Enlace Judío México – Las fuerzas de seguridad israelíes se preparan para una posible escalada de violencia en Israel, principalmente en Jerusalén, tras los informes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump podría anunciar el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel o la reubicación de la embajada estadounidense.

ALEX FISHMAN

El gobierno estadounidense ha dado instrucciones a sus consulados y embajadas en Oriente Medio a elevar su nivel de alerta por temor a protestas contra instituciones americanas.

Representantes de la Policía de Israel, el Shin Bet y el Comando Central se han reunido en los últimos días para evaluar la situación y prepararse para una ola de disturbios y ataques terroristas, similares a los que tuvieron lugar en julio, tras la decisión de colocar detectores de metales en el Monte del Templo.

Fuentes del establishment de seguridad subrayan que los duros comentarios de los líderes palestinos contra el movimiento de Estados Unidos pueden generar actos de violencia en la calle palestina. La incitación en los medios palestinos podría provocar ataques de lobo solitario, apuñalamientos y actos terroristas de células independientes incluso antes del anuncio estadounidense.

Los líderes palestinos aún esperan que la presión moderada de los países árabes sobre la Casa Blanca impida al presidente Trump hacer cualquier declaración sobre Jerusalén. Fuentes diplomáticas en Washington confirmaron el lunes que aún no se había tomado una decisión al respecto, e indicaron que el equipo del presidente había preparado una variedad de “alternativas creativas” al compromiso de trasladar la embajada a Jerusalén, aunque nadie sabe cuál será la decisión de Trump.

Hamas ha incitado a la calle palestina como parte de los preparativos de la organización para las celebraciones del 30 aniversario. El grupo se fundó oficialmente el 14 de diciembre, pero fuentes de seguridad israelíes dicen que un anuncio estadounidense que cambie el status quo en Jerusalén sería visto como una razón para exarcerbar las tensiones y convertir las celebraciones en días de ira y ataques terroristas.

Los funcionarios israelíes consideran que Hamás hará grandes esfuerzos para lanzar un ataque a gran escala en un intento de cambiar su imagen en Gaza como una organización que ha tomado el camino diplomático, se ha acercado a Egipto y Arabia Saudita, ha elegido una política moderada con Israel y renunció a la lucha armada, al impedir que la Yihad Islámica actúe contra Israel tras la destrucción del túnel fronterizo del grupo.

El liderazgo de Hamas en el exterior, principalmente la sede militar del grupo terrorista en Turquía, está detrás del esfuerzo por lanzar ataques violentos durante las celebraciones del aniversario de la organización. El comandante militar Saleh al-Arouri, que supuestamente encontró refugio en Líbano tras el cierre de la oficina de Hamas en Ankara, en realidad pasa la mayor parte del tiempo en Turquía y en los países del Golfo, dirigiendo células terroristas y transfiriendo fondos a miembros de Hamas en Cisjordania. La sede en Gaza, que opera a agentes de Hamas en Cisjordania, compuesta por terroristas que fueron liberados en el acuerdo de Guilad Shalit, también está tratando de lanzar ataques terroristas en los territorios.

Fuentes de seguridad en Israel creen que la protesta palestina se reflejará en la actividad de las organizaciones institucionalizadas y de los lobos solitarios, que recientemente ha disminuido. El liderazgo palestino aparentemente intenta encabezar la incitación contra el movimiento estadounidense esperado y darle un significado religioso. Cualquier iniciativa estadounidense que cambiaría el status quo en Jerusalén se presentaría como un movimiento contra la Mezquita Al-Aqsa en Jerusalén.

La protesta popular contra los detectores de metales también fue dirigida por líderes religiosos en Jerusalén: el gran mufti de Jerusalén en nombre de la Autoridad Palestina, los jeques Muhammad Hussein, Ekrima Sabri, representante del Movimiento Islámico y Omar al-Kiswani, director de la mezquita Al-Aqsa en nombre de la Waqf.

Este trío dirige un gran grupo de clérigos religiosos y ejerce una mayor influencia en la calle palestina que el liderazgo político. Los funcionarios israelíes creen que este grupo liderará cualquier movimiento contra el posible anuncio estadounidense. La Autoridad Palestina, sin embargo, aún busca una respuesta no violenta en un intento por evitar un descenso a la anarquía.

Fuente: Ynet / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico