Enlace Judío México.- Existe una cifra que nos preocupa a los financieros antes de fin de año…dicho número tiene que ver con el porcentaje total de las deudas del sistema financiero que se vuelven “incobrables”.

ENRIQUE PRESBURGER CHEREM EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

De manera sofisticada, dicho indicador se conoce como la “tasa de deterioro ajustada”, y lo que indica, son aquellos créditos que tienen más de 90 días vencidos, y que los bancos deberán vender, perdonar, negociar, o castigar (reconocer la pérdida) para terminar el año con un balance que tenga poca morosidad; manteniendo así los “buenos índices” que indiquen poca cartera vencida, y por lo tanto, un buen manejo de la entidad.

La mala noticia en este cierre de año, es que según reportes de la CNBV, los niveles reales de créditos vencidos, están tocando niveles inusualmente altos.

A septiembre de 2017, se observó un nivel de deterioro en tarjetas de crédito importante, donde la tasa antes de créditos castigados llegó hasta 15.80%, ubicándose como el nivel más alto no sólo de la cartera de consumo sino de toda la cartera de crédito. Esto quiere decir que 1 de cada 6.5 personas, no paga lo que “firma con su tarjeta”. Al deterioro de la cartera de tarjeta de crédito, le siguió la de créditos personales en donde se mostró un nivel de cartera vencida de 13.71%. A este segmento le sigue el crédito de nómina, que se ubicó en 12.39%, y finalmente la de los préstamos para la adquisición de bienes de consumo duradero, que terminó en un 4.18%.

Por segmento de cartera, el mayor deterioro se observa en consumo, con 13.09%. La vivienda muestra una cartera vencida del 3.85%, y los créditos comerciales una tasa de 2.05%.

Podemos concluir entonces, que es realmente alto el porcentaje de mexicanos que gasta y consume más de lo que tiene. Al no poder pagar, el deudor experimenta una desagradable espiral descendente de pago de intereses moratorios, boletinaje en el buró de crédito y demandas. Como sistema, las consecuencias son un sistema de fuerza laboral sobre-endeudada, que no permite la correcta administración e inversión de las familias, y por tanto su estabilidad.

Es importante que tengamos presentes estas cifras rumbo al Buen Fin. No tenemos que ver el precio de un producto de oferta solamente, sino fijarnos en nuestra propia situación financiera para ver si lo podemos pagar, y no causar así un daño al patrimonio familiar de largo plazo que pueda afectar nuestra vida cotidiana. La filosofía del crédito es adelantar un flujo futuro, no gastar dinero que no tenemos.