Enlace Judío México – Entrevistamos al reconocido lingüista y pensador Noam Chomsky, invitado especial de la Ciudad de las Ideas, en el marco de una rueda de prensa facilitada por los organizadores del evento. Chomsky fue recibido por los periodistas en un silencio cuasi religioso.

El hombre que el NYT define como “el más importante de los pensadores contemporáneos” y que se define a sí mismo como un anarquista, ya cumplió 89 años, pero se mostró lúcido y determinado.

Chomsky ha sido muy crítico con las políticas de Israel hacia los palestinos y sus vecinos árabes. Su libro The Fateful Triangle es uno de los principales textos que, tristemente, son utilizados por los enemigos de Israel para demonizar el Estado judío. También ha criticado ferozmente a sectores de la comunidad judía estadounidense por su papel en la obtención del apoyo de EE. UU. a Israel.

Chomsky se comparó con el profeta Elías, a quien el Rey Ajab, el rey malo de la Biblia, describe como un “Ojer Israel”, alguien que odiaba a Israel- porque criticaba los actos del mal rey.

A la pregunta “¿Qué le respondería a alguien que lo tilda de “judío que se odia a sí mismo” debido a que usted acusa a Israel de ser un “régimen de apartheid”?, Chomsky respondió que “los territorios ocupados son peor que un apartheid, por lo que no usaría esa palabra. En el caso de Sudáfrica, los blancos nacionalistas sudafricanos necesitaban a la población negra que era su fuerza de trabajo, un 85% de la población, por lo que trataban de mantenerlos. Los bantustanes eran un crimen, pero al menos trataron de hacer que fueran habitables e incluso trataron que otros países los reconocieran”.

Y añadió: “Israel es algo muy diferente. Lo único que desea es deshacerse de los palestinos, lo que no significa que no quiera hacer nada con ellos. Lo que básicamente significa encerrarlos más y más en áreas inhabitables y pensar que deshacerse de ellos sería lo ideal. Es mucho más severo que un apartheid. Por lo que no uso el término debido a estas dos razones”.

“He criticado también a otros países. ¿Eso me vuelve alguien que odie a otros países? Si tienes un buen contexto judío sabes la fuente de esto, viene de la Biblia: del libro de Reyes II, en donde el Profeta Elías es condenado por el Rey Ajab, el rey malo de la Biblia, por ser un “Ojer Israel”, alguien que odiaba a Israel porque criticaba los actos del mal rey”.

“De ahí es el origen del concepto que es familiar en estados totalitarios, en la Unión Soviética, etc. Y de alguna manera también en las sociedades democráticas. Como los EE.UU., donde eres considerado un “anti norteamericano” si criticas al gobierno. Si estás en cualquier democracia funcional, digamos Italia, si criticas al gobierno italiano no vas a ser llamado un “anti italiano”. Por lo que es desafortunado que Israel elija seguir la linea de los estados totalitarios y del Rey Ajab”.

Este mismo argumento usó Chomsky cuando Raquel Schlosser, hija de sobreviviente de la Shoá, le preguntó su opinión acerca de la criminalización de la negación del Holocausto en algunos países de Europa. Defendió la libre expresión de los negacionistas del Holocausto con estas palabras:

“Hay quienes están a favor de tales puntos de vista como Goebbels o Stalin, quienes pensaban que el Estado debería de tener el poder para determinar la verdad histórica y castigar a la divergencia de lo que el Estado determina. Como en Francia donde hay leyes que dicen que si tú niegas el Holocausto, o que no existieron las cámaras de gas o que niegas el Genocidio Armenio, con un par de otras cosas más, eso es algo criminal. El Estado ha determinado qué es la verdad histórica. Y a veces pasa que el Estado está en lo correcto en este caso, pero eso es irrelevante. El Estado determina las verdades históricas y castiga a aquellos que cuestionan lo que el Estado determina. Eso es una típica doctrina fascista stalinista y no la apruebo”.

Lejos de debatir las posturas del académico acerca de los temas mencionados, concluiremos con estas palabras de Alan Dershowitz, en un debate que sostuvo con Chomsky en el 2005: “Académicos de todo el mundo están contribuyendo a una atmósfera que hace que la paz sea más difícil de lograr. Están alentando a los palestinos que ven el final de Israel como su objetivo final de persistir en su campaña ideológica y terrorista.

Al demonizar y deslegitimar a Israel en la comunidad internacional y en los campus universitarios de todo el mundo, envían un mensaje doblemente destructivo a quienes deben hacer las paces en el terreno. Para los palestinos, el mensaje es no comprometerse. Si aguantas lo suficiente, la próxima generación de líderes comprará tus esfuerzos para deslegitimar a Israel y te dará la victoria total que buscas. Para los israelíes, el mensaje es: Hagas lo que hagas en nombre del compromiso, seguirás siendo atacado, demonizado, despojado, boicoteado y deslegitimado, entonces, ¿por qué hacer esfuerzos para alcanzar un compromiso?

Mientras viajo por los campus universitarios en los Estados Unidos, noto una gran diferencia. Muchos de los que apoyan la causa palestina tienden a oponerse virulentamente a Israel, comparando el estado judío con el nazismo y el apartheid, comparando a Shimon Peres con Hitler e Idi Amin, llamando a Israel los peores violadores de los derechos humanos, y sugiriendo que Israel debería sentirse halagado por una comparación con la Gestapo. Estas son todas las citas, la cita de Amin / Hitler del profesor Chomsky, la comparación con la Gestapo de Norman Finkelstein. Mientras tanto, la mayoría de los del lado israelí tienden a apoyar un estado palestino pacífico. Dicho de otra manera, los pro-palestinos tienden a ser anti-Israel, mientras que los pro-israelíes también son a menudo pro-palestinos.

No fueron los israelíes quienes hundieron la solución de dos Estados de las Naciones Unidas en 1948 y ellos mismos ocuparon originalmente Gaza y Cisjordania con poca o ninguna objeción por parte de la comunidad internacional. Eso fue Egipto y Jordania. No fueron los israelíes quienes rechazaron la Resolución 242 en 1967 con los famosos tres no: ninguna negociación, ni paz ni reconocimiento. Como lo expresó Abba Eban, esta es la primera vez en la historia que el bando que ganó la guerra demandó por la paz, y el bando que perdió la guerra exigió la rendición incondicional. No fue Israel quien rechazó la generosa oferta en Camp David en Taba. El liderazgo palestino nunca perdió la oportunidad de perder una oportunidad, pero no es demasiado tarde para la paz ahora.

Deseo terminar mi discurso de apertura hoy haciendo una propuesta específica dirigida a mi distinguido oponente. Propongo aquí hoy un tratado de paz entre académicos que pretenden favorecer la paz entre Israel y los palestinos. Creo que al aceptar este tratado de paz y al implementarlo, los académicos pueden contribuir a fomentar una paz pragmática. Hoy invoco a los que han apoyado la causa palestina para que dejen de demonizar a Israel, para que dejen de legitimar a Israel, para que dejen de difamar a Israel, para que dejen de aplicar un doble rasero a Israel, para detener la desincorporación y los boicots de Israel, y lo más importante, para dejar de ser más palestinos que los palestinos mismos”.

ACERCA DE NOAM CHOMSKY

Chomsky es hijo del doctor William (Zev) Chomsky (estudioso de la lengua hebrea y uno de sus más distinguidos gramáticos) y de Elsie Simonofsky, maestra de hebreo, ambos inmigrantes judeo-ucranianos. Su madre y el profesor Zellig Harris (también inmigrante judeo-ucraniano, fundador del primer departamento especializado en lingüística en Norteamérica) son quienes influyeron más que Zev en la formación de su ideología política.

En una entrevista del año 1992, Chomsky habló de haber sido víctima del antisemitismo en su infancia, en Filadelfia: “Había ciertos caminos que podía tomar para caminar a la tienda sin ser golpeado. Era finales de la década de 1930 y el área era abiertamente pro nazi. Recuerdo fiestas de cerveza cuando cayó París y cosas así. No fue como vivir bajo Hitler, pero es algo muy desagradable. Hubo un antisemitismo realmente rabioso en ese barrio donde crecí cuando era niño y continuó. Cuando llegué a Harvard a principios de la década de 1950 todavía había un antisemitismo muy detectable. No es que te golpearan en el camino a la escuela o algo así, sino un tipo de antisemitismo WASP (protestante, blanco, anglosajón). Había muy pocos profesores judíos en la facultad en ese momento”.

Chomsky visitó Líbano en 2006 y fue acogido por Hezbolá. Dijo en ese momento que “la insistencia de Hezbolá en mantener sus armas está justificada … Creo que [el líder del Hezbolá Sheik Hassan] Nasrallah tiene un argumento razonado y [un] argumento persuasivo de que [las armas] deberían estar en manos de Hezbolá como un impedimento para la agresión potencial, y hay muchos motivos de fondo para eso “.

En mayo del 2010, a Chomsky le fue negada la entrada a Israel.