaboración. Para ella, es el esfuerzo colectivo de cada astronauta lo que ha permitido a la NASA mandar astronautas al espacio y mantenerlos sanos ahí.