MORRIS STRAUCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDIO MEXICO

Este 22 de noviembre Samy Rubinstein y el Dr. Oscar Flores me invitaron a platicar con su grupo Polémica y Café del CDI, Centro Deportivo Israelita, para compartir los avances que ha hecho la biología molecular en el campo del envejecimiento y la longevidad.


YouTube: Morris Strauch / Biología Molecular y Longevidad

Polémica y Café tuvo ayer su curso instantáneo de biología molecular y un paseo por los trabajos de los centros de investigación de UC Irvine, UCSF Berkeley, Massachussets Institute of Technology y Harvard Medical School, donde J. Thomson, D. Friedman, C. Kenyon, G. Ruvkun, L. Guarente, E. Blackburn, C. Greider, y J. Szostak, han armado parte del mapa molecular del envejecimiento y la longevidad. Tres de estos investigadores ya fueron reconocidos con el Nobel en el 2009.

Esta ponencia dedicada a la memoria de la Dra. Gloria Portales Betancourt Z’L, comenzó con una introducción donde se enumeraron los logros de la biología molecular entre 1953 y 2003. Se recordó como nació esta rama de la ciencia y como se fue develando la estructura del ADN, su replicación, el Código Genético y la síntesis de proteínas. Mostré los casos de mutaciones puntuales que ocurren en el ADN y sus consecuencias más comunes. Revisamos la estructura del cromosoma debido a su importancia como contador molecular regresivo para la división celular.

Después de un paseo rápido de Mendel a Watson y Crick, hablamos de la técnica de cristalografía de rayos x con la cual se resolvió la estructura del ADN y otras biomoléculas como las proteínas. Los trabajos del Dr. Viadiu con la enzima BamHI en la Universidad de Columbia y Cornell nos sirvieron de ejemplo.

Al final de un paseo por los avances de la biología molecular entre los trabajos de recombinación de Stanley Cohen en los 70s hasta el Proyecto del Genoma en los 90s, aproveché esa parte para recordar el diseño de un ARN anti reverso transcriptasa para el virus del SIDA, HIV, que hicimos con el Dr. Lagúnez en el Instituto de Química de la UNAM en 1996.

Entramos a la materia de longevidad, el alcance de vida humano y el de otras especies, así como las curvas de crecimiento del alcance de vida de países europeos, asiáticos y africanos de 1543 al 2012, y el alcance de vida global como se encontraba en el 2015. Vimos 3 teorías de envejecimiento aceptadas en el siglo XIX y hasta mediados del XX y su equivalencia a lo que hoy vemos a nivel de control molecular.

Los hallazgos de Johnson y Friedman en el nematodo C. elegans con el gen Age1 extiendieron la vida de este organismo cuando hay mutaciones en Age1, un gen relacionado con el metabolismo energético del nematodo y su interrupción de la fertilidad.

T. Johnson con el nematodo C. elegans. Age1

 

Pasamos a los trabajos de Guarente del MIT con el gen Sir2 que produce la proteína sirtuina en levaduras, cuando se ponen en medio de cultivo de bajas calorías, entrando en modo de ahorro de energía y extendiendo la vida de las mismas. Los genes de sirtuinas se encuentran en levaduras, nematodos, moscas y mamíferos.

Vimos los experimentos de Cynthia Kenyon y Gary Ruvkun con el gusano C. elegans donde encontraron que una mutación en el gen Daf2 echa a andar una ruta bioquímica de protección antioxidante en el organismo, prolongando su vida notablemente.

En algunos judíos ashkenazim las mutaciones en Daf2 no son raras, lo que nos, o les, permite cumplir con el deseo de “Hasta 100… ” צו הונדערט ביס צוואנציק

Terminé con el contador regresivo molecular: los telómeros, los puntos extremos de los cromosomas que los protegen de la fusión y degradación. Descubiertos por separado por B. McClintock y H. Müller en los años 30s, su secuencia nucleotídica fue encontrada por E. Blackburn, y la protección que aportan confirmada por J. Szostak. La enzima que los mantiene, la telomerasa, fue descubierta por C. Greider, alumna de Blackburn. Cada división celular los telómeros se acortan, si hay suficiente telomerasa ésta los vuelve a regenerar, como sucede en células de alta reposición como las reproductivas, epiteliales o del revestimiento de las vasos sanguíneos. Cuando no hay telomerasa, estos se acortan en cada división celular hasta que desaparecen y cada célula no puede seguir dividiéndose ni reponiéndose dentro del tejido que compone. La falta de reposición celular en un tejido marca el final del órgano que compone, y este la del organismo. El efecto opuesto lo vemos en las células cancerosas inmortales que producen telomerasa abundantemente para seguir dividiéndose indefinidamente.

Ilustración de un cromosoma con los telómeros en color naranja.

 

Blackburn, Greider y Szostak recibieron el Nobel de Medicina o Fisiología del 2009 por estos trabajos.

En Polémica y Café hubo preguntas interesantes al final. Aún no habrá nada en la farmacia próximamente para aumentar nuestra vida 30% más, pero así como el alcance de vida se duplicó del 1600 al 2000, de 40 a 80 años, así esperamos otro salto para el siglo XXII. Entraremos a la era de las terapias fallidas, para después encontrar ajustes que hagan funcionar alguna.

Hay investigadores que hablan de poner la varilla de salto a la altura de 1000 años. Queremos ver que así sea.