Enlace Judío México.-“El Islam es internacional y sólo reconoce la hermandad y unidad de todas las naciones bajo su bandera”. Hanafi Muzzafar [1]

EDUARD YITZHAK PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El nacionalismo es Haram (prohibido, ilegal) según el Islam

El predicador salafista Abdul Muhsin Aydeed ha dicho que la nacionalidad no es una fuerza vinculante para los musulmanes. “A los ojos del Islam, lo que distingue a las personas es la religión misma: los que creen en el Islam y los que no”, y ha agregado que el Islam está en contra del nacionalismo árabe. [2] El destacado poeta de la India Alamah Muhammad Iqbal dijo en uno de sus versos que “la nación (watan) es la mortaja (kafan) del Islam”. El nacionalismo es la muerte del Islam. Los musulmanes constituyen una Ummah, comunidad universal, y la ummah no puede estar limitada dentro de unas fronteras. [3] En el Islam, la religión es inseparable de la política y ambas deben permanecer unidas, bajo la Sharia y el Califa. Así pues, los líderes religiosos del Islam niegan por completo la legitimidad del nacionalismo laico y lo consideran una perversión idolátrica al creer que las leyes procedentes del ser humano, -por consenso democrático o por dictadura de una elite- son superiores a las que emanan de Alá, la Sharia.

El Islam considera que el laicismo no tiene cabida en su mundo y que la política de carácter laico debe rechazarse totalmente. Al igual que el nacionalismo, el laicismo también es un concepto moderno del cual no puede encontrarse ningún precedente en el Corán ni en la Sunna. El Islam considera que el Jalifa (Califa) es el líder supremo, responsable de dirigir a los musulmanes tanto en los asuntos religiosos como en los políticos. Su deber principal es guiar a los creyentes de acuerdo al Corán y la Sunnah, buscando el “iyma” (consenso) [4] entre ellos sobre cuestiones controvertidas. El Jilafat tenía muy bien definido los objetivos, los derechos y los deberes. Todo el discurso es de carácter religioso y político. En el Islam para definir “Política” –“tal como Alá manda”- se emplea la palabra árabe “Siyasah” cuya raíz significa domar, cuidar y controlar a un caballo, como un símil del gobernante que también tiene que domar, cuidar y controlar al pueblo.

Siyasah (política) en el Islam es la aplicación del Corán y la Sunnah en el mundo: los medios por los cuales los musulmanes pueden vivir en una comunidad de acuerdo con el mandato de Alá. Es decir, es la aplicación práctica del conocimiento del Islam.

Siyasah básicamente significa “comandar lo bueno y prohibir lo malo, tal como los define el Corán y la Sunna, es decir, la comunidad gobernada por un Amir, o Jalifa, que gobierna de acuerdo con la Sharia, y que es el representante de Alá en este mundo mortal. El objetivo de la Siyasah es mantener y expandir el Camino de Al-Islam a través de la Yihad y la Sharia. Siyasa (política) no significa ni implica en absoluto democracia.

Siyasa shar’iyya puede describirse como el gobierno de acuerdo con la Sharia o la maquinaria de un gobierno islámico La democracia es un término kaffir (infiel), un concepto kaffir, un Taghut (ídolo, Satanás, personas que se rebelan contra Alá y transgreden su voluntad) que los kuffar (infieles) obedecen, y no tiene lugar en el Islam, así como el Estado es un término kaffir, un concepto kaffir. Usar esos términos, tratar de entender el Islam en esos términos, constituye una imitación de los kuffar. [5]

Cuando surgió el Jilafat (califato) tras la muerte de Mahoma no existía el concepto de límite territorial. El Islam se reducía básicamente a la Península Arábiga. Cuando Abu Bakr se convirtió en el primer Jalifa (califa), el Islam no se había extendido fuera de Arabia, luego aumentaron las conquistas musulmanas y los imperios Romano (Bizantino) e iraní (Sasánida) fueron derrotados, siendo incorporados gran parte de sus territorios al Califato Islámico. El Jalifa también era conocido como Amir al-mu’minin, es decir, el líder de los creyentes, de modo que sólo puede haber un único líder. Se trata absolutamente de un concepto político-territorial y religioso.

El nacionalismo es considerado como un sistema idolátrico cuyo objetivo es desunir a la Umma. Basándose en el Corán [6] los salafistas consideran que todos los 57 países musulmanes tienen que unificarse en un solo país musulmán, el Jilafat (Califato) con el fin de engrandecer el Islam y conquistar el resto de naciones. El Hadiz declara taxativamente que el nacionalismo es “haram” (prohibido, ilícito) porque el mismo Mahoma dijo en los siguientes hadices: “Déjalo. Es putrefacto” [Bukhari y Muslim] se refiere a todas las formas de Asabiyah, nacionalismo, racismo y patriotismo. [7] La única posible veleidad acerca de aprobar el nacionalismo por parte de Mahoma es el relato de su migración a Medina en el que él dijo acerca de La Meca con lágrimas en sus ojos: “Tú eres la tierra más amada de Alá para mí”. Sin embargo, según todos los eruditos del Islam afirman que este dicho no tiene nada que ver con el nacionalismo, y esto se puede ver en el dicho completo “Tú eres la tierra más amada de Allá porque eres la tierra más amada de Alá para Alá. Los dirigentes musulmanes afirman que “el amor y la preferencia de Muhammad por La Meca se basó en el estatus que Alá le dio a La Meca, y no porque él nació allí. Y concluyen que todos los musulmanes deben tener este amor y afecto por La Meca porque es la tierra más amada a los ojos de Alá. Después de todo, los musulmanes rezan hacia La Meca e ir allí para realizar el Hayy allí ya que alberga la Ka’ba. Lo que no tiene nada que ver con el nacionalismo”.

El ideólogo del Salafismo, Taqī ad-Dīn Ahmad Ibn Taymiyah (1263 – 1328) fallecido el 26 Septiembre 1328) dijo: “Todo lo que es ajeno a la llamada del Islam y el Corán, con respecto al linaje, la tierra, la nacionalidad, las escuelas de pensamiento y las metodologías, eso es de las llamadas de los Días de la Ignorancia ( Yahiliyah). Una vez que los Muhajirin y los Ansar discutieron, uno de los Muhajirin dijo: ‘¡Oh, Muhajirin!’ (es decir, ven a ayudarme) Y uno de los Ansar dijo: ‘¡O Ansar!’ Al escuchar esto, el Profeta (salla Allahu ‘alayhi wa sallam) dijo:’ ¿Es con las llamadas de Yahiliyah que gritas, mientras yo todavía estoy entre ustedes? ‘[Reportado por Al-Bukhaaree (8/137)] Y se enojó mucho con eso. “[Majmoo’-ul-Fatawa (3/456)] Ibn Taymiyah reconocía únicamente el gobierno del Jalifa, y rechazaba como infieles a los  gobernantes musulmanes que permitían otras leyes además de la Sharia –como ocurría en el musulmán Imperio Mogol-, justificando matar a aquellos musulmanes “que no se comportaban como Alá quiere” y declaró que Si los mogoles no gobiernan bajo la Sharia, no pueden ser reconocidos como musulmanes y han de ser combatidos como infieles por la Yihad, lo que justifica teológicamente a los salafistas y yihadistas para asesinar a los musulmanes que se apartan del “camino correcto”.

Ibn Taymiya afirmará que la elección de Jerusalén como el lugar de la “mezquita lejana” es un error judaizante y descarta totalmente el carácter sagrado de Jerusalén como noción derivada de judíos y cristianos. Y se basa en que la elección de Jerusalén fue llevada a cabo por Kaab Ajbar, judío del Yemen, y uno de los primeros judíos convertidos al Islam en el año 638 y que murió entre 652 y 655. Kaab Ajbar se adherió a las tropas del Califa Abu Bakr en Medina y posteriormente fue la mano derecha del Califa Omar. Durante el gobierno de la dinastía Omeya (661-750) afincada en Damasco, un líder disidente de la Meca, Abdalá b. az-Zubayr inició una revuelta contra los Omeyas en el 680 que se prolongó hasta su muerte en el 692; mientras le combatían, los gobernantes Omeyas buscaban la forma de dar protagonismo a Siria a expensas de Arabia (y también para ayudar a reclutar un ejército contra el Imperio Bizantino).

El primer gobernante omeya, Mu’awiya, eligió Jerusalén como lugar que elevar a califato; sus sucesores y él se metieron en un programa de construcción – inmuebles religiosos, un palacio y carreteras – en la ciudad. El régimen Omeya se interesó por imponer un aura islámica a su capital y plaza fuerte. A este fin (así como para asentar la presencia del Islam en su rivalidad con el cristianismo), el Califa omeya levantó la primera gran estructura del Islam, la Cúpula de la Roca, justo sobre el emplazamiento del Templo judío, en el 688-91. En los albores del Islam, destacan Bernard Lewis y Daniel Pipes, “hubo una fuerte oposición entre muchos teólogos y juristas” a la noción de Jerusalén como ciudad santa. Consideraban esto “un error judaizante -uno más de los muchos intentos de los conversos judíos de introducir ideas judías en el Islam”. Los barones anti-Jerusalén difundieron historias para demostrar que la idea del carácter sagrado de Jerusalén es una práctica judía. En el caso más importante de ellos, Kaab al-Ajbar había sugerido al califa Omar que la Mezquita de Al-Aqsa fuera levantada junto a la Cúpula de la Roca. El califa respondió acusándole de retorno a sus raíces judías: Omar le preguntó: “¿Dónde te parece que deberíamos ubicar el lugar de oración?” “Junto a la roca [Monte del Templo]”, respondió Kaab. Por Alá, Kaab”, dijo ‘Omar, “estás siguiendo el judaísmo. Vi que te quitaste las sandalias [siguiendo la práctica judía]”. “Quise sentir el tacto con mis pies descalzos”, dijo Kaab. “Te vi”, dijo ‘Omar. “Pero no… ¡Reconócelo! No se nos ordena hacia la Roca, se nos ordenó hacia la Kaaba [en la Meca]”. Otra versión de esta anécdota hace aún más explícito el contenido judío: según esta crónica, Kaab al-Ajbar intenta inducir al califa Omar a rezar al norte de la Sagrada Roca, señalando la ventaja que reviste: “Así tienes delante Al-Quds entera, es decir, Al-Masjid al-Haram”. En otras palabras, el judío converso al Islam dice que la Roca y la Meca quedan alineadas y los musulmanes pueden rezar mirando hacia ambas al mismo tiempo.

En un encuentro de líderes árabes en marzo de 2001, Muamar Gadafi se burlaba de la obsesión de sus colegas con la Mezquita de Al-Aqsa. “Al infierno con ella”, le citan diciendo los representantes, “lo resolváis o no lo resolváis, es solamente una mezquita y yo sé rezar en cualquier parte”.

El mismo grupo islamista Hamás en su Carta Fundacional del 18 de agosto de 1988  pide la destrucción de Israel y la eliminación y expulsión de los judíos al mar, se presenta como una rama del movimiento internacional de los Hermanos Musulmanes en Palestina y declara que sus miembros son musulmanes que “temen a Alá y levantan la bandera de la Yihad en la cara de los opresores”.

Hamás pide la creación de un Estado Islámico en Palestina y añade que “renunciar a cualquier parte de Palestina significa renunciar a la religión” del Islam.

En el artículo 2 dice: El Movimiento de Resistencia Islámica [Hamás] es uno de los brazos de la Hermandad Musulmana en Palestina. El Movimiento de la Hermandad Musulmana es una organización universal que constituye el mayor movimiento islámico de los tiempos modernos. Se caracteriza por su conocimiento profundo, su comprensión exacta y su adhesión completa a los conceptos islámicos de todos los aspectos de la vida, la cultura, el credo, la política, la economía, la educación, la sociedad, la justicia y el juicio, la difusión del Islam, la educación, el arte, la información, la ciencia de lo oculto y la conversión al Islam.

En el artículo 8 reitera el lema de Hamás que “Alá es su meta, el Profeta es el modelo, el Corán su constitución, Yihad es su paso, y la muerte por el bien de los Hermanos Musulmanes y Alá su creencia más sublime”.

Rechaza el nacionalismo ligado a causas materiales, territoriales, humanas, raciales o regionales, pero considera que el nacionalismo palestino forma parte del credo religioso musulmán, pues combate a un enemigo que pisa tierra musulmana.

En el artículo 12 explica cual es el único nacionalismo válido: “El nacionalismo, desde el punto de vista del Movimiento de Resistencia Islámica, forma parte del credo religioso. Nada es más significativo o más profundo en el nacionalismo que en el caso de que un enemigo pise tierra musulmana. Resistir al enemigo y eliminarlo pasa a ser el deber individual de todo musulmán, hombre o mujer”.

En el artículo 14 declara que: “… la liberación de Palestina es un deber individual para todo musulmán, dondequiera que esté. Sobre esta base se ha de considerar el problema. Esto lo debe comprender todo musulmán.”

La Yihad por la liberación de Palestina es un deber individual, tal como lo explica el artículo 15: El día en que los enemigos usurpan una parte de la tierra musulmana, la Yihad pasa a ser deber individual de todo musulmán. Frente a la usurpación judía de Palestina es obligatorio alzar el estandarte de la Yihad. Para ello es preciso propagar la conciencia islámica en las masas, a nivel tanto regional como árabe e islámico. Es necesario instilar el espíritu de Yihad en el corazón de la nación, para que se enfrenten a los enemigos y engrosen las filas de los combatientes.

Cuando judíos, cristianos, y otros grupos no-musulmanes recuperan una parte de sus tierra, son calificados por el Islam como “infieles usurpadores de tierra musulmana” y la Yihad pasa a ser deber individual de todo musulmán. Esta reislamización anima a los islamistas a la Yihad. Tierras como la península ibérica –parte de la antigua Al Andalus-, Grecia o Israel son tierras musulmanas profanadas por infieles cristianos y judíos respectivamente. El Presidente de Turquía, el islamista Erdogan declaró en 2016 que está decidido a anexionarse Grecia y se ha lamentado que “En 1914 nuestra tierra cubrió 2,5 millones de kilómetros cuadrados, nueve años después cayó a 780.000 kilómetros cuadrados”. [8] Erdogan espera conseguirlo a través de la Yihad, como muy claro lo explicó en 1998 -en su época de alcalde de Estambul- recitando un poema de Ziya Gökalp: “las mezquitas son nuestros cuarteles, los minaretes nuestras bayonetas, las cúpulas nuestras cascos y los creyentes nuestros soldados”.

El Führer alemán admirador de la violencia para conquistar tierras y exterminar a los que él consideraba indignos de vivir, dijo: “En España, bajo la dominación de los Árabes, la civilización alcanzó un nivel que raramente se ha repetido. La intromisión del cristianismo ha traído el triunfo de la barbarie. […] Si Carlos Martel hubiera sido derrotado, el mundo habría mudado su faz. Ya que el mundo estaba condenado a la influencia judaica (y su subproducto, el cristianismo, ¡es algo tan insípido!), hubiera sido mejor que triunfara el Islam. Esta religión recompensa el heroísmo, promete a los guerreros la gloria del séptimo cielo” (28/08/1942, Hitler’s Table Talk 1941–1944, Enigma Books, 2000, p.667).

Al Qaeda, Estado Islámico, también Hamás, anhelan re islamizar España, vía Yihad. Todos estos reclamos no son nacionalistas, son religiosos, para expandir el Islam.

Pero la obsesiva focalidad yihadista sobre Israel, enmascarada de aspiración nacional panarabista, es más digerible para los europeos, bien conocida por los islamistas del antisemitismo y judeofobia de gran parte de los europeos. Es más fácil conseguir apoyos y alianzas en Europa para sacrificar a Israel que no entregar España y Grecia al Islam. Además se edulcora la yihad anti Israel con la cobertura de una aparente solidaridad con un inexistente pueblo, “los palestinos”, que no son más que invasores árabes que constituyen el caballo de Troya del panarabismo y del Islam.

Jerusalem es la capital eterna de Israel, es la más antigua capital de país y nación del mundo y que todavía sigue siendo su capital, y lo será a pesar de los judeófobos.

La defensa de Israel y reconocer a Jerusalem como su capital es un freno al totalitarismo y terrorismo islámico, lo que beneficia a Occidente. Si Jerusalem e Israel cayesen bajo la espada del Islam, los muyahidines y el Islam se envalentonarían y se levantarían en una Yihad total contra Occidente y Oriente y se desencadenaría una guerra a nivel mundial.

 

NOTAS

[1] https://www.gees.org/articulos/el-islamismo-no-tiene-fronteras

[2] https://timesofindia.indiatimes.com/city/kozhikode/concept-of-nationalism-is-anti-islam-salafi-leader/articleshow/60165219.cms

[3] La reconstrucción del pensamiento religioso en el Islam. Alamah Muhammad Iqba.l Trotta, Madrid, 2002

[4] iyma: Consenso comunitario.
Las fuentes de las disposiciones de la ley en el Islam son: 1.el Corán, 2. los hadies y tradiciones proféticas, 3. consenso comunitario, 4. qiyaç o analogía por el razonamiento
Para los salafistas, el consenso sólo puede venir de los Sahaba -los compañeros de Muhammad- () y de ningún otro. Lo que sea posterior a la época de Muhammad no es iyma.

[5] https://david.myatt.tripod.com/way_siyasah.html
https://www.duhaime.org/LegalDictionary/S/SiyasaShariyya.aspx

[6] Corán 3:105: ¡No seáis como quienes, después de haber recibido las pruebas claras, se dividieron y discreparon! Esos tales tendrán un castigo terrible

Corán 6:159: En cuanto a los que han escindido su religión en sectas, es asunto que no te incumbe. Su suerte está sólo en manos de Alá. Luego, ya les informará Él de lo que hacían.

Corán 23:52-54: Y ésta es vuestra comunidad. Es una sola comunidad. Y Yo soy vuestro Señor. ¡Temedme, pues! Pero se dividieron en sectas, con

Escrituras, contento cada grupo con lo suyo. Déjales por algún tiempo en su abismo.

Corán 30:32: de los que escinden su religión en sectas, ¡contento cada grupo con lo suyo!

[7] Agrupar a los musulmanes en líneas tribales está claramente prohibido. Abu Daud narra que el Mensajero de Alá dijo: “El que llama a ‘Asabiyah (nacionalismo / tribalismo) o que lucha por’ Asabiyah o que muere por ‘Asabiyah, no es uno de los nuestros”.

Quien lucha bajo la bandera de los ciegos, enfadado por el partidismo (‘asabiyah, es decir, el barco tribal), lo llama o lo apoya y luego muere, muere uno en los Días de Ignorancia (Jahiliyah). “[Sahih Muslim (6/21)]

“Un creyente con respecto a otro creyente es como un edificio sólido, una parte apoya al otro”. – y luego entrelazó sus dedos para demostrar esto. [Al-Bukhari (no.481) y musulmán (no.2585)

“… La gente debería renunciar a su orgullo en las naciones porque este es un carbón de las brasas del fuego del infierno. Si no renuncian a esto, Alá los considerará inferiores a un humilde gusano que se empuja a través de khur ( heces).” [abu Dawd y Tirmidhi].

En el hadiz registrado en Mishkat al-Masabith, el Mensajero de Alá dijo: “El que llama a ‘Asabiyyah (nacionalismo / tribalismo) es como si le mordiera los genitales a su padre”. También dijo el Mensajero de Alá, narrado por At- Tirmidhi y Abu Dawud, “De hecho, hay personas que se jactan de sus antepasados muertos, pero a los ojos de Alá son más despreciables que el escarabajo negro que hace rodar un pedazo de estiércol con su nariz. He aquí, Alá te ha quitado la arrogancia del Tiempo de Jahiliyyah (Ignorancia) con su jactancia de glorias ancestrales. El hombre no es más que un creyente temeroso de Alá o un pecador desafortunado. Todas las personas son los hijos de Adán, y Adán fue creado del polvo”.

Además, el Mensajero de Alá dijo: Sin lugar a dudas, Alá te ha quitado el orgullo de la arrogancia de la era de Jahilliyah (ignorancia) y la glorificación de los antepasados. Ahora las personas son de dos tipos: o creyentes conscientes o transgresores que hacen mal. Vosotros sois todos los hijos de Adán y Adán fueron hechos de arcilla. Las personas deberían renunciar a su orgullo en las naciones porque eso es un carbón de las brasas del fuego del Infierno. Si no lo abandonan, Alá los considerará más bajos que el humilde gusano que se empuja a través de Khara (estiércol). [Abu Dawud y Tirmidhi]

Cuando las noticias llegaron al Mensajero de Alá, dijo: “Oh, musulmanes, recuerden a Alá, recuerden a Alá. ¿Actuarán como paganos mientras yo estoy presente con vosotros después de que Alá os haya guiado al Islam, y os honró de ese modo e hicisteis una clara ruptura con el paganismo, os liberó de la incredulidad y os hizo amigos de ese modo”. Cuando escucharon esto, lloraron y se abrazaron.

Este incidente resalta claramente cómo Muhammad reprendió cualquier forma de tribalismo.

Qatada narra que Ibnu Abi Hathim dijo que en los versículos citados anteriormente, Alá ordenó a los musulmanes que se aferren al libro de Alá, a Su Din y a Su pacto, y prohibió a los musulmanes que se dividiesen entre ellos y disputar entre ellos. En otro incidente, Jabir ibn ‘Abd Allah al Ansari, narró lo que sucedió en el abrevadero de Murayi, lo que llevó a los munafiqun a remover las huellas de Asabiyah (nacionalismo / tribalismo) y tratar de destruir la unidad de los musulmanes. Él dijo: “Estábamos en una redada cuando uno de los Muhajirun pateó a uno de los Ansar. El pateado Ansar dijo: “¡Oh Ansar! ¡Ayudadme! (llamando a su tribu) y el Muhajir dijo: “¡Oh Muhajirun! ¡Ayudadme! (llamando a su tribu). Muhammad los escuchó y dijo: ¿Por qué estáis removiendo algo que pertenece a la Jahilliyah (época de la ignorancia)?

Muhammad no se ocupó de la situación solo hablando con sus hombres, sino que caminó con los hombres todo el día hasta el anochecer, y durante la noche hasta la mañana y durante el día siguiente hasta que el sol los angustió. Luego los detuvo, y tan pronto como tocaron el suelo, se durmieron. Hizo esto para distraer sus mentes de lo que había sucedido.

Fue transmitido por at-Tabarani y al-Hakim que en un incidente algunas personas hablaron algo acerca de Salman al-Farsi. Hablaron de la inferioridad del persa en relación con los árabes, y al oír esto, Muhammad declaró: Salman es de nosotros, el ahl al-bayt (la familia del Profeta). Esta declaración del Mensajero de Alá desasocia todos los enlaces basados en el linaje y las consideraciones tribales.

También fue transmitido, en dos versiones diferentes, por Ibn al-Mubarak en sus dos libros, Al-Birr y As-Salah, que hubo desacuerdo entre Abu Dharr y Bilal y Abu Dharr le dijo a Bilal: “Hijo de una mujer negra”. Muhammad estaba extremadamente molesto por el comentario de Abu Dharr, por lo que lo reprendió diciendo: “Eso es demasiado, Abu Dharr. El que tiene una madre blanca no tiene ninguna ventaja que lo hace mejor que el hijo de una madre negra”. Esta reprimenda tuvo un profundo efecto en Abu Dharr, quien luego puso su cabeza en el suelo, jurando que no la levantaría hasta que Bilal pusiera su pie sobre ella.

Los lazos tribales y nacionales no tienen cabida en el Islam.

A los musulmanes se les ordena permanecer juntos y no desasociarse unos de otros simplemente porque provienen de diferentes tribus. Muhammad también dijo: “Los creyentes, en su amor, bondad mutua y lazos cercanos, son como un solo cuerpo: cuando una parte se queja, todo el cuerpo responde con vigilia y fiebre”. [Muslim],

“Los fieles son como un hombre: si sus ojos sufren, todo su cuerpo sufre”. [Muslim], “Un árabe no es mejor que un no árabe. A cambio, un no árabe no es mejor que un árabe. Un hombre de raza roja no era mejor que un negro, excepto en la piedad. La humanidad son todos los hijos de Adán. Adán fue creado de barro. [Al-Bukhari y Muslim, bajo la autoridad de Abu Musa]

Muhamad dijo: “Los fieles se conocen unos a otros como partes de un edificio, cada parte fortalece a los otros” y “Todo musulmán es hermano de un musulmán, ni lo maltrata ni le permite ser agraviado”. Y si alguien ayuda a su hermano necesitado, Alá lo ayudará en su propia necesidad, y si alguien quita una calamidad de [otro] musulmán, Alá le quitará algunas de las calamidades del Día de la Resurrección, y si alguien escupe [otro] Musulmán de la desgracia, Alá lo protegerá de la desgracia en el Día de la Resurrección”. [Al-Bujari y Muslim, bajo la autoridad de ‘Abd Allah ibn’ Umar].

Algunas personas afirman que Muhammad aprobó el nacionalismo porque durante la migración a Medina dijo acerca de La Meca con lágrimas en sus ojos: “Tú eres la tierra más amada de Alá para mí”. Sin embargo, este dicho no tiene nada que ver con el nacionalismo, y esto se puede ver en el dicho completo “Tú eres la tierra más amada de Allá porque eres la tierra más amada de Alá para Alá. Los dirigentes musulmanes afirman que “el amor y la preferencia de Muhammad por La Meca se basó en el estatus que Alá le ha dado a La Meca, y no porque él nació allí. Todos los musulmanes deben tener este amor y afecto por La Meca porque es la tierra más amada a los ojos de Alá. Después de todo, los musulmanes rezan hacia Makkah e ir allí para realizar el Hayy allí ya que alberga la Ka’ba. No tiene nada que ver con el nacionalismo”.

El Islam no solo prohíbe a las personas agruparse en vínculos nacionalistas, sino que también prohíbe el establecimiento de más de un estado, independientemente de si estos estados se basan en el nacionalismo o no. El único estado permitido para los musulmanes es el Estado Islámico, que es un estado que se rige exclusivamente por el Islam.

[8] https://www.express.co.uk/news/world/725722/Turkey-President-Recep-Tayyip-Erdogan-Mosul-Iraq-Greek-islands-military-coup?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+daily-express-world-news+%28Daily+Express+%3A%3A+World+Feed%29