Enlace Judío México – La Maestra en Historia del Arte Gina Kershenovich habló durante el día LIMUD sobre la mirada artística de Amedeo Modigliani, el artista italiano de origen judío que fue uno de los principales exponentes del arte de la primera mitad del siglo 20.

En los maravillosos veintes, la ciudad de Paris destacó por ser un hervidero de artistas y movimientos artísticos. Las vanguardias vivían su época joven prometedores como Picasso, Modigliani, Matisse, Miró, quienes apostaban por una técnica y estilo nuevo que rompía la tradición. Liberados de la opresión por la Primera Guerra Mundial muchos estadounidenses se dejaron seducir por la vieja Europa, donde, lejos de la prohibición se mezclaron en un ambiente bohemio lleno de arte y cultura

La casa de Gertrude Stein se convirtió en el centro de reunión de los mejores artistas del momento. Ella como amante del arte coleccionó y promovió artistas como: Picasso, Matisse y más. Una tarde en la casa de Stein consistía en valorar el nuevo arte. Tener pláticas entre escritores y artistas Hemingway, Fitzgerald, entre otros. ¿Se pueden imaginar las charlas que se llevaron en ese salón? Y de los temas tan interesantes que se debatían.

Montmartre en París era el lugar preferido de los artistas en el que podemos encontrar galerías, exposiciones y escuelas de Arte. Sin lugar a dudas París fue el lugar preferido de los artistas, poetas, escritores atraídos por una hermosa y pintoresca ciudad.

Una de las frases más famosas de Modigliani fue: “Cuando conozca tu alma, pintaré tus ojos”, para él los ojos y la mirada eran muy importante en su obra. Al ver la obra de Modigliani nos puede llevar a sentimientos y pensamientos muy diversos, dependiendo mucho de nuestro estado de ánimo. Podemos no encontrar expresión, no hay una relación entre el cuerpo y los ojos.

Modigliani revela su esencia, su obra con particularidades muy especiales. Rostros o figuras alargadas. Facciones desfiguradas, asimétricas. Ojos grumosos y misteriosos. Nació en 1884 y falleció en 1920. Entre los artistas muchos eran amigos mientras que otros eran su competencia. Uno de ellos era Picasso, al que no le encantaba la forma de pintar de Modigliani. Lo molestaba y provocaba mucho. En una ocasión tenía en su mano una obra de Modigliani, se la mostró y a los tres días le dijo que utilizó su pintura para hacer una obra encima. Fue una forma de atacarlo.

La obra de Modigliani, no es del tipo que puedes decir está feo o bonito, te hace pensar y reflexionar. Te provoca tener un dialogo con la pintura. En ocasiones te invita a reflejarte en esa obra. Representaba la vida como si fuera una parodia. Como si los rostros fueran máscaras. Por una lado se ven humanas mientras que por otro parecen máscaras.

Otra de sus frase célebres fue: “Lo que busco no es la realidad ni la irrealidad, sino lo inconsciente el misterio en la raza humana”, lo que buscaba era el alma.